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Llevo entrando y saliendo de gimnasios desde que tengo 18 años, y de eso hace ya más de dos décadas. Nunca me ha gustado practicar deporte, de ningún tipo, pero sé que es algo necesario para mantener una buena salud y, dentro de lo que cabe, el ejercicio cubierto de musculación en el gimnasio es lo que más me ha encajado siempre. Y en España parece que está de moda entre los más jóvenes. De hecho, en las últimas semanas he visto más gente joven en las salas de musculación que nunca. Sobre todo mujeres, que siempre solían inclinarse más por clases o cardio.

El motivo por el que he vuelto al gimnasio en los dos últimos meses ha sido porque quería perder peso. Eso y controlar ciertos parámetros de salud, pero sobre todo perder peso. Nunca he sido una persona delgada, pero sí que he sido capaz de bajar de peso cuando me lo he propuesto. Hace unos diez años, al volver de vivir un año en Estados Unidos, bajé unos 20 kg en un año, y esta vez quería proponerme algo similar, pero en la mitad de tiempo.

Llevo poco más de dos meses y he logrado bajar la báscula poco más de 10 kg. Eso sí, pese a que hay varios dispositivos que me han acompañado en el día a día y me han enseñado mucho sobre cómo se comporta mi cuerpo, el motivo por el que he bajado de peso ha sido el obvio: ejercicio y comer bien.

Al llevar más de un año sin pisar un gimnasio empecé los primeros días con una rutina más tranquila, porque no tiene sentido acabar con agujetas y no querer volver en una semana. Actualmente intento entrenar entre 5 y 7 días, dos horas cada día. Es mayormente entrenamiento de cardio, 40 minutos de bici y 40 minutos de cinta, más unos 25 minutos de musculación, a lo que sumo un paseo de otros 20 minutos.

La otra pata de esta estrategia es la alimentación. Obviamente he cambiado mi forma de comer, pero tenía clara una premisa: no podía ni pasar hambre ni tener la sensación de que estaba a dieta. Esto es muy relevante porque sino no podría mantener ese ritmo durante medio año, que es lo que pretendo.

Samsung Galaxy Ring Álvarez del Vayo El Androide Libre

Pero junto a esos dos pilares hay otras cosas que han ayudado, ciertos dispositivos que he usado a diario y que me han servido para aprender mucho. Esto es sólo mi experiencia, pero quería destacar que no es necesario ni gastarse mucho dinero en aparatos, ni llevar una estrategia extremadamente rígida. De hecho, esto a veces es contraproducente, porque las circunstancias de cada persona hacen que no siempre es posible llevar la misma disciplina.

Amazfit GTR 4

El primer dispositivo que he usado ha sido un reloj inteligente. Este smartwatch, el Amazfit GTR 4 es el que he usado en los últimos meses, mucho antes de empezar en el gimnasio, y no he visto necesario cambiar a otro por mucho que pudiera dar mejores métricas. Mi intención es perder peso, no entrenar para un Ironman.

Amazfit-GTR-4 Álvarez del Vayo El Androide Libre

Lo he usado para ser consciente de cuántos pasos he dado al día. En un día normal, con entrenamiento, apenas pasaba de los 6000 pasos, pero obviamente ahí no se contabilizaban ni los 40 minutos de bici ni los ejercicios de musculación. Pero sí que era relevante llevarlo encima en los días que no entrenaba, porque estuviera de viaje, porque no pudiera... En esos casos intentaba llegar a los 10.000 pasos de forma normal, sin buscar activamente hacer ejercicio.

Otro parámetro importante era el sueño. El reloj podía informarme de cómo había dormido, para ver cómo me sentaba entrenar por la mañana, lo que hacía los fines de semana, o por la tarde, lo que hacía en los días laborables cuando terminaba de trabajar.

Estos relojes tienen muchas más funciones, como el seguimiento del pulso o la saturación de oxígeno en sangre, pero para mi caso no era algo necesario. En las máquinas de cardio podía medir mis pulsaciones de manera fiable. Sí que he usado esto para ver cómo iba cambiando el conteo de pulsaciones al subir escaleras en casa, para comparar cómo era antes de empezar estos dos meses de entrenamiento y luego, viendo la mejoría.

