Samsung ha sido durante mucho tiempo la referencia de todos los fabricantes de móviles Android. Es la marca que compite directamente con Apple en la gama alta, y eso la ha llevado a intentar mejorar algunos aspectos como el relacionado con las actualizaciones de Android.
Los constructores de móviles que usan el sistema operativo de Google no se caracterizan por actualizar durante mucho tiempo sus terminales. Esto va en contra de sus propios intereses: vender más móviles.
Sin embargo, poco a poco las marcas se dan cuenta de que fidelizar a sus usuarios es más rentable que pelearse por ellos con otras firmas. Para eso Samsung cambio hace unos meses su política de actualizaciones, dando hasta 4 años de soporte en algunos modelos actuales.
Las actualizaciones del Samsung Galaxy S8 llegan a su fin
Este es el tiempo que ha pasado desde que en marzo de 2017 la compañía presentara sus móviles de gama alta de ese ejercicio, los Samsung Galaxy S8 y S8+.
Ambos modelos han sido actualizados a versiones mayores de Android, y también han recibido durante unos años actualizaciones mensuales de seguridad, y posteriormente trimestrales.
Ni siquiera Google ha mantenido las actualizaciones de seguridad durante tanto tiempo, como bien indican en Droid Life.
Esto exactamente es lo que pasó en 2020 con el Samsung Galaxy S7 y lo que pasará el año que viene con el S9, salvo que Samsung decida cambiar su política, aunque no parece que tenga ahora mismo muchos incentivos para ello dado que es la referencia en este aspecto.