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Hasta no hace mucho, las IPTV representaban un nicho muy pequeño, una tecnología usada por algunas empresas para emitir vídeo a través de Internet y que apenas tenía impacto en el consumo de contenido pirata, que se distribuía principalmente por descarga directa. Las IPTV para ver el fútbol pirata han ido ganando popularidad y los consumos de los consumidores piratas han cambiado.

Este aumento de popularidad ha sido respondido con nuevas leyes contra las IPTV y operaciones policiales contra sus responsables. Hoy, la policía italiana ha anunciado la mayor de estas operaciones hasta la fecha, en la que han participado Europol, Eurojust, y las fuerzas de seguridad de siete países más. El resultado es el arresto de 11 sospechosos, y 102 personas más han sido investigadas, cuya participación en la trama aún no se ha hecho pública.

En la operación han participado 270 agentes de la policía postal italiana, que han ejecutado 89 registros en 15 regiones de Italia; además, se han organizado 14 registros en el Reino Unido, Países Bajos, Suecia, Suiza, Rumanía, Croacia y China. De hecho, los arrestos se han realizado en Croacia, donde aparentemente los sospechosos tenían su base de operaciones. La operación, llamada "Taken down" ha durado dos años y ha sido posible pese al uso de los sospechosos de apps de comunicación cifrada, identidades falsas y documentos falsificados.

Aunque la policía no ha dado el nombre del servicio de IPTV que estaban gestionando los arrestados, sí que ha confirmado que se centraba en ofrecer contenido pirateado de televisión y servicios de streaming. Accediendo a la plataforma, los usuarios podían ver retransmisiones en directo de canales de televisión, además de acceder a contenido bajo demanda de plataformas como Netflix, Amazon Prime, Disney+, Sky, DAZN, y de propietarios de derechos como Mediaset y Paramount.

Este contenido era accesible a través de "numerosas páginas web", que emitían vídeo en directo a través de IPTV; por lo tanto, todo indica que este servicio no vendía dispositivos configurados para acceder a la plataforma. En total, las autoridades han requisado 2.500 canales ilegales de IPTV y los servidores usados para transmitir el contenido pirata en Europa, además de servidores en Hong Kong.

La policía afirma que los responsables de este servicio obtenían ingresos de 250 millones de euros al mes, indicando que se trata de una de las plataformas piratas más grandes cerradas hasta ahora. Los agentes confiscaron 40.000 euros en metálico, además de carteras virtuales con criptomonedas con valor de 1,65 millones de euros.

Según la policía, la plataforma era revendida a través de varios canales de distribución y una extensa red de vendedores, gracias a la cual habrían obtenido 22 millones de usuarios registrados. Los arrestados ahora se enfrentan a una variedad de cargos, no sólo relacionados con la vulneración de la propiedad intelectual, sino también de fraude, acceso no autorizado y blanqueo de dinero. La policía calcula daños de 10.000 millones de euros.