2023 fue el año en el que la inteligencia artificial destacó y dominó la conversación sobre tecnología, claramente. Pero no ha sido el único objeto de debate. El hardware también ha sido importante, sobre todo por el anuncio de las Vision Pro. Y no es este el único nuevo aparato que promete hacerse popular en las casas de todo el mundo.
Los anillos inteligentes llevan ya varios años en el mercado, pero hasta ahora no se han convertido en algo especialmente conocido. Esto podría cambiar en 2024 ya que, salvo sorpresa de última hora, será el momento de lanzamiento del primer anillo inteligente para el gran consumo de un gran fabricante, el Galaxy Ring de Samsung.
Pero no ha sido Samsung la única que ha anunciado un anillo en este 2024. También Amazfit, conocida sobre todo por sus relojes y pulseras inteligentes, ha presentado su primer anillo de este tipo. Parece que cada vez más marcas van a probar suerte en un nuevo mercado que viene a continuar la senda marcada por los móviles, las tablets, los auriculares y los relojes.
El problema es que un nuevo dispositivo ha de cumplir un objetivo claro, ha de solventar un problema, para que todo el mundo quiera comprar uno. Parece obvio que estos aparatos tienen funciones inteligentes, pero para que sean de verdad populares, al menos del mismo modo que lo han sido los relojes, tendrán que servir para más cosas que medir el pulso o los pasos.
Pagando con el anillo
Una de las funciones que el móvil ha quitado a otros aparatos es la de pagar. Pese a que el NFC no se popularizó hasta bien entrada la moda de los smartphones, actualmente en países como España el pago de manera digital es muy superior al físico. Esto ha sido por las tarjetas de crédito, obviamente, pero cada vez más por los móviles.
Poco a poco los smartphones y los relojes han ido sustituyendo a las tarjetas bancarias, haciendo que no sea necesario llevar la cartera encima. Si se pudiera pagar con un anillo esta fricción sería incluso menor, y la autenticación podría ir desde un gesto hasta la lectura de la huella en el propio anillo.
Notificaciones silenciosas
Llevar las notificaciones del móvil apagadas casi por completo es una de las mejores cosas que se pueden hacer. Obviamente, hay aplicaciones que requieren de tener las notificaciones activas, y personas de las que no queremos estar desconectadas. Si un anillo sirviera para poder notificar de manera discreta, evitaría tener que sacar el móvil del bolsillo.
Obviamente, hablamos de vibraciones, no de poner pantallas en el anillo, quizás sí algún LED para avisar de notificaciones muy concretas, como un WhatsApp de una persona en particular, una llamada de teléfono, etc. En algunas situaciones esta discreción podría ser un argumento de valor a la hora de comprar un anillo inteligente.
Medición de salud
Como es lógico, un dispositivo como este, con una duración de batería mayor que la mayoría de smartphones, es el aparato ideal para medir las constantes de salud. Algunos ya lo hacen, y el presidente de la división móvil de Samsung ya afirmó que esta sería una de las funciones clave del Galaxy Ring.
[¿Por qué tengo estrés? Este anillo inteligente por fin va a poder responder]
Muchas personas no quieren llevar un reloj mientras duermen, y el anillo podría recolectar datos de suelo, de estrés o de pulso cardíaco en todo momento, sin tener que pagar la medición cada noche. Esto, combinado con aplicaciones que interpreten esos parámetros, podría ser un paso adelante en la medición de la salud.
Desbloqueo del smartphone
Otra de las funciones que seguro que más de un usuario agradece es el poder usar el anillo como desbloqueo remoto de un smartphone. Esto es algo que se puede hacer ya con dispositivos bluetooth. Android permite omitir el PIN o patrón de desbloqueo siempre que detecte que un dispositivo concreto está vinculado al dispositivo.
La gracia del anillo es que podría restringir el área de acción a unos pocos centímetros, haciendo que no fuera posible que alguien en la misma habitación cogiera el móvil y viera su contenido. Al limitar el alcance del desbloqueo a 4 ó 5 centímetros, sólo podría saltarse ese desbloqueo la persona que llevara el anillo.
Personalizar funciones
La última función realmente necesaria es la de personalización. Un anillo puede tener muchas funciones, pero seguro que a muchas personas les gustaría poder modificar el funcionamiento del mismo para realizar ciertas acciones. Un ejemplo es el de poder servir como llave de acceso a una casa, a unas oficinas o incluso a un coche. Hay anillos que sirven para eso, pero no son tan inteligentes como para poder hacer otras cosas.
También se podrían usar tarjetas NFC para cambiar parámetros del teléfono mediante el anillo. De esta forma, sería posible realizar acciones, como compartir una ubicación, simplemente pasando el anillo por una etiqueta, sin tener que sacarlo del bolso o de donde estuviera guardado. Además, esto abriría la opción de crear aplicaciones y funciones para los desarrolladores, algo que ya se sabe que potencia las posibilidades y la adopción de nuevos aparatos.
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