Xiaomi Smart Scale

El segundo aparato que he usado varias veces al día ha sido la báscula inteligente de Xiaomi, la Xiaomi Smart Scale. Este dispositivo nos permite medir el peso con mucha precisión, y además se sincroniza automáticamente con la aplicación Zepp, que es la misma que uso en el reloj.

Xiaomi Smart Scale El Androide Libre

Se dice que no es necesario pesarse todos los días, pero en mi caso lo he hecho. Es más, me peso dos o tres veces al día para saber cómo funciona el cambio en la retención de líquidos, la hora del día en la que lo hago, lo que como, etc. No se trata de obsesionarse con las cifras de la báscula, sino de aprender cómo va a responder tu cuerpo cuando comes ciertas cosas o cuando bebes más o menos de lo normal.

Xiaomi Airfrier 6.5 L

El tercer dispositivo es uno que analicé hace unos meses y que no esperaba que fuera a usar tanto. Se trata de una de las freidoras de aire de Xiaomi. El poder cocinar sin mucho aceite es clave si queremos bajar de peso. Esto es también posible hacerlo con un horno, pero como siempre como solo es más cómodo usar este tipo de aparatos.

Freidora de aire de Xiaomi Álvarez del Vayo El Androide Libre

Hay muchas recetas para exprimir este tipo de freidoras, que en realidad son hornos de aire. Mi favorita, no obstante, es TikTok. Ya comenté hace un tiempo que el uso principal que le doy a esta red social de vídeo es el de buscar recetas y luego hacerlas, que muchas personas guardan decenas de recetas para no hacerlas jamás.

Obviamente me centro en aquellas que son saludables, y que permiten comer platos muy ricos sin tener que usar alimentos que engorden mucho. Hay muchos perfiles de entrenadores personales, aficionados al deporte o incluso gente que le gusta la cocina y se especializa en planos especialmente saludables.

Del Galaxy Ring a Alexa

Además de esos tres dispositivos, que uso a diario, hay otros que he probado pero que no he llegado a integrar en mi rutina. Uno es el Samsung Galaxy Ring, del que ya conté que era posible usar incluso cuando entrenábamos con pesas, pero que en mi caso me daba información redundante con el reloj.

También he usado mucho los altavoces de Amazon (aunque los de Google valdrían también) para preguntar por la cantidad de calorías que tienen los alimentos. esto es importante de cara a cocinar y preparar un plato. No se trata de descartar todo lo que parezca que engorde, sino de saber qué se está comiendo. Obviamente esto también se puede saber buscándolo con el móvil pero cuando estás cocinando es muy cómodo hablar en vez de tener que limpiarte las manos, coger l móvil, teclear...

Cocinando con el Amazon Echo Show 15

El último aparato lo he incorporado hace menos, pero se convertirá en un imprescindible. Se trata de una báscula de cocina. No es inteligente y es muy sencilla, pero ayuda a calcular pesos. En España, al menos en el sur, siempre tenemos la sensación de que la comida no es suficiente y acabamos comiendo mucho más de lo necesario. Una báscula nos ayuda a pesar la comida y no ingerir más de la cuenta.

Consejos

Estoy muy lejos de ser un experto en nutrición o un atleta aficionado siquiera. Como he dicho antes, llevo más de dos décadas entrando y saliendo de gimnasios, pero si de algo me he dado cuenta es de que a la mayoría de personas lo que les hace falta son estrategias que no sean demasiado rígidas para poder amoldarse a sus vidas.

De nada vale que recomendemos productos de 1.000 euros con entrenamientos muy intensos si a las dos semanas vamos a dejar de lado el ejercicio. La constancia y la fuerza de voluntad son claves, pero sobre lo que las apliquemos depende de nosotros. Cada persona tendrá sus metas, sus capacidades y sus necesidades y hay que ser conscientes de ellas.