Publicada

Los que trabajamos en un ordenador y estamos 'enchufados' todo el día al móvil por motivos profesionales, conocemos muy bien el riesgo del abuso de las pantallas; pero es ahora que las razones de nuestros malestares empiezan a estar más claras, con nuevos estudios que analiza de manera más fiel el efecto que tienen las pantallas sobre la salud.

El último estudio, publicado por el Pacific Northwest National Laboratory (PNNL) se ha centrado en el efecto de la iluminación LED, aunque sus resultados se pueden aplicar a todo tipo de dispositivos que usan esa tecnología; como por ejemplo, las pantallas OLED que ya han sido adoptadas por la inmensa mayoría de los fabricantes de smartphones, como explica uno de los miembros del equipo a Android Central.

El gran problema de las pantallas OLED se encuentra en la frecuencia de parpadeo; esto no es un secreto, y muchos fabricantes han tomado medidas para mitigar este problema, pero este último estudio demuestra que eso no ha sido suficiente. Puede que mucha gente no conozca el problema del parpadeo de las pantallas OLED, pero seguro que han notado la diferencia cuando han cambiado su móvil viejo, que usaba una pantalla LCD, por uno nuevo: es posible que hayan sufrido síntomas como dolores de cabeza o vista cansada, especialmente después de usar el dispositivo durante mucho tiempo.

A simple vista, si encendemos el móvil y no tocamos la pantalla, nos puede parecer que la imagen es fija; pero en realidad, es un truco. Las pantallas OLED no están siempre encendidas; se encienden y se apagan de manera intermitente, con el objetivo de controlar el brillo a los niveles seleccionados por el usuario. Cuanto más tiempo pase entre cada encendido más bajo será el brillo; esta tecnología se conoce como PWM (Pulse Width Modulation). Por supuesto, esto es algo que no se nota, porque este proceso se realiza a una altísima frecuencia, tanta que el ojo humano no puede distinguir el momento en el que la pantalla se apaga, y a su vista, parece que siempre está encendida.

Aunque este proceso no es visible al ojo humano, es posible visualizarlo de manera muy sencilla: con la cámara de otro móvil. Si alguna vez hemos intentado hacer una foto a un smartphone moderno, seguramente habremos notado que la pantalla aparece oscura, o que muestra artefactos visuales que no se aprecian a simple vista. Ese es el efecto de la diferencia entre la frecuencia de parpadeo de la pantalla y la frecuencia del sensor de nuestra cámara, y es una molestia para los que nos dedicamos a fotografiar smartphones.

El problema es que, aunque no reconozcamos el parpadeo a simple vista, nuestro cuerpo lo nota, y de ahí los síntomas descritos anteriormente. Nuestros ojos y nuestro cerebro tienen que trabajar para adaptarse al parpadeo, y eso resulta en dolores y molestias a largo plazo, o incluso en pocos minutos, dependiendo de la persona.

Por supuesto, los fabricantes ya han tomado medidas contra este problema, y la principal consiste en aumentar la frecuencia de parpadeo de la pantalla; modelos como el Pixel 9 tienen una pantalla con PWM de 240 Hz, pero rivales como Samsung y Apple apuestan por los 480 Hz en sus Galaxy S24 y iPhone 15, respectivamente. Sin embargo, este estudio demuestra que eso no es suficiente.

Según los resultados del estudio, es necesario que la pantalla alcance al menos una frecuencia de PWM de 2.400 Hz para reducir el efecto del parpadeo en los seres humanos. En otras palabras, los cambios que han implementado los grandes fabricantes no sirven de mucho para solucionar este problema, aunque es mejor que nada. No hay que confundir esta frecuencia de parpadeo con la frecuencia de actualización de la pantalla, que también se mide en Hz pero que representa la cantidad de veces que la imagen de la pantalla se actualiza cada segundo.

Sorprendentemente, ya hay un fabricante que ofrece una pantalla con un PWM que se acerca a lo necesario: el vivo X100 Pro tiene una pantalla com PWM de 2.160 Hz, que sigue sin ser suficiente, pero que debería ser mucho más fácil para la vista. Con los resultados de este estudio, es de esperar que más fabricantes mejoren sus pantallas para alcanzar esas cifras.