La Razer Nabu X quiere alzarse como la pulsera ideal para encontrar un equilibrio entre jugar y hacer ejercicio, ¿pero lo ha conseguido el fabricante de accesorios gaming? Lo podéis comprobar con nuestro análisis.
El mercado de los wearables está que arde: tenemos pulseras, tenemos relojes inteligentes… y muchos otros que no se podrían clasificar en una categoría. La tecnología se quiere combinar con las prendas que llevamos todos los días, y los fabricantes han visto un filón que aprovechar en todo este mercado. Incluso marcas tan dispares como Xiaomi y Razer se han subido al barco de los wearables.
Hoy venimos a hablar de Razer, la popular marca de accesorios para videojuegos que ha presentado dos wearables que se emparejan con nuestros smartphones: la Razer Nabu original, y una renovada Razer Nabu X con un enfoque diferente. Razer nos ha hecho llegar una Nabu X, y estas son nuestras impresiones después de un uso continuado.
Un aspecto clásico para una pulsera que pasa desapercibida
Al describir el diseño de esta Razer Nabu X, podríamos dividir el apartado en dos: por una parte tenemos el «núcleo» que se encarga de todo, y por otra, nos encontramos con esas pulseras de goma en las que se coloca para seguirnos. Este pequeño núcleo donde todo el hardware se encuentra tiene el típico color verde de Razer, tres LEDs que sirven para aportarnos diferente información (hablaremos de eso más adelante), inscripciones sobre sus especificaciones, y un puerto con dos pines que está hundido en ese núcleo para la carga (requiriendo un cable que Razer proporciona junto a la Nabu X).
Por otra parte, se pueden extraer ese núcleo de las pulseras, permitiendo que sean intercambiables entre sí, o incluso dejando que nos guardemos el sensor en el bolsillo o en otra parte. Nosotros hemos estado probando la pulsera inteligente con una correa negra como podéis comprobar en las fotos, capaz de funcionar sin atraer todas las miradas hacia nuestra muñeca, aunque también está disponible en blanco y en el verde al que Razer ya nos tiene acostumbrados con sus productos.
Con esta correa estándar no he tenido ningún problema, en otras palabras: se ha ajustado bien a mi muñeca, y no ha sido incómodo llevarla durante todo el día, aunque eso dependerá de los gustos de cada uno. También cuenta con resistencia al agua (1 metro durante 30 minutos) y una superficie táctil sobre la que podemos pulsar para activar diversas funciones, pequeños detalles que se agradecen a la hora de llevar la pulsera todo el día. Aunque ese sistema de los tres LEDs me parece un tanto insuficiente, cosa de la que hablaré más adelante, y la superficie táctil no funcione todo lo bien que debería funcionar.
Nabu X Utility, el mejor compañero de la Razer Nabu X
Esta pulsera inteligente valdría de poco si no fuera por su integración con Android e iOS, a través de una aplicación de Nabu X disponible en Google Play y App Store. A través de Nabu X Utility, como podéis ver en las capturas, es donde podemos controlar las funciones más básicas de la pulsera, además de activar detalles como el control del sueño y las alarmas a través de la vibración, o revisar detalles como el porcentaje de batería y el número de serie.
También es necesario que le demos permiso para leer nuestras notificaciones, si queremos que nos avise con la vibración y con sus LEDs cuando recibamos una en nuestro Android. Aunque, por desgracia, la aplicación de Nabu X tiene carencias: podemos elegir qué aplicaciones harán saltar la notificación, pero no podemos tocar qué colores aparecerán cuando salten, dejando a un lado unos ajustes que se hacen demasiado cortos. La función del doble toque también está limitada a aquellas que Razer ha decidido integrar, y el sistema de alarmas sólo nos permite colocar una alarma y su repetición diaria.
La cosa no termina aquí, porque Razer, desde su primera Nabu, ha dedicado esfuerzos para que los desarrolladores se suban al carro de sus pulseras: aplicaciones de terceros gracias a los SDKs publicados por la compañía, integración con plataformas como Google Fit, aplicación propia de fitness… todavía queda mucho por mejorar a ese llamado ‘Marketplace’, pero la compañía estadounidense ha estado haciendo un buen trabajo de cara a potenciar la comunidad de desarrolladores.
