La semana anterior llegó a nosotros la developer preview de Android M, la siguiente versión que protagonizará la llegada al Otoño como ya hizo Lollipop el año anterior. Tras conocer algunas de sus características, muchos nos comenzamos a preguntar si esta nueva versión llegaría a nuestros tan queridos teléfonos, y es que a pesar de lo mucho que ha mejorado Android, las actualizaciones siguen siendo un tema que le queda camino por recorrer.
Android M, ¿Grandes cambios o una versión continuista?
Desde su presentación, hemos recibido gran información acerca de las características que marcan la diferencia con Lollipop, mientras que a su vez rondaba nuestra cabeza una incógnita ¿Como numeramos Android M?
Y es que versión tras versión, siempre tenemos un título característico en el que nos encontramos el nombre de un dulce, y un número de versión. Si bien el tema del dulce no nos importa tanto (ya que es el nombre comercial) el número de versión sería un debate más interesante ¿5.2 o 6.0?
Es importante atender cual sería la numeración de Android M, ya que nos daría información sobre como considera Google su nuevo dulce navideño. Tradicionalmente, el cambio de unidad ha quedado reservado para aquellas versiones con mayores cambios, mientras que los cambios en decimales han quedado relegados a versiones más continuistas.
Hasta el momento, cada cambio de unidad ha correspondido con un cambio de interfaz gráfica, por lo que la existencia de Material Design nos daría como pista que Android M sería una versión menor, conocida como Android 5.2. Otros motivos para apoyar esta nomenclatura sería que gran parte de las novedades son correcciones de los errores de Lollipop. Aún así, por novedades como Android Pay, Chrome Custom Pages y Google Now on Tap, no sería una sorpresa que acabase llamándose Android 6.0
Android y la eterna historia de las actualizaciones
Ciertamente, podríamos pasar horas discutiendo sobre sus virtudes o su nombre final, que al final el dato que más nos interesa saber es si llegará a nuestras manos o nos tocará quedarnos en la zona de la fragmentación, zona que ni Google ni el resto de fabricantes parecen no querer corregir.
Como en cada nueva versión, todos los fabricantes entran en una carrera por gritar a los cuatro vientos que su último terminal será actualizado. Ya conocemos esta historia de años anteriores, y siempre acabamos preguntando sobre el resto de terminales de la compañía. En ocasiones tenemos la suerte de recibir las actualizaciones con aún más retraso que los modelos principales, mientras que en otros casos solo recibimos un incómodo silencio.
Un ejemplo de ello es el de HTC con sus M9 y M9+, los cuales parece que recibirán Android M ¿Y qué sucede con los M8 y M7, o incluso con la gama media? Esta actitud nos da a pensar de que el M9 formará parte del incómodo silencio el próximo año, y es que a pesar de lo mucho que ha evolucionado Android, seguimos con la canción de siempre.
Todos estos fabricantes que trabajan con Google forman parte de la Open Handset Alliance, una asociación cuyo denominador común es Android. Como miembros de esta asociación, los fabricantes se comprometen a mantener actualizados sus terminales durante 18 meses o mientras el hardware lo permita. Hasta el momento, la segunda razón ha sido la causa a la que los fabricantes recurren para abandonar sus dispositivos, pero es una tendencia que debería desaparecer.
Android sigue siendo un sistema que gasta elevados recursos, pero la evolución del hardware ya no es tan acusada como años atrás, viendo como terminales que están a pocos meses de cumplir 3 años como el Nexus 4 se desenvuelven en Lollipop con tremenda fluidez. El hardware actual envejece bastante bien y nos merecemos mejores ciclos de actualizaciones, pero el panorama actual es el que hay.
¿Pero llegará Android M a mi teléfono?
Pero mientras que la Open Handset Alliance no se ponga al día con el panorama actual, nos queda vivir con la duda sobre que dispositivos serán los que reciban la nueva actualización que promete mejorar nuestro sistema. Si atendemos al calendario de Google, recibiremos la versión oficial a finales del tercer trimestre del año, es decir, sobre Septiembre de este año.
Si hacemos una cuenta exacta, los fabricantes asociados a la Open Handset Alliance tendrían el compromiso de actualizar a Android M todo dosipositivo lanzado de Marzo de 2014 en adelante. Si los fabricantes se acojen a actualizar sus terminales más capaces, nos quedaría como dato que tanto la gama alta de 2015 como la de 2014 recibirían su nuevo dulce, ¿no?
Esa premisa sería correcta si las actualizaciones se realizasen de forma automática e instantánea, cosa que en la vida real no sucede. Las actualizaciones requieren un trabajo y coste para llegar a una versión estable que suele rondar en una espera de 3 meses, incluso más si la versión posee tantos errores como Lollipop.
Este aditivo repercute en que toda esa gama alta del año anterior que supuestamente entraba en el compromiso, ve como su futuro pende de un hilo, siendo responsabilidad de cada fabricante decidir si seguir a rajatabla los 18 meses mínimos, o extender el soporte, ganándose un mejor nombre en el público.
Afortunadamente, los terminales de gama alta mejoran levemente su suporte, actualizando sus dos últimas generaciones, aunque al final son solo Google y Motorola quienes están cumpliendo el compromiso, siendo el caso destacado de la Nexus 7 de 2012, que durante el próximo mes cumplirá 36 meses en el mercado, un soporte que duplica el compromiso mínimo, y que esperamos sea ejemplo para los demás fabricantes.
¿Creéis que Android M será un nuevo comienzo para los fabricantes, o pensáis por contra que todo permanecerá igual? Se abre el debate.