En un mundo perfecto Android es un Sistema Operativo que se integra en un móvil, en el que el primero evoluciona y trae mejoras, que viniendo de la mano de Google suelen ser grandes y geniales para todos. Cuando estas mejoran aparecen las instalamos en nuestro móvil y vamos a todas partes con nuestra versión actualizada de Android. Eso es un mundo perfecto. Pero aparentemente y por lo que hemos visto, el mundo se aleja mucho de esa perfección, ya que no es eso lo que ocurre. Por el contrario, lo que vivimos es un mundo en el que aparece una actualización de Google y para cuando llega a nuestro termina ya hay dos o tres versiones superiores, salvo en algunas excepciones. Y eso si llegamos a recibir la actualización, porque muchos quedan con versiones obsoletas de Android. De forma resumida este problema es lo que se conoce como fragmentación, y es tanto uno de los mayores problemas que vivimos en el mundo Android como una de las cosas más criticadas desde fuera.
Sin embargo hoy se ha anunciado algo que posiblemente cambie todo esto. Se ha creado una alianza de fabricantes que se van a comprometer a trabajar estrechamente con Google para actualizar los terminales a la última versión de Android. La liga Google ha llegado.
El problema
Samsung por su parte, Sony Ericsson por la suya, Google desarrollando Android y hablando con terceros para su modelo de Nexus… así no se puede, de verdad. Francamente, la desorganización es lo que ha caracterizado a nuestro sistema operativo móvil favorito durante este tiempo. Es verdad que es difícil esperar otra cosa, ya que estamos hablando de un sistema que cualquier fabricante puede incorporar a sus teléfonos, y eso crea muchos problemas. Ya hemos repasado varias veces cómo algunos fabricantes se han aprovechado del tirón de Android para hacer móviles malos y venderlos argumentando que llevan Android. Pero el problema de la desorganización va más allá. El problema es que si uno está pendiente de su dispositivo y su interfaz mientras otro desarrolla un sistema operativo se forma un jaleo en el que acaban cortándose las comunicaciones y pasa lo que ha pasado. Que a estas alturas sigue habiendo teléfonos de gran potencia que a duras penas actualizan a Froyo, cuando ni si quiera es la última versión de Android.
Pero bueno, al fin y al cabo, qué vas a hacer, ¿poner a todos los fabricantes de acuerdo para llevar un orden? Vaya ideas de loco… o no, espera, si es eso lo que van a hacer.
La solución
Repito: La liga Google se compromete a que si te compras un teléfono, durante los próximos 18 meses dicho terminal reciba actualizaciones casi al instante (unos pocos días de margen para personalizarla cada uno a su gusto) siempre y cuando el hardware lo permita.
Por fin vemos a Google dar un primer paso en este gran problema de las actualizaciones y la fragmentación. Esto demuestra que tienen interés y que han reconocido el problema.
¿Donde está la trampa?
Como diréis, demasiado bonito para creer. Podemos decir que hay 2 trampas.
- Únicamente se han comprometido los que están en la Liga de Google (los de la foto de arriba). ¿Qué quiere decir? Que ni Orange, Movistar o marcas menos conocidas de teléfonos están en ella. Y por lo tanto no se comprometen a nada. En resumen, que Samsung puede sacar la actualización, pero que si Movistar se toma su tiempo, ya será culpa de Movistar. Eso si, toda la culpa del retraso será de la operadora, y supongo que Google lo vigilará de cerca.
- La excusa del hardware estará presente, por ejemplo: sale el mierdo-movil X con prestaciones bajas y sacan Android 5.0. La compañía podrá no actualizarlo alegando que no soporta esa versión avanzada de Android.
En cualquier caso es un gran paso. Esta solución no es nada sencilla de lograr, pero era la evidente. Si pensamos en iPhone vemos como la colaboración es entre un solo fabricante y un solo desarrollador. Esto facilita muchísimo la tarea pero, ¿qué haces si tienes un desarrollador pero muchos fabricantes? Pues reúnes a todos ellos en un equipo o una alianza para funcionar como una unidad. En teoría suena genial, y es una idea fantástica, pero en la práctica algo tan ideal da bastante miedo. Esperemos que salga bien, aunque si lo pensamos, en el peor de los casos sólo puede mejorar la situación actual.