La mensajería instantánea ha hecho que el envío de SMS haya disminuido mucho en países como España, donde el elevado precio de los mismos a principios de siglo disparó el uso de servicios como WhatsApp. Sin embargo, aún hoy en día son usados para recibir los códigos de doble autenticación, los SMS de citas con administraciones públicas, etc.

Esto hace que tengamos una relación con los SMS menos directa que antes, pese a lo cual son usados por los delincuentes para intentar estafar a los usuarios tanto de Android como de iOS. Por eso es importante no pulsar en los enlaces que llegan desde SMS, especialmente si no sabemos bien por qué han llegado a nosotros.

Por suerte hay ciertos patrones de uso que podemos seguir para intentar evitar caer en estas trampas, aunque no haya una garantía total de impedirlo. Pero el sentido común siempre ayuda en estos casos, como sucede con las llamadas de comercializadoras de servicios, correos basura, etc.

Número extraño. Si recibimos un SMS de cualquier empresa u organización gubernamental pero viene de un número especialmente extraño, eso nos debe hacer desconfiar y no deberemos pulsar en el enlace que tenga. Muchas de las estafas provienen de países extranjeros y eso se deja ver en el prefijo del remitente.

Faltas de ortografía. Al igual que pasa con los correos de SPAM, muchas veces los estafadores escriben de manera errónea, pero no lo hacen por desconocimiento, sino porque así filtran el tipo de usuario que va a responderles, priorizando que les lleguen respuestas de personas menos preparadas.

Alertas y alarmas. Otro elemento que nos debe hacer sospechar es cuando un SMS tiene un tono de alerta o de prisa. Cualquier aviso de una multa, de una recepción de un paquete que va a caducar... todo lo que nos hace pensar que es mejor responder rápido suele ser falso.

URL extraña. Otro punto a analizar es el tipo de enlace que recibimos. Si la dirección está acortada y enmascarada, o si muestra un dominio que no es el oficial, nunca deberemos pulsar en el mismo ya que podríamos ir a una web fraudulenta que nos de problemas.

Por supuesto, además de no pulsar en los enlaces que nos llegan por este tipo de SMS, tampoco hay que responder a los mensajes, para no confirmar al remitente que hemos leído y recibido el mensaje original. Lo mejor que podemos hacer es bloquear al remitente y luego borrar el SMS.