Respecto a la batería, lo cierto es que no tendremos que pasar por el cargador todos los días: con un uso constante de notificaciones y actividad, nos encontramos con una batería que llega hasta los 4-5 días sin muchos problemas. Lo malo es que necesitaremos el cable USB propio que viene en la caja, sin adaptador para enchufes, para darle esa ronda de carga, aunque lo cierto es que tarda poco. Conectado a un MacBook Pro, la batería carga hasta su máxima capacidad en x horas, por lo que tampoco es un problema darle una carga rápida para que aguante más.
Monitorizar nuestra salud, su verdadero fuerte
Llegados a este punto, creo que debería estar claro el enfoque que Razer ha tomado con este wearable: potenciar el fitness y el descanso, todo lo relacionado con nuestra salud. Para ello, tenemos una aplicación de Razer que se integra con la de Nabu X, y que registra información como los pasos que hemos dado, cuántos kilómetros hemos recorrido, y las calorías que hemos quemado a lo largo del día. A simple vista, la aplicación parece contar los pasos bien, aunque no actualiza la información en tiempo real: pasan unos segundos hasta que se actualiza con los datos más recientes de la pulsera.
También se centra en controlar el ejercicio físico que hagamos: si implica movernos, entonces la Razer Nabu X sería capaz de registrarlo, incluyendo esa distancia que hemos recorrido, y cuanto hemos quemado en nuestra aventura. Es una buena pulsera si queremos registrar nuestro ejercicio sin complicaciones ni dolores de cabeza, aunque corre el riesgo de quedarse un poco corta si buscamos algo más.
Respecto al sueño, lo cierto es que no podemos pedir mucho: en teoría controla si estamos durmiendo a partir del movimiento, por lo que no será muy fiable si nos cuesta coger el sueño, o somos de los que nos movemos mucho mientras dormimos. En cualquier caso, ese registro sólo pasa a ser un número en la pantalla, por lo que podemos ignorarlo sin ningún problema, y centrarnos en el resto de apartados con los que cuenta la aplicación.
Por último, necesitaremos batería para que la batería cumpla con todas estas funciones, y la pulsera de la Nabu X cumple: a pesar de ese conector propietario que viene (acompañado de un cable muy corto para mi gusto), conseguimos cargas rápidas, y una duración de batería que llega hasta los 5-7 días, todo dependiendo del uso que le demos a lo largo de la semana. No tendremos que cargarlo cada noche, como sí ocurre con los smartwatches, aunque esta pulsera no cuenta con pantalla, el lugar por el que más batería se va en un wearable.
‘Gamers’ del lugar, esta no es vuestra pulsera
Por naturaleza, Razer siempre ha sido una compañía que ha tenido un enfoque importante en el mundo de los videojuegos y los e-sports: son una de las marcas más etiquetadas bajo esa etiqueta ‘gamer’, amadas y odiada a partes iguales por los jugadores (y admito que me coloco en el segundo grupo). Sin embargo, esta Razer Nabu X nunca ha estado destinada para los jugadores, el wearable de Razer quiere ser el compañero para todos aquellos amantes del deporte. Y no, no pasa nada porque Razer haya dejado a los jugadores de lado en el lanzamiento de este wearable.
Es cierto que tiene funciones como compartir nuestros datos de jugador al darnos la mano con un usuario de la pulsera, pero admitámoslo: no vas a usar esas funciones en la vida, a menos que te encuentres con los más freaks del lugar en una Dreamhack. La Razer Nabu X no es un accesorio que se vaya a extender como la pólvora entre los ‘gamers’, por lo que comprarla por funciones como esa es una tontería tan grande como un piano. Y sí, si te hace ilusión puedes vincular tu perfil de Steam aka PCMasterrace a la pulsera, pero ya te adelanto que no encontrarás a muchos con los que compartir tu perfil de esa forma.
Sin embargo, si eres alguien que le gusta correr, practicar deportes, o simplemente quiere registrar su actividad al estar muy activo en su día a día, entonces una Razer Nabu X puede interesarte mucho más: es una pulsera discreta y muy sencilla de utilizar, con una comunidad en evolución detrás que puede darle más posibilidades, aunque tiene esas carencias que os hemos detallado a lo largo del artículo. En cualquier caso, no está sola, porque la competencia -en forma de propuestas como la Xiaomi MiBand por la mitad de precio- llega igual de fuerte a luchar en este mercado.