Estos días atrás saltó la noticias sobre los nuevos Términos de Uso de Adobe que ha generado estupefacción en el mundo de la creación digital en todas sus formas. Ahora ha respondido para atajar la posible malinterpretación del lenguaje usado en la actualización de su "ToS" o Términos de Uso.
Desde que irrumpieran servicios como Midjourney o Stable Diffusion con la generación de imágenes con IA, Adobe siempre ha defendido el uso ético de imágenes subidas por contribuidores a Adobe Stock protegidas con derechos de autor para entrenar a su inteligencia artificial para Firefly.
Adobe se ha encontrado en un momento muy difícil por el uso del lenguaje en sus nuevos "Términos de Servicio" (ToS) que está requiriendo a los usuarios a que los acepten para seguir usando sus apps. El "ToS" enviado a los 20 millones de usuarios afirma lo siguiente:
- Se aclara que tendríamos acceso a tu contenido a través de métodos manuales y automatizados para revisar el contenido (secciones 2.2 y 4.1).
- Modificado nuestro derecho para borrar contenido de cuentas inactivas (sección 5.3).
- Actualizado el periodo para resolver disputas informadas desde los 60 a los 30 días (sección 14.1).
A continuación, Adobe informa de que si se cierra el "ToS" el usuario será incapaz de usar las apps y servicios de Adobe. Al pulsar sobre "Aceptar y continuar" se acuerda que se han leído y aceptados los "Términos de Uso".
La sección 2.2 del "ToS"
Desde el enlace a todo el documento completo del ToS se puede leer todos los detalles de la sección 2.2, la que ha generado el conflicto por parte de los usuarios de Adobe. Y se puede leer al final: "Nuestros sistemas automatizados analizarían tu Contenido y Fuentes de Creative Cloud usando técnicas tales como el aprendizaje máquina (machine learning) para mejorar nuestros Servicios y Software y la experiencia de usuario".
Muchos han tomado este comunicado como que Adobe admite que quiere vigilarlos y usar su contenido para entrenar la IA; incluso aquel 'embargado' o confidencial bajo cláusulas / contratos de confidencialidad entre los usuarios de Adobe y sus clientes.
Pero la sección 4.1 aclara todo para difuminar esa confusión generada ante el lenguaje usado por Adobe en sus nuevos Términos de Uso: "No revisamos todo el contenido subido a Servicios y Software, pero utilizaríamos procesos, proveedores o tecnologías, incluyendo la revisión manual, para monitorizar ciertos tipos de contenido ilegal (por ejemplo, material de abuso sexual infantil) u otro contenido abusivo o comportamiento (por ejemplo, patrones de actividad que indican spam o phishing, o palabras clave que indiquen contenido de adulto fuera del muro de este tipo de contenido).
Adobe no accede al contenido local
Adobe se ha puesto en comunicación con EL ESPAÑOL - El Androide Libre para aclarar la controversia generada: "Esta actualización ha estado presente desde hace ya años. Como parte de nuestro compromiso en ser transparentes con nuestros clientes, hemos añadido ejemplos claros a primeros de este año a nuestros Términos de Uso explicando cuando Adobe accedería al contenido del usuario. Adobe accede al contenido del usuario por una serie de razones, incluyendo la habilidad para proveer algunos de las funciones cloud más innovadoras, como los filtros neurales de Photoshop o la opción para eliminar el fondo en Adobe Express, al igual que acciones contra el contenido prohibido. Adobe no accede, ve o reproduce el contenido que está almacenado localmente en cualquier dispositivo del usuario".
Se puede leer su aclaración desde su web y otras fuentes cercanas a Adobe citan que la compañía no tiene la posibilidad técnica de analizar los formatos de archivos guardados localmente de Photoshop u otros programas en el disco duro o PC del usuario.
Un momento muy complicado, según Venture Beat, ante el contenido generado por IA desde la web y la ambigüedad en el ToS han hecho que muchos expresen su intención de la cancelación de Adobe Creative Cloud; tampoco ha ayudado que Meta anuncie hace días que quiera usar las imágenes de Facebook e Instagram para entrenar su IA; que de hecho, el Centro Europeo de Derechos Digitales ya quiere detener según Ars Technica.