Cuando una tecnología está muy asentada, es complicado imaginar qué es lo que vendrá después. Ya hay muchas compañías que están tratando de buscar un sustituto funcional a los smartphones, como el AI Pin de Humane, un dispositivo que, por lo pronto, no llegará a España. Este no tiene pantalla, sino que proyecta la información y controles que ofrece en la palma de la mano del usuario.
Sin embargo, no es el único dispositivo que quiere convertirse en el móvil del futuro. Ya se han presentado algunos proyectos en los que la voz es la protagonista, e incluso algunas compañías han puesto sobre la mesa la idea de los micro implantes que permitan llevar esta tecnología bajo la piel, algo que no todo el mundo estaría dispuesto a hacer, pero que puede tener recorrido a largo plazo.
Buscar un dispositivo que reemplace los teléfonos tal y como los conocemos implica buscar también nuevas formas de interactuar con la tecnología más allá de las pantallas táctiles, que hoy en día están tan extendidas en dispositivos como ordenadores, tablets, e incluso algunas mesas.
Qué es Humane Pin AI
Humane, que es la empresa que lo desarrolla, acaba de dar a conocer oficialmente AI Pin, el dispositivo con el que quieren ser el sustituto de los smartphones. Y lo quieren hacer sin pantalla, puesto que este gadget cuenta con un proyector que llevaría la información a la palma de la mano, literalmente. Se trata de una gran innovación en cuanto a la manera de interactuar con la tecnología, puesto que elimina la necesidad de una pantalla, reduciendo considerablemente su peso y tamaño, un problema que aún tienen los móviles de mayor tamaño que no son plegables.
Este dispositivo es cuadrado y bastante compacto. La idea es llevarlo en la ropa gracias a un sistema de imanes, haciendo que la cámara y el proyector estén situados que la cámara y el proyector estén orientados hacia el mismo sitio que los ojos de la persona que lo lleva. De esta forma captará información y será capaz de proyectar su interfaz tanto en la palma de la mano como en otras superficies.
Lógicamente, también cuenta con micrófono y altavoces, que se pueden utilizar de la misma manera que en un móvil, para hablar o escuchar música, por ejemplo. Sin embargo, el hecho de que se pueda llevar en todo momento mirando hacia delante hace que también se pueden hacer otras cosas como resúmenes automáticos de reuniones, una función impulsada por inteligencia artificial y que puede ser extremadamente útil.
Al ser un primer dispositivo de este tipo, es normal que aún haya algunas cosas por pulir, como por ejemplo la variedad de aplicaciones. Pese a que el dispositivo estaré utilizando Android AOSP, su plataforma es totalmente cerrada, y solo permite utilizar servicios con los que la compañía tenga algún tipo de acuerdo, lo cual en el momento actual lo sitúa bastante por debajo de un smartphone convencional.
Gafas de realidad aumentada
Las gafas de realidad aumentada son una realidad, y lo cierto es que ya hay bastantes modelos en el mercado. Sin embargo, sustituir un dispositivo como el smartphone con unas gafas, ahora mismo, es poco viable, en especial debido a su escasa autonomía y su falta de software. El futuro, por otra parte, es prometedor, puesto que estos dispositivos tienen un gran potencial.
Las OPPO Air Glass 2 son unas de las más completas, y la compañía está haciendo grandes progresos. Son las primeras del mundo que incluyen lentes de resina con guía de ondas ópticas para que los usuarios puedan elegir su graduación y vean correctamente. Tienen unos microproyectores que muestran toda la información, mientras que los controles se llevan a cabo deslizando la mano o pulsando en su botón. Por el momento, tiene funciones como la de reproducir música, sincronizar la ubicación, mostrar el tiempo e incluso funcionar como un teleprónter. OPPO sigue incorporando funciones en este dispositivo, que tiene el mismo aspecto y prácticamente igual tamaño que unas gafas convencionales.
