La conectividad es una de las funciones clave en los dispositivos que usamos en el día a día. Nuestro propio smartphone es tan útil como lo es porque puede conectarse a Internet y puede "hablar" con otros aparatos mediante diversas tecnologías, que van desde los cables de datos a maneras inalámbricas, como el Wifi. Una de las últimas novedades de Android, de hecho, es el permitir el intercambio de archivos usando Quick Share.
Pero si hay una forma de comunicación inalámbrica conocida entre todos los usuarios de móviles, independientemente del sistema operativo, esa es bluetooth. Esta tecnología de alcance medio ha sido la que ha permitido que dispositivos como los relojes inteligentes o los auriculares TWS se hayan vuelto masivos y, también fiables.
Pero no todos los usos de la conectividad bluetooth son conocidos. Más allá de poder enviar archivos de un aparato a otro, o conectar dispositivos entre sí para vincularlos con el smartphone, hay otros aparatos, menos llamativos, que pueden ser de gran utilidad, sobre todo para empresas, pero también para particulares. Son las balizas bluetooth o bluetooth beacons.
Qué son las balizas bluetooth
Este tipo de aparatos son pequeños dispositivos, del tamaño de una moneda, que funcionan solo tecnología bluetooth, emitiendo una señal única que puede ser detectada por otros dispositivos cercanos. Al funcionar con una pila que le da autonomía de varios meses e incluso años, y al ser tan pequeños, pueden ser ocultados en cualquier parte, sin que tengan que estar a la vista.
Estas balizas pueden establecer un canal de comunicación continuo con otros dispositivos, algo que permite la tecnología bluetooth y la diferencia, por ejemplo, de la tecnología NFC. El seguimiento de la localización de la persona que lleve encima un dispositivo bluetooth es una de sus principales funciones, ya que puede servir a modo de detector de personas pero identificando al usuario.
La señal emitida por una baliza contiene un identificador único que lo distingue de otros dispositivos. Así se puede identificar con precisión la fuente de la señal y evitar confusiones. La señal es bidireccional, por lo que puede ser recibida por otros dispositivos, como smartphones o tablets. Cuando un dispositivo receptor se encuentra dentro del alcance de este tipo de balizas, que se mide en decenas de metros, se establece un canal de comunicación que permanece activo mientras ambos dispositivos estén dentro del rango.
Algo importante es que la intensidad de la señal recibida varía en función de la distancia a la baliza, lo que permite calcular la distancia aproximada entre el dispositivo receptor y dicha baliza. Esto permite el seguimiento de dispositivos en interiores, sirviendo como alternativa al GPS en algunos casos.
Los protocolos que se pueden usar para utilizar este tipo de balizas son varios, pero los dos más comunes son los creados por Apple y Google. La empresa de la manzana creó iBeacon mientras que la del buscador desarrolló Eddystone, un protocolo de código abierto que funciona con móviles Android. Una de las ventajas de este último protocolo es que permite su uso sin que el usuario deba descargarse ni instalar ninguna aplicación. Eso sí, algunas funciones están vinculadas al uso del navegador Chrome.
Los dispositivos compatibles son aquellos que cuentan con bluetooth 4.0 o superior, es decir, cualquier móvil vendido en España en los últimos años. Además, hay otros dispositivos receptores que pueden funcionar y que mediante otra conexión (Ethernet, WiFi...) permiten enviar datos a un servidor.
Usos principales
Geolocalización. Las balizas pueden proporcionar una ubicación precisa de los usuarios dentro de edificios públicos o privados. Por ejemplo, se podrían crear mapas interactivos en función de la ubicación.
Domótica. Otro de los usos es la activación de ciertas rutinas o tareas dentro de la casa. La detección de un dispositivo bluetooth en una zona podría permitir la ejecución de ciertas tareas. Además, al poder calibrar la intensidad, es posible que se active sólo en ciertos escenarios, como cuando se entra en una habitación.
Mensajes por proximidad. Otra de las funciones de estas balizas es enviar mensajes de texto a las personas que pasan a una distancia en concreto. Esto es útil sobre todo en tiendas y centros comerciales, pudiendo servir para enviar ofertas a personas registradas, etc.
Objetos perdidos. Otro uso de este tipo de balizas es uno que sí que es común, el de las etiquetas de localización, como las SmartTag2 de Samsung. Estas etiquetas permiten ser ancladas a todo tipo de aparatos para poder localizarlos si se pierden.
Modelos disponibles
Hay multitud de empresas que se dedican a crear balizas bluetooth, sobre todo para el ámbito empresarial. Una de ellas es Accent Systems, que tiene cuatro modelos, algunos de los cuales son compatibles con los dos protocolos mayoritarios, el de Apple y el de Google. El precio varía en función del modelo y del número de unidades que se compre, pero el precio por unidad parte de unos 20 euros.
Los modelos de Fegtrty también son compatibles con los dos protocolos de Apple y Google y tienen un precio sustancialmente inferior. Una unidad cuesta unos 12 euros, pero en packs de 4 el precio es de menos de 40 euros. Otro pack disponible es el que se encuentra en AliExpress por menos de 45 euros con 5 piezas.
Hay modelos como los de KKM que se adaptan a multitud de situaciones. Algunos tienen un puerto USB para poder ponerlo en dispositivos como ordenadores. Otros tienen resistencia al agua, otros disponen de acelerómetro... Se adaptan bastante bien a todas las particularidades que pueda tener una persona que esté creando una red de este tipo.