Tras ver cómo será a priori la última actualización de Android en su versión 8.0, podemos definir unos cuantos pasos a seguir por parte de Google sobre qué quiere conseguir al respecto. Tras una entrevista, tenemos más pistas.
Android 8.0 está a la vuelta de la esquina. Tras una tercera Developer Preview tenemos una idea más amplia de lo que quiere Google que sea la nueva versión de su sistema operativo estrella, ya sea de forma estética como a nivel de software. Cada vez que llega una nueva versión de Android, las cosas quedan más claras. Y eso es algo que se ve a simple vista.
Tras una entrevista a Dave Burke, uno de los ingenieros de Android con mayor responsabilidad en su cargo ha arrojado más luz a lo que suponen los últimos pasos de Google respecto a nuestro sistema operativo de mano de las actualizaciones venideras. Ha respondido a muchas preguntas y ha proporcionado mucha información bastante valiosa para entender mejor de primera mano qué suponen estos actos y a dónde llegan. Repasamos lo más importante para que podáis haceros una idea de lo que ocurre.
Prioridad: mantener a Android en su sitio
Una de las cosas que más percibimos de lo que es Android O respecto a Nougat, es el reducido número de mejoras mayores sin contar las estéticas. Mientras que Nougat trajo Vulkan o una nueva plataforma dedicada al campo de la realidad virtual, O nos proporciona algunos cambios estéticos bastante drásticos y mejoras adicionales que no marcan una diferencia abismal.
Se le ha preguntado por esto a Burke, y ha dejado claro que su intención con esta versión es mantener la viabilidad de Android de cara a tiempos futuros. Según palabras de Dave: «Para la nueva versión de este año, en vez de pensar: «¿Qué estamos haciendo para que un teléfono sea nuevo en 2017?» pensamos más en: «¿Qué vamos a hacer para asegurarnos que Android esté en una buena posición los siguientes 5 o 10 años?» Esto es interesante, puesto que es una pregunta que poca gente se plantea. Ahora disfrutamos plenamente de Android, pero esto no ha sido cosa de la noche a la mañana. ¿Qué pasará en el futuro?
Dentro de esta idea, Burke ha puesto el foco en dos cuestiones «vitales» para asegurarse el éxito en Android. «Las dos categorías que consideramos vitales son la salud del propio sistema y Project Treble, que es en lo que radica lo que podemos hacer para reducir el coste de las actualizaciones, para que podamos recibir estas actualizaciones más rápido.» Dave hace énfasis en la importancia y el trabajo que está recibiendo Project Treble para facilitar el uso y llegada de las actualizaciones de Android a los dispositivos.
El soporte, un tema candente
Como muchos sabréis, la política de soporte de Google con los Pixel y anteriormente con los Nexus era de más de dos años de soporte. El entrevistador ha hecho énfasis en el hecho de que ahora Google está peleando de tú a tú con Apple y dicha cifra de soporte ni se acerca a la que ofrece la manzana al iPhone: 5 añazos. Se le ha preguntado a Burke qué podría hacer al respecto Google teniendo en cuenta a Treble en el camino, y la respuesta ha sido reveladora.
Mientras que Google tiene dos años de soporte para el Pixel, Apple sostiene 5 para sus iPhone
En boca de Dave Burke: «Hoy, cuesta demasiado actualizar un Android. La cantidad de trabajo y dependencias que se necesita es demasiado alta. El fabricante tiene que depender de los drivers del procesador y esperar hasta que se libere el código de este. Estamos intentando paralizar este tipo de cosas al mínimo posible, a si que podremos seguir dándole soporte a Android y trabajar con ello.»
Este comentario es bastante desalentador, puesto que no tenemos confirmación oficial de que Google vaya a intentar mejorar el sistema de soporte ni de sus Pixel ni de otros dispositivos futuros. Por contra, vemos una clara intención de acortar los costes que esto supone, una práctica que a la larga podría contagiarse a otros fabricantes y poder tener Androids con menos fragmentación, más eficientes y con mayor calidad.
Dave también ha hablado sobre el kernel Linux. En enero de este año, la versión 3.18 que poseen los Pixel llegaba a su fin. Esto choca fuertemente con la política de parches de seguridad que caracteriza el soporte de Google con los Pixel (y por ende, a los Nexus) y por supuesto se ha comentado. La respuesta ha sido firme: «Estamos trabajando en 4.4 (internamente).» Sin anuncio previo, se extrae que Google desea actualizar el kernel Linux que posee su buque insignia, lo cuál es algo lógico.
«Estamos trabajando en 4.4 (internamente).»
Ha dicho bastante más al respecto. Lo que se extrae es básicamente es que Google se está esforzando cada vez más en abandonar la versión 3.18 y que no están trabajando mucho más con ella. ¿Podría esto afectar a los demás fabricantes? Además, ha hecho una afirmación un tanto peculiar cuya conclusión podréis sacar: «La cuestión es que en general no cambiaremos el kernel con una actualización. Nadie lo hace en la industria, puede que con los Chromebooks, por que es simplemente demasiado escaso en esta.
¿Qué se puede sacar de todo esto?
Sin duda, es esperanzador que Google le esté metiendo tanta mano a Project Treble. De prosperar, se podría combatir mucho más eficientemente la fragmentación y el problemático asunto de las actualizaciones y el soporte de diversas marcas. Pero también preocupa que Google no se esmere en zanjar el problema con su terminal estrella. Todos sabemos que Google es como un espejo para muchos: lo que ellos hacen, lo hacen los demás.
Google quiere solucionarlo, pero es preocupante que el estándar sean dos años de soporte en el mejor de los casos
Deseo de forma profunda que Project Treble prospere. Quiero que Android O marque un impás en la industria, que pegue un golpe sobre la mesa y siente las bases de un intento de acabar con la fragmentación de una vez por todas. No tenemos nada que envidiarle a sistemas como iOS, pero es por lo menos que peculiar que nuestro sistema rival nos gane en algo tan básico como el soporte de sus dispositivos en 2017. No quiero gastarme cientos de euros para que mi empresa se olvide de mí, y tener que buscarme las castañas. No todos somos desarrolladores, y Google debería darse cuenta de ello.
Somos usuarios, no carteras.