Hoy hemos sabido de un nuevo proyecto que avanza día a día y que mejoraría mucho la comunicación frente a caídas de la red, por ejemplo, en catástrofes naturales. Si mañana ocurre un terremoto en España (toco madera) y se lleva por delante la infraestructura de telecomunicaciones de las principales operadoras, todos (o casi todos) nos quedaríamos sin red. Estaríamos «incomunicados» frente a una catástrofe natural en la que lo primordial es la comunicación con las autoridades y la información al instante. Pues bien, algunas grandes mentes han estado pensando en cómo solucionar este problema y parece ser que se acercan bastante a una solución muy factible.
Thomas y Jeff Robble, trabajadores de Mitre, quisieron encontrar una solución al problema que planteamos en esta entrada. Ésta sería crear una conexión de seguridad mediante los chips WiFi de nuestros smartphones Android. Aunque aún es un prototipo, es un proyecto bastante interesante de ver. El proyecto SPAN (Smart Phone Ad-Hoc Networks) reconfigura los chips WiFi de nuestros teléfonos y los transforma en routers de manera que otros que estén cerca también hacen lo mismo y, al conectarse entre todos, forman una gran red de malla AdHoc. Entonces, estos terminales se pueden comunicar con otros creando así una gran red nacional o regional. El SPAN intercepta todas las comunicaciones mediante el Global Handset Proxy, así que las aplicaciones del tipo VoIP, twitter, correo, etc., funcionan de manera normal.
Esto se ha conseguido fusionando y compilando el código fuente del kernel de Android y la API de la extensión Wireless de Linux. Es, en definitiva, un framework sobre el que trabaja la investigación para perfeccionar la conexión entre este tipo de redes (las AdHoc). El módulo de enrrutamiento SPAN está diseñado para ser plug&play por lo que puede ser fácilmente reemplazado. Los investigadores y desarrolladores que estén interesados en experimentar con nuevos protocolos de enrutamiento como éste, deberán exprimir horas y horas para construir una aplicación completa usando el framework de SPAN.
La versión actual trabaja alternando los protocolos OLSRd y Dijkstra para comprobar las diferencias en el rendimiento de la red. Los test iniciales son prometedores y se ha comprobado que cada dispositivo de la red puede operar a unos 30 metros de distancia de su «vecino» más cercano. Las pruebas iniciales con 30 nodos no alcanzaron el límite de canales soportados por el protocolo 802,11.
SPAN ya tiene el código fuente colgado en GitHub para promover su desarrollo. Además, cuenta con una aplicación en Google Play para quien quiera vivir la experiencia. El repositorio de GitHub original ya ha derivado en unos 500 proyectos secundarios. Casi nada…
Sin duda, SPAN es un proyecto que, de llegar a buen puerto, salvaría más de una vida. Con un número de nodos suficiente, no nos harían falta torres para disfrutar de nuestra red móvil.
vía: Network World