Es curioso el mundo Android, constantemente estamos hablando de la fragmentación, de como un porcentaje de móviles tiene una versión, otros tienen otra y encima algunas aplicaciones funcionan en algunas versiones pero no en otras. Estamos hartos de leerlo en todas partes, y eso provoca que cada nueva versión de Android haga que nos volvamos locos deseando recibirla lo antes posible en nuestros dispositivos. Los más suertudos nos instalamos ROM personalizadas, que se desarrollan rápido y que mejoran el rendimiento de nuestros teléfonos de una forma considerable.
No obstante, de vez en cuando nos encontramos con que los fabricantes lanzan las suyas… y la lían.
Con las prisas por lanzar una versión, pero sin interés por hacerlo, ponen a poca gente, muy poca, a trabajar en ello, y entonces las versiones, incluyendo la configuración personalizada del fabricante, se retrasan, y no van todo lo finas que deberían ir.
Hay casos más flagrantes y menos, pero últimamente ha habido dos que han sido increíbles fallos. Por un lado Asus, preparando una actualización para el Transformer TF101 a Ice Cream Sandwich se precipitó y mucho. El Transformer Prime recibió la actualización antes (es normal, el equipo de desarrollo estaría trabajando con ese dispositivo, y es más fácil terminar con uno y continuar con el otro, aunque sea anterior) y muy estable, pero el abuelo de esta familia la recibió a finales de Febrero y fue un pequeño desastre. La batería se volvió loca, reiniciando el tablet cuando quería, destrozando su duración. Además muchas aplicaciones que antes funcionaban ahora no lo hacían, y entre las que si, unas cuantas vieron muy mermado su desempeño (como por ejemplo los reproductores de video y la reproducción en HD). Lo peor es que hoy, dos meses después, Asus no ha dado una respuesta.
Y no son los únicos. los coreanos de Samsung han hecho una barbaridad parecida con su actual buque insignia, el Samsung Galaxy S II, destrozándolo en su camino por conseguir la actualización a tiempo…
Es decir, que dos de los mejores dispositivos Android (por no decir que los mejores) en sus generaciones han sido vilmente asesinados en una absurda carrera por tener la versión más actualizada.
Gracias a mi trabajo sé que no es fácil probar todas las cosas antes de sacar una actualización, o incluso un nuevo dispositivo, pero precisamente por eso, también sé que es imprescindible el feedback por parte de los usuarios y la atención a esa información por parte de la compañía. Es importante ofrecer una respuesta adecuada y rápida a estas situaciones, es importante que las empresas se parezcan un poco más a las comunidades de usuarios, que con menos medios, con menos personal y con menos recursos logísticos son capaces de adaptar una nueva versión, a veces con errores, sí, pero precisamente por eso, escuchan a la gente que usa esas versiones de software, y trabajan para resolver los errores que se presenten.
Y vosotros, ¿qué opináis? ¿creéis que Samsung y Asus la han liado? ¿son o no mejores las comunidades de desarrollo que los propios fabricantes al respecto?