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Si compras un smartphone en España, hay dos posibilidades: o es un iPhone, o un Android. El mercado se ha estabilizado y sólo han quedado esas dos plataformas, con contadas excepciones en nichos concretos como los móviles básicos o en países como China con Huawei y su HarmonyOS. Pero dependiendo de cómo Apple y Google jueguen sus cartas, se puede sumar un tercer rival: Tesla.

La idea de un Tesla Phone no es precisamente nueva, y el CEO de la compañía, Elon Musk, lo ha planteado en más de una ocasión sin llegar a concretarlo. Ahora, Musk ha vuelto a hablar de esta posibilidad, y ha definido exactamente lo que tiene que ocurrir para que Tesla de el salto al mercado de los smartphones; aunque, como es habitual en Musk, estas razones no son muy concretas.

Musk volvió a aparecer como invitado en el podcasts de Joe Rogan, como parte de la campaña política en favor de Donald Trump antes de las elecciones de los Estados Unidos; el multimillonario suena como un probable miembro del gabinete si el expresidente consigue volver a la Casa Blanca, y para conseguirlo ha usado su red social X y ha aumentado sus apariciones públicas para hacer campaña.

Sin embargo, no sólo se habló de política. Rogan también preguntó a Musk sobre los rumores de un Tesla Phone, pero inicialmente, Musk negó completamente que estuviesen produciendo un smartphone. Eso sí, inmediatamente presumió que Tesla podía hacer un móvil si quería, y que "probablemente" estaba en la mejor posición para crear una plataforma alternativa a Android y a iOS.

Sin embargo, Musk aclaro que eso no es algo que quiera hacer, "a menos que tengamos que hacerlo". ¿Y a qué se refiere con eso? Según el jefe de Tesla, la compañía dará el paso si "Apple y Google/Android empiezan a hacer cosas realmente malas"; por ejemplo, si empiezan a censurar apps o ser "guardianes de acceso" en una mala manera. En ese caso, Tesla consideraría hacer un smartphone. Llama la atención que Musk haya usado el término "guardianes de acceso" ('gatekeepers' en inglés) teniendo en cuenta que es el mismo término usado por la Unión Europea para definir a las plataformas que deben seguir unas reglas especiales de protección de datos y competencia.

De esta manera, Musk quiere presentarse como el 'salvador' de la industria de los smartphones y su mala situación; y no es la primera vez que hace algo parecido. Cuando Musk compró Twitter por 44.000 millones de dólares, lo hizo anunciando la salvación de la red social y de los fallos cometidos por los anteriores líderes. Desde entonces, Musk le ha cambiado el nombre por "X", ha roto el botón de bloqueo, y ha hecho los 'me gusta' privados entre otras decisiones polémicas en la plataforma.