Xiaomi también tiene unas gafas inteligentes, las cuales han podido probar en EL ESPAÑOL - Omicrono, y que son realmente prometedoras. Estas mezclan realidad aumentada y virtual, utilizando tecnología electromagnética para poner las lentes opacas o transparentes en función del momento y la app. Este prototipo cuenta con un tamaño compacto y cómodo. Por otra parte, Apple también se ha tirado a la piscina con las Apple Vision Pro, aunque en este caso, parece que se trata de un dispositivo más dedicado al trabajo y a la productividad. Además, su forma de casco hace que no sea muy cómodo si lo que se busca es cambiarlo completamente por el móvil.
Meta, por su parte, se alió con Ray-Ban para lanzar las Ray-Ban Meta Smart Glasses, que cuentan con altavoces, cámara y un conjunto de hasta 5 micrófonos con el que son capaces de mejorar la grabación de audio. Actualmente, pueden compartir fotos y vídeos en tiempo real si el usuario se lo ordena mediante un comando de voz, aunque también cuenta con un panel táctil en su parte lateral. Google no se queda atrás, y pese a que únicamente solo ha dejado ver algunos planos promocionales de sus gafas, estas tendrían funciones tan interesantes como la traducción instantánea impulsada por IA.
En el Mobile World Congress de 2023 otras marcas como TCL o ZTE han mostrado sus alternativas, sin embargo, estas últimas, las ZTE Neovision Glass, están más destinadas al ocio que al uso diario en materia de productividad y comunicación. Para utilizarlas, de hecho, es necesario un móvil, consola u ordenador para mostrar su contenido. Las RayNeo X2 de TCL, sin embargo, se centran en la realidad adaptativa, con 128 GB de almacenamiento interno y una interfaz simple y sencilla con controles básicos, como el multimedia. Desde luego, hay alternativas en marcha que podrían crecer en el futuro.
Implantes y tatuajes electrónicos
Pese a que se trata de una solución aún más invasiva que un smartphone o que unas gafas inteligentes, hay compañías trabajando en hacer de los implantes tecnológicos el futuro de la comunicación. Una de ellas es Neuralink, la compañía de Elon Musk, que promete que comenzará con los implantes el próximo 2024.
Este implante no solo tendría como finalidad ser el sustituto del teléfono móvil, sino que también podría recopilar información sobre el cuerpo en el que se encuentra implantado, de manera que pueda ofrecer más datos a los médicos de cara a una intervención o un tratamiento. Para funcionar, el chip, llamado N1, se implantaría en una región del cerebro que controla la intención de movimiento. Este cuenta con unos pequeños hilos ultrafinos y flexibles, y vendría acompañado de un software capaz de interpretar la información que recoja este procesador.
A priori, está destinado, en especial, a personas tetrapléjicas o con enfermedades como el ELA, puesto que podría ayudarles a expresarse solo utilizando su mente, puesto que podrían controlar algunos dispositivos electrónicos con esta tecnología. Pero, en un futuro, la compañía de Musk podría tratar de expandir las posibilidades de este dispositivo para que pudiera desempeñar más funciones, quizá incluso ayudado por otro soporte físico en el que se realicen ciertas tareas.
No es la única alternativa. BrainGate, desarrollado por Cyberkinetics es otro sistema que actualmente se encuentra en pruebas clínicas, y que busca traducir las señales del cerebro para controlar otros aparatos electrónicos. Este proceso, que tiene como principal objetivo a las personas con discapacidades físicas, puede ayudar no solo a que se relacionen con dispositivos como el ordenador o los móviles, sino incluso a mover una silla de ruedas.
Como sucede con Neuralink, en un futuro, esto podría evolucionar para sustituir al smartphone. No sería descabellado pensar en llevar uno de estos implantes que, sumado a una suerte de smartphone sin pantalla, únicamente compuesto por el hardware necesario para complementarlo, podría convertirse en un móvil que se controle únicamente con la mente.