La polémica de las pantallas táctiles de los coches continúa. Mientras los fabricantes renuevan su apuesta por esta tecnología, por precio y posibilidades, los conductores siguen sin estar convencidos de que sea lo mejor, por seguridad y comodidad. Ya hemos perdido acceso a la mayoría de los botones en los coches, y funciones básicas como el control de climatización ahora están 'ocultas' en una pantalla con una interfaz confusa.
Pero los botones no son las únicas víctimas de las pantallas táctiles; funciones que hasta no hace mucho eran imprescindibles han desaparecido de la noche a la mañana, y nadie se ha dado cuenta hasta que ha sido demasiado tarde. Como por ejemplo, la compatibilidad con los CDs.
Los 'compact discs' fueron en su día el principal método de distribución de música. Ofrecen grandes ventajas frente a sus predecesores, las cintas de casete, como una calidad de sonido sin pérdida y un tamaño más reducido y que hace más fácil llevar toda nuestra discoteca con nosotros. Eso es justo lo que muchos conductores hacían, cambiando el disco cuando querían algo diferente o grabando compilaciones de sus canciones favoritas. Algunos modelos de coche incluso tenían cambiadores de CD automáticos, que se cargaban en el maletero.
Lamentablemente, la era del CD en el coche terminó el pasado mes de julio de 2024, y sólo ahora algunos medios como Top Gear Países Bajos, se acaban de dar cuenta. A partir de ese mes, ningún fabricante de coches ofrece modelos compatibles con CDs en sus gamas disponibles en toda la Unión Europea, incluida España. En efecto, eso significa que si vas a cualquier concesionario buscando un coche nuevo con lector de CDs, con la esperanza de aprovechar tu colección, no lo vas a encontrar.
Aunque podemos echar la culpa a las pantallas táctiles, y de hecho la tienen en parte, la situación es algo más compleja, como suele ocurrir. Que todos los fabricantes hayan realizado el mismo cambio al mismo tiempo en sus productos es la pista de que esta no ha sido una decisión tomada a propósito, y que el CD es sólo una víctima colateral de un problema mayor.
Lo que realmente ha ocurrido es que el pasado mes de julio entraron en efecto el nuevo Reglamento General de Seguridad (GSR II) para coches nuevos vendidos en la UE. Estas reglas son más estrictas y obligan a los fabricantes a realizar modificaciones en sus diseños y a incluir más medidas de seguridad.
Por ejemplo, varios sistemas ADAS (de asistencia al conductor) ahora son obligatorios, incluyendo el frenado automático de emergencia o la alerta de colisión frontal. De la misma manera, los estándares de protección en caso de impacto se han mejorado, tanto para los ocupantes como para los peatones y los ciclistas. De esta manera, la Comisión Europea espera que se salven hasta 25.000 vidas y se eviten hasta 140.000 lesiones graves al año.
Aunque todos los modelos lanzados por los fabricantes en los últimos años ya fueron diseñados y producidos con antelación para cumplir estas reglas, algunos de los modelos más viejos que aún se seguían vendiendo no las cumplían. Ante esto, las marcas tenían dos alternativas: o modificaban los vehículos para cumplir la reglamentación, o los dejaban de vender. En ambos casos, el CD ha perdido.
Hay que aclarar que el nuevo reglamento no incluye ninguna prohibición contra los CDs porque puedan provocar distracciones ni nada parecido. Han ocurrido dos cosas que han llevado al fin de los CDs. Algunos modelos que aún tenían lector de CD han dejado de venderse; como por ejemplo, el Renault Twingo que ya sólo está disponible en versión 100% eléctrica con pantalla táctil. La otra posibilidad es que los modelos viejos hayan sido modificados con sistemas de asistencia que usan las nuevas pantallas táctiles sin lector de CD; como por ejemplo, el Mitsubishi Space Star.
En realidad, el final del CD en los coches parecía inevitable, ya que tarde o temprano, los fabricantes iban a reemplazar sus modelos viejos con otros que sólo tienen pantalla táctil. La nueva reglamentación de la UE sólo ha acelerado este proceso.
Eso no significa que no vayamos a volver a ver lectores de CD en los coches. Siempre cabe la posibilidad de que el formato disfrute de una resurrección, como ha ocurrido con los vinilos, que son más populares que nunca. En ese caso, seguro que algunas marcas empiezan a ofrecer compatibilidad de nuevo.