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Hoy vuelve de nuevo a la palestra Chrome y EE. UU. con el deseo de que se venda el navegador a un tercero para paliar los efectos de la dominación de Google en los buscadores, pero según varios expertos y exejecutivos del gigante tecnológico parece complicado que pueda aparecer una competencia real, y más si cabe con un navegador que la propia Google ha cercenado para dejarlo en la expresión mínima de la experiencia de usuario.

Y es que en los últimos años Google no ha incluido ninguna revolucionaria funcionalidad que eleve su experiencia, y parece ser que se debe a que no ha querido "entretener al usuario" para que se centre realmente en realizar búsquedas una detrás de otra.

Uno de los jefes de ingeniería de Chrome que ya no forma parte de la empresa, y que se mantiene bajo el anonimato, ha declarado que el motor de búsqueda podría haber sido un mejor producto si no estuviera atado a otros intereses comerciales que mantiene Google.

De hecho, aclara que la misma Google redujo la velocidad del desarrollo de nuevas funciones amigables, con la idea de no perjudicar unos ingresos publicitarios que dependen de que los usuarios hagan clic en los anuncios en los resultados de búsqueda. Es decir, que si Chrome no es un mejor navegador se debe a que ni se ha querido mejorar la página de nueva pestaña (donde suelen aparecer enlaces a otras webs) ni que el historial del navegador ofrezca una mejor experiencia de búsqueda de sitios visitados.

Cuanto menos se entretiene al usuario, más búsquedas realiza, y más ingresos publicitarios se generan, así que esta regla se ha mantenido pétrea para Google y en unas declaraciones de algunos de sus ejecutivos que estuvieron trabajando en Chrome, Search y Ads declararon a WIRED que no queda claro que las intervenciones del gobierno vayan a asegurar que se pueda poner en peligro la posición dominadora de Google como proveedor de búsquedas. 

El buscador de Google El Androide Libre

Rajen Sheth, que supervisó partes del negocio de Google y que ahora tiene una startup de software para crear cursos online, mantiene que los usuarios seguirán transitando por donde están acostumbrados en lo que él cree que es un mercado abierto: "dado el panorama tecnológico actual y sus diferentes actores, ¿hay algo que pueda marcar una diferencia real? prácticamente nada".

Sheth afirma que la realidad es que, aunque Google compartiera los datos de uso durante años de los usuarios en su buscador, e incluso algunos pasasen a motores de búsqueda alternativos, el gigante tecnológico cuenta con una infraestructura informática inigualable, datos únicos provenientes de distintos servicios de gran valor como Maps y más de 25 años de reconocimiento como una marca de valor por parte de los consumidores.

A Google todavía le queda la opción de apelar, lo que retrasaría la ejecución de la orden del juez durante años, y durante esa franja de tiempo el cuadro actual de las búsquedas en Internet podría cambiar radicalmente, así lo mantienen exejecutivos de Google que indican que las búsquedas tradicionales serán sustituidas por una experiencia similar a la que puede dar ahora ChatGPT o Gemini de Google con una interacción más interactiva y personal. Esta tecnología no está desarrollada del todo todavía, pero sí que lo esté posiblemente cuando la demanda del gobierno de EE. UU. contra Google finalmente se resuelva.