El 2023 fue el año en el que YouTube se puso seria con los bloqueadores de anuncios. Hasta ese momento, la porción de usuarios que no veía la publicidad gracias a extensiones o apps no era una preocupación para la compañía; esa política terminó de golpe y YouTube empezó a implementar avisos y limitaciones para estos usuarios que ni veían anuncios ni pagaban la suscripción de YouTube Premium.
En los últimos meses, YouTube se ha dado cuenta, por las malas, de que se ha metido en una ‘carrera armamentística’ con los creadores de los bloqueadores de anuncios; cada vez que YouTube ha implementado una novedad para forzar los anuncios, los desarrolladores han lanzado una nueva actualización que los desactiva.
Ahora, la compañía está experimentando con un nuevo sistema que puede ser el definitivo, y que puede obligar, de una vez por todas, a que veamos los anuncios. Así lo ha revelado el creador de una de las extensiones más populares para YouTube, SponsorBlock, que ha descubierto cambios en la manera en la que YouTube muestra anuncios a los usuarios.
El nuevo método consiste en insertar los anuncios en el lado del servidor. Para comprender por qué esto es importante, primero hay que explicar que, cuando pulsamos en un enlace para ver un vídeo de YouTube, los anuncios se descargan de manera independiente; el reproductor primero muestra el anuncio, y a continuación, muestra el vídeo que hemos solicitado. Los bloqueadores de anuncios funcionan evitando que el vídeo publicitario se muestre, ya sea bloqueando su descarga o su reproducción, para que salte automáticamente al vídeo que queremos ver.
La última actualización de YouTube, en cambio, mete el anuncio dentro del vídeo que queremos ver; así que el bloqueador no puede hacer nada, porque si bloquea el anuncio, también bloquearía el vídeo, ya que YouTube ahora sólo mostraría un archivo de vídeo. Para los bloqueadores de anuncios, sería “virtualmente imposible” bloquear sólo el anuncio, según el desarrollador. Existen métodos que podrían evitar la carga de anuncios, pero serían costosos para el usuario y los desarrolladores; pero no son los únicos que pueden salir perdiendo.
Y es que esta sería una solución un tanto extrema desde el punto de vista de Google, que tendrá que dedicar más recursos para mostrar vídeos y generar ingresos por publicidad. Eso es porque cada vez que un usuario pulse en un vídeo, el servidor ahora tendrá que editarlo e insertar el anuncio antes de servirlo; un proceso que requiere mucha capacidad de procesamiento y, por lo tanto, es muy costoso. La alternativa sería meter el mismo anuncio en todos los vídeos, o en una serie de vídeos, y mostrarlos a todos los usuarios; pero eso acabaría con los anuncios personalizados, la base sobre la que se asienta el imperio de publicidad de Google.
Por lo tanto, no es completamente seguro que Google finalmente vaya a aprobar la puesta en marcha de este sistema de anuncios; especialmente si tiene más que perder que de ganar. Por el momento, se trata de un experimento que sólo algunos usuarios están viendo, y la compañía no ha anunciado que lo vaya a activar para todo el mundo.