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Adiós a Windows 10: el sistema va a ser abandonado este año por Microsoft aunque siga siendo el más usado

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Microsoft tiene un serio problema entre manos; y no se trata de las polémicas con Recall de Windows 11, aunque puede que esté relacionado. Hablamos del fin de Windows 10, que ocurrirá este mismo año si la compañía no da marcha atrás en el último momento; y si no lo hace, puede poner en peligro a cientos de millones de usuarios de ordenador.

El fin de soporte de Windows 10 está programado para el próximo 14 de octubre de 2025; por lo tanto, ya quedan un poco más de 10 meses para que Microsoft abandone completamente el sistema y a sus usuarios. Es algo inevitable y por lo que ya han pasado recientemente los usuarios de Windows 7 y Windows 8.1; la gran diferencia en esta ocasión es el enorme éxito que aún disfruta Windows 10.

Según cifras de Statcounter, Windows 10 aún está presente en el 65,82% de los ordenadores con Windows instalado, siendo la versión más usada por mucha diferencia; ese porcentaje representa entre 850 millones y 900 millones de usuarios, según cifras de Forbes, usuarios que de la noche a la mañana pasarán a usar un sistema inseguro y se convertirán en el objetivo de los 'hackers'.

Aunque a partir del próximo 15 de octubre los ordenadores con Windows 10 seguirán funcionando, ya no recibirán más actualizaciones de ningún tipo; eso incluye las actualizaciones de seguridad, que incluyen parches para los 'bugs' descubiertos. En otras palabras, a partir de ese momento, si se descubre un fallo en Windows 10, los 'hackers' y atacantes podrán aprovecharlo sabiendo que Microsoft no lo va a solucionar. Si la situación no cambia, el sector informático puede enfrentarse a una situación apocalíptica en el peor de los casos.

Se trata de una situación familiar para Microsoft. Al igual que ocurre con Windows 10, Windows XP fue un sistema muy popular que mantuvo una base de cientos de millones de usuarios incluso después del lanzamiento de Windows Vista. Como resultado, aunque oficialmente el soporte de Windows XP terminó en 2009, Microsoft no tuvo más remedio que extenderlo hasta el 2014, e incluso admitir algunas excepciones con actualizaciones hasta el 2019, diez años después del plan inicial.

Microsoft quiere evitar a toda costa que ocurra algo parecido con Windows 10, y por eso lleva un año con una campaña promocional muy intrusiva, con anuncios de Windows 11 que ocupan toda la pantalla y que no pueden ser desactivados; los usuarios de Windows 10 sólo pueden descartarlos hasta que vuelvan a aparecer. 

Pero ni siquiera eso ha sido suficiente para convencer a los usuarios, más bien al contrario: según StatCounter, Windows 10 amplió su cuota de mercado durante los dos últimos meses del 2024, después de medio año de pequeñas caídas. Así las cosas, la cuota de Windows 11 no llega a superar el 30%, a todas luces insuficiente para ser considerado el 'líder' del sector.

Los escándalos de privacidad de Windows 11, y la apuesta extrema por la IA en el escritorio probablemente no han ayudado; puede que no sea coincidencia que la cuota de Windows 11 cayera al mismo tiempo que el lanzamiento de la actualización 24H2 que trae nuevas funciones basadas en IA.

Para muchos usuarios, que sólo quieren un sistema rápido y familiar, esas novedades no son un motivo de peso para cambiar de sistema operativo. Además, no es como si Microsoft lo esté poniendo fácil; recordemos que Windows 11 tiene requisitos muy elevados, y que la compañía se ha negado públicamente a recortarlos. Así las cosas, Microsoft tendrá que tomar una importante decisión en diez meses: dar marcha atrás en sus planes, o abandonar a cientos de millones de usuarios a su suerte.