El mercado de wearables o dispositivos corporales será, seguramente, el gran protagonista en los próximos años. Hemos visto como en los últimos meses cada vez más fabricantes han apostado por algún tipo de dispositivo que entre en ese segmento, ya sean pulseras cuantificadoras, relojes inteligentes, gafas, o cualquier otro gadget «conectado» que se pueda llevar como un complemento más en el día a día.
Hace unos días Sundar Pichai anunció durante el SXSW 2014 que Google presentará en las próximas semanas un SDK especial para wearables basados en Android. Pese a que Google no tiene todavía ningún dispositivo de este tipo en el mercado (dejando de lado a las Glass), este es un gran movimiento de cara a unificar la idea de cómo debe ser el software de los wearables.
Una plataforma de desarrollo común para dispositivos corporales
Mucho se ha rumoreado el futuro smartwatch de Google, ya se dice que podría llegar durante el Google I/O 2014, y las filtraciones de sus características ya comienzan a surgir en la red, que apuntan a una colaboración con LG. Por ello, Google quiere asegurarse que los desarrolladores tengan las cosas simples a la hora de crear Apps y nuevos usos para los dispositivos wearables que puedan surgir.
Las pulseras cuantificadoras actuales son muy cerradas en ese sentido, los desarrolladores no pueden añadir sus propias Apps a ellas, y básicamente se centran en el software propietario de la marca que las fabrica. Estas pulseras son capaces de hacer lo que le permiten sus componentes (sensores y demás hardware) y el software del fabricante, nada más.
El «factor fitness», es decir, el hecho de que la mayoría de estas pulseras sean orientadas a la medida y registro de la actividad diaria, se ha producido por los bajos costes que suponen el desarrollo de dispositivos con sensores acelerómetros, y esto, junto con la llegada del Bluetooth LE (de bajo consumo) ha permitido que decenas de emprendedores se hayan lanzado a crear sus propias pulseras, como hemos visto en varias campañas de crowdfunding.
Más tarde han llegado los smartwatches, que parece comienzan a despegar después de varios intentos. Los relojes inteligentes sí son las primeras plataformas de dispositivos corporales que pueden ser programados para realizar funciones y correr aplicaciones que el fabricante no había pensado en un principio.
El mayor caso de éxito lo tenemos en el Pebble, que nació en KickStarter. El Bluetooth 4.0 Low Energy también juega un gran papel aquí, ya que los fabricantes pueden optar por eliminar todos los componentes de comunicaciones de los relojes, y hacer que el Bluetooth sea el encargado de hacer de puente entre el smartphone y el dispositivo, con el consiguiente ahorro de costes, lo que más tarde se traducirá en un menor precio final.
Unificar para simplificar
El problema al que llegamos es que cada fabricante, tiene una plataforma de desarrollo diferente, sus wearables necesitan Apps de terceros para expandirse, pero éstos tienen que adaptarlas a cada uno de ellos, cosa que dificulta el proceso. Aquí entra en juego el Google SDK para wearables basado en Android.
La creación de un wearable es un tremendo ejercicio de diseño e ideas para ofrecer algo que otros fabricantes no han sacado al mercado. Esa función que te puede diferenciar del resto también tiene un coste en tiempo y dinero. Por ello, un SDK común como el que Google propondrá, hará que los creadores de wearables se centren sólo en la fabricación, en el diseño y ensamblaje de los distintos componentes, «olvidándose» de la parte del software, que podrá unificarse. De este modo los desarrolladores también podrán asegurarse que sus Apps puedan funcionar en más dispositivos, sin tener que estar adaptándolas a cada nuevo lanzamiento.
Y por supuesto, el SDK de Google mejorará y simplificará las formas de comunicación entre dispositivos corporales y los terminales Android, conectando a su vez con los servicios del sistema de Google, y permitirá la expansión del desarrollo de aplicaciones para ellos.
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