Aunque la seguridad de las pantallas táctiles de los coches aún está en duda, muchos conductores ya se han acostumbrado a sus ventajas y no quieren separarse de ellas; pero sólo si tienen Android Auto. Y es que poder usar sus apps favoritas en el coche, como Google Maps o Waze, es una gran motivación para usar las pantallas táctiles en primer lugar.

Eso ha quedado más claro que nunca con un nuevo estudio publicado por McKinsey & Co, que ha analizado el mercado global y las opiniones de los conductores; y la conclusión está clara: si no tiene Android Auto, es menos probable que un coche sea elegido por los consumidores.

En concreto, el 30% de los conductores que están buscando un coche eléctrico, y el 35% de los que están buscando un coche de combustión, han afirmado que la compatibilidad con Android Auto y con Apple Carplay es un “factor decisivo” en su futura compra; si el coche no es compatible con esos sistemas, simplemente no lo comprarán.

De hecho, es importante que la compatibilidad venga de serie con el vehículo. El estudio también ha preguntado si los compradores estarían dispuestos a pagar por una opción para ganar esa compatibilidad, y el 30% de los compradores de coches eléctricos ha dicho que sí, pero sólo el 17% de los compradores de coches de combustión ha respondido de la misma manera.

Otro resultado muy interesante llega con la pregunta de qué harían los conductores si la marca de repente quitase la compatibilidad con Android Auto de sus coches; el 52% dijo que usaría su smartphone en vez de usar el sistema que viene por defecto, y el 14% llegó a amenazar con irse a otra marca para su siguiente coche.

Android Auto Google El Androide Libre

Estos resultados son importantes porque algunos fabricantes se han planteado abandonar Android Auto para dar prioridad a sistemas propios, con los que pueden obtener más datos de los conductores y más ingresos (por ejemplo, para activar nuevas funciones o por publicidad).

El caso más famoso es el de General Motors, que posee algunas de las marcas americanas más populares, y que el año pasado encendió la polémica al anunciar que iba a abandonar Android Auto “por seguridad”. Desde entonces, la compañía ha intentado calmar los ánimos aclarando esas palabras (afirmó que se refería al uso del móvil mientras se conduce), además de prometer apps como Google Maps en su sistema propio. A juzgar por este estudio, GM tendrá problemas en el futuro si el 14% de sus conductores decide irse a otra marca por haber eliminado Android Auto.

Otras marcas están siguiendo el camino contrario: están eliminando funciones de sus sistemas integrados porque los usuarios prefieren Android Auto. Ese es el caso de Ferrari, que ha eliminado la navegación de sus sistemas para que los conductores usen Google Maps con Android Auto o Apple Carplay.