Esta semana, Microsoft ha presentado el futuro del ordenador personal, con la llegada de Copilot+ PC, un nuevo concepto de sistema basado en Inteligencia Artificial. Después del éxito de Copilot en Windows 11, basado en el mismo modelo que ChatGPT, Microsoft ha echado el resto con una plataforma basada en procesadores ARM de Qualcomm y nuevos ordenadores portátiles de marcas como Surface y Samsung.
Los dispositivos Copilot+ PC serán capaces de aprovechar al máximo las funciones de IA de Windows 11, incluyendo funciones exclusivas. Y aunque hay algunas muy llamativas, como un ayudante para jugar a Minecraft, la que más ha dado que hablar es ‘Recall’, una función capaz de recordar todo lo que hemos hecho en el ordenador.
Recall funciona haciendo una captura de pantalla cada tres segundos, de manera constante y en segundo plano; la Inteligencia Artificial es capaz de reconocer lo que estamos haciendo y de registrar eventos importantes. De esta manera, puede responder a preguntas relacionadas con lo que hemos hecho últimamente.
Por ejemplo, podemos preguntar a Copilot sobre una conversación de WhatsApp que tuvimos hace unos días, y el sistema automáticamente sabrá de lo que estamos hablando y nos recordará lo que dijimos. También puede recordar aquella receta que vimos en una página web y que ahora tenemos ganas de hacer, o recuperar aquella foto que borramos porque creíamos que no era tan importante. Por último, Recall permite ‘viajar al pasado’, reabriendo las apps que teníamos abiertas en cualquier momento que queramos.
Es innegable que el potencial de esta tecnología es tremendo, y que puede ser la ‘app estrella’ de Copilot+ PC que haga que mucha gente se compre un ordenador nuevo. No es menos cierto que puede ser la app que convenza a muchos usuarios de abandonar Windows para siempre y comprarse un MacBook. Hay quien incluso se está planteando pasarse a Linux. Recall vendrá activado por defecto en los nuevos ordenadores Copilot+ PC, y eso puede echar para atrás a muchos usuarios.
A nadie se le escapa que Recall tiene el potencial de ser el mayor desastre de privacidad de la historia de la informática. ¿Una app que hace capturas de todos los programas que abrimos? ¿Una IA que sabe absolutamente todo lo que hemos hecho en el ordenador? Sin contexto, es tan ridículo que parece una broma de mal gusto.
¿Me va a espiar Microsoft?
Antes que nada, tenemos que aclarar un punto muy importante: Recall sólo funciona en los nuevos ordenadores Copilot+ PC, y no en ordenadores actuales. Por lo tanto, no debemos temer que Windows se actualice y de repente empiece a guardar todo lo que hacemos; eso es porque Recall necesita de una NPU (unidad de procesamiento neuronal) presente en los nuevos chips usados por los últimos modelos de ordenador.
La buena noticia es que en Microsoft se han dado cuenta del potencial malicioso de esta tecnología. La mala es que eso no supone que sea perfecta. Para empezar, Satya Nadella, CEO de Microsoft, ha repetido una y otra vez que Recall sólo funciona de manera local; es decir, que no envía datos a los servidores de Microsoft, como hacen otras funciones como el asistente de Copilot.
Todos los datos relacionados con Recall se guardan en el propio almacenamiento del ordenador; eso incluye las capturas de pantalla realizadas de manera automática y la información obtenida. Esta información privada además está cifrada con Bitlocker, aunque sólo en las versiones Pro de Windows 11. Las capturas sólo están asociadas a la cuenta local del usuario del ordenador, y no se pueden compartir ni pueden ser accedidas por los otros usuarios del ordenador. Por último, Microsoft no puede acceder a los datos y estos no serán usados para mostrar anuncios personalizados.
Aunque Recall vendrá activado por defecto, se podrá desactivar en cualquier momento desde la Configuración. No sólo eso, sino que tendremos controles muy precisos, que nos permitirán hacer que Recall no registre los programas que queramos mantener en secreto. Recall tampoco funcionará con las ventanas de incógnito del navegador Edge, ni podrá grabar contenido con DRM (protección anticopia) como Netflix.
Todas esas medidas de seguridad son bienvenidas, pero la propia Microsoft ha advertido que no debemos fiarnos al 100% de ellas, especialmente porque Recall no ‘ejecuta funciones de moderación’. Esto significa que todos nuestros datos privados se almacenarán tal cual, y se mostrarán en la pantalla cuando usemos Recall; algo que puede ser un problema si alguien mira nuestro monitor o si consigue entrar en nuestra cuenta (por ejemplo, si no hemos puesto contraseña para entrar en Windows).
Cuestión de confianza
Como vemos, Microsoft ha tomado medidas para evitar que Recall pueda ser usado para espiarnos; y especialmente, para no dar la imagen de que nos va a espiar. Pero al final, es una cuestión de confianza: ¿confías en que Microsoft está diciendo la verdad? O mejor dicho ¿confías en que Microsoft no ha cometido un error al implementar Recall que se pueda aprovechar de manera maliciosa?
Si eres del 73,5% de las personas que usa Windows en su ordenador (según datos de Statcounter), ya estás confiando en que Microsoft no te está espiando. La compañía lo tendría muy fácil, y no necesita una función como Recall para hacerlo; Windows ya ejecuta muchos procesos en segundo plano de código cerrado de los que la mayoría de la gente no conoce su función exacta. La verdadera cuestión es si Recall puede ser abusado, ya sea por Microsoft o por hackers, y en ese caso, hasta que no sea lanzado y probado por expertos de seguridad, no lo sabremos.
Curiosamente, la mayor polémica de Recall, y la que realmente puede ser perjudicial para el usuario, no tiene nada que ver con la privacidad, sino con el rendimiento. Microsoft ya ha advertido que Recall necesitará mucho almacenamiento para guardar las capturas.
En un equipo con 256 GB de almacenamiento, Recall consumirá 25 GB, capaz de guardar 3 meses de uso del ordenador; si tenemos 512 GB, consumirá 75 GB, y si tenemos 1 TB o más, ocupará 150 GB. Esos valores se pueden modificar, pero nunca puede bajar de 10 GB. También es una incógnita si un servicio que está constantemente registrando lo que hacemos afectará al funcionamiento del ordenador y si hará que se ‘bloquee’ más o que se ralentice, algo que no sabremos hasta probarlo.