El uso de pantallas en los coches es una de las grandes polémicas en las que está inmerso el sector automovilístico. Mientras que los fabricantes apuestan por pantallas cada vez más grandes, que ocupan hasta todo el ancho del interior, los usuarios no están convencidos aún de sus ventajas, y sí de las desventajas.
La mayor de estas molestias está en la necesidad de usar la pantalla táctil para funciones que hasta no hace mucho eran accesibles con un simple toque. No es sólo un problema de usabilidad, es especialmente, un problema de seguridad vial; tener que usar una pantalla para funciones básicas abre la puerta a posibles distracciones.
La propia Google es consciente de los problemas de las pantallas táctiles, y por eso las últimas versiones de Android Auto incluyen tecnologías que buscan evitar su uso mientras conducimos; desde nuevas funciones de Google Assistant en Android Auto al bloqueo de apps si no estamos aparcados.
Euro NCAP contra los controles táctiles
Ahora, los fabricantes tendrán que dar marcha atrás en sus futuristas diseños, al menos en parte, si quieren tener una buena puntuación de seguridad en sus coches. Euro NCAP, el mayor programa de evaluación de seguridad en automóviles en Europa, va a requerir controles físicos tradicionales en el habitáculo.
Para explicar esta decisión, Matthew Avery, director de desarrollo estratégico de Euro NCAP, ha resaltado el problema de la industria del uso excesivo de pantallas táctiles; afirma que prácticamente todos los fabricantes han movido controles básicos a las pantallas centrales en el salpicadero, obligando a los conductores a apartar la vista de la carretera y aumentando el riesgo de accidentes.
No es que Euro NCAP vaya a prohibir completamente las pantallas táctiles en los coches, ni mucho menos; pero sí que empezará a favorecer aquellos coches que aún mantengan los controles físicos en la puntuación final de seguridad. En concreto, la organización empezará con las funciones más básicas y relacionadas con la seguridad vial: para el 2026, requerirá la presencia de controles físicos para los intermitentes, las luces de emergencia, los limpiaparabrisas, el claxon, y funciones de SOS como las llamadas automáticas a los servicios de emergencia.
Por lo tanto, funciones como el control multimedia o el control del climatizador por el momento podrán seguir ‘ocultas’ en las pantallas, aunque eso puede cambiar en el futuro ahora que Euro NCAP ha abierto la puerta a favorecer los controles físicos.
La mayoría de los fabricantes no debería verse afectado con sus coches actuales, salvo algunas marcas que han dado el salto a controles hápticos y que tendrán que volver a los controles físicos. Otra historia son algunos modelos futuros, que probablemente necesitarán modificaciones en el diseño para introducir botones físicos. Así que este cambio está más dirigido a cambiar la tendencia del mercado, que a cambiar los modelos actuales.
Hay que aclarar que Euro NCAP no es una organización gubernamental, y no tiene capacidad de crear leyes que prohíban las pantallas táctiles ni nada parecido; así que los fabricantes pueden perfectamente ignorar este cambio sin consecuencias legales. Sin embargo, la puntuación de seguridad de Euro NCAP es uno de los factores clave que los consumidores usan para elegir su próximo coche; y los fabricantes usan la cantidad de estrellas que reciben en sus campañas de marketing para presumir de seguridad. Por lo tanto, es muy probable que la mayoría aplique los cambios para no perder las deseadas cinco estrellas Euro NCAP.