Este año se espera otra gran actualización de Windows; tan grande, que originalmente se pensaba que iba a ser Windows 12, aunque finalmente Microsoft ha decidido que sea una nueva versión de Windows 11 con funciones de Inteligencia Artificial.
Microsoft nos ha acostumbrado a lanzar nuevas versiones de su sistema cada pocos años, con novedades importantes en la interfaz y el funcionamiento. Algunas de estas versiones son más populares que otras, y algunos de los cambios son mejor recibidos que otros; pero lo que está claro es que todas las versiones de Windows son fáciles de diferenciar.
Sin embargo, lo que tal vez mucha gente no sabe es que, debajo de todos esos cambios estéticos, Windows no ha cambiado tanto, y aún depende de código desarrollado hace décadas. A poco que investiguemos, es fácil encontrarse iconos viejos, menús que no siguen la estética actual y soporte de ‘hardware’ que ya hace años que no se usa.
Si no está roto, no lo arregles
Pero sin duda alguna, tal vez la parte vieja de Windows que aún se sigue usando y que es más sorprendente es el menú de formatear discos; porque es una de las herramientas más básicas de un sistema operativo, y de las más usadas, pero realmente no ha cambiado nada desde 1996, con el lanzamiento de Windows NT 4.0.
Y con eso, no nos referimos a que es parecido a como era antes; es que literalmente es el mismo menú que fue creado originalmente hace 30 años. Así lo ha confirmado el mismísimo creador, Dave Plummer, en una publicación en X (Twitter), donde revela otro detalle sorprendente de esta herramienta.
El antiguo programador de Microsoft ha explicado que, en realidad, este menú iba a ser usado sólo de manera temporal; sin embargo, como daba el pego y cumplía su función, nadie en Microsoft ha considerado que sea una prioridad cambiarla, al menos por ahora. De esa manera, lleva siendo usada desde 1996.
Esta herramienta fue implementada por primera vez en Windows NT 4.0, la versión del sistema operativo para servidores y equipos profesionales. Esta era la primera vez que adoptaba una interfaz gráfica completa, concretamente la de Windows 95; así que los programadores tuvieron que transferir una gran cantidad de líneas de código y asegurarse de que funcionaba correctamente.
Durante el proceso, se dieron cuenta de que el formateo de discos en Windows NT era demasiado diferente al de Windows 95, lo que les obligó a crear esta solución ‘temporal’ mientras creaban una definitiva, que finalmente nunca llegó. A partir de Windows XP, todas las versiones del sistema están basadas en el código de Windows NT, así que la herramienta de formateo pasó a ser usada por decenas de millones de personas de todo el mundo.
La herramienta de formateo de discos de Windows es accesible simplemente haciendo clic derecho sobre un disco duro o un nuevo SSD en el Explorador de Archivos, y pulsando en “Formatear”. Ofrece varias opciones, como el sistema de archivos, el tamaño de unidad de asignación, o la etiqueta de volumen; para la mayoría de los usuarios, que sólo quieren borrar un disco para usarlo de nuevo, las opciones por defecto son suficientes y rápidas. Eso explica que nadie quiera cambiarlo, con la filosofía de “Si no está roto, no lo arregles”.