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La polémica de las pantallas táctiles de los coches continúa. Todo indica que la industria ha fallado estrepitosamente en su apuesta por los controles táctiles y las pantallas gigantes, perdiendo de vista lo que quieren los conductores e incluso obviando el efecto que tienen en la seguridad vial como distracciones durante la conducción. Hasta el Euro NCAP ha anunciado medidas contra las pantallas táctiles, especialmente en su uso para controles básicos del vehículo.

Por todas estas razones, cada vez más fabricantes están anunciando públicamente la vuelta de los botones al interior de sus nuevos coches, incluso si son eléctricos. Aunque los controles táctiles están asociados con los coches eléctricos por la imagen limpia y futurista que dan, en realidad una cosa y la otra no tienen nada que ver; y los próximos modelos eléctricos también apostarán por controles físicos, más fáciles de usar sin apartar la vista de la carretera.

La última marca en renegar públicamente de los controles táctiles es Volkswagen, y este es tal vez el anuncio más importante relacionado con esta tecnología; VW fue uno de los fabricantes que más apostaron por los controles táctiles, con modelos como el Golf adoptando una filosofía de diseño que levantó polémica. Pero ahora, la compañía está dispuesta a abandonar esa filosofía y apostar por otra completamente opuesta.

Así lo ha confirmado el jefe de desarrollo de Volkswagen, Kai Grünitz, en una entrevista a Auto Express (recogida por Motor1), anunciando un "nuevo lenguaje de diseño" que ya se empezará a notar en los próximos modelos eléctricos de la marca, y que afectará tanto al aspecto exterior como al interior de los nuevos modelos. 

Las próximas revisiones de los coches eléctricos de Volkswagen, el ID.3 y el ID.4, serán las encargadas de estrenar este nuevo diseño, pero se espera que también se use en la próxima generación de uno de sus modelos más populares, el Golf, que contará con una versión 100% eléctrica. Grünitz ha confirmado que, en el interior, la gran novedad será la vuelta de los controles tradicionales, con la inclusión de más botones físicos que permitan acceder rápidamente a las funciones más usadas.

Esa es precisamente una de las mayores críticas con las pantallas táctiles, que el acceso a funciones como el climatizador o la radio están ocultas en menús que requieren de la atención del conductor, en vez de simplemente detectar los controles con el tacto y cambiar lo que queremos, como se hacía antes. 

Los botones vendrán de la mano de un nuevo diseño en el interior de los vehículos Volkswagen, que será de mayor calidad que los actuales; esa es la respuesta a otra crítica dirigida contra los últimos modelos de la marca. Grünitz afirma que el objetivo de la nueva identidad visual es "volver al lugar de donde venimos", recuperando "lo que Volkswagen es conocida".