Google Assistant, Bixby, Siri o Alexa son nombres que hemos escuchado de manera habitual. Los asistentes virtuales se han convertido en algo muy común en el mercado, presentes en una gran cantidad de dispositivos. Además son cada vez más importantes, ya que pueden hacer más cosas y se integran en cada vez más servicios. Pero los asistentes se enfrentan también a un gran problema.
Es un problema común, que la mayoría de usuarios que han usado alguno de estos asistentes virtuales ha experimentado en alguna ocasión. Pero por alguna razón es algo de lo que se habla con poca frecuencia, pero tiene importantes consecuencias de cara al futuro de los mismos.
Los asistentes virtuales buscan convertirse en algo imprescindible para los consumidores. Por eso vemos como su presencia aumenta de forma notable y están en cada vez más dispositivos. Se quiere que los usemos con cada vez más frecuencia en todo tipo de servicios o aplicaciones. Esto no tiene por qué ser algo negativo, porque puede hacer nuestra vida mucho más fácil, pero esta excesiva dependencia es algo que puede jugar en su contra.
Test de funcionamiento
En el campo de los asistentes virtuales, Google Assistant se ha erigido en muchos test de funcionamiento como el mejor o más preciso. Da un buen funcionamiento y comprende bien las peticiones de los usuarios. Este test llevado a cabo por el grupo Loup Ventures es un buen ejemplo de ello, donde podemos ver una comparativa entre los diversos asistentes.
En el test se preguntaba a los asistentes una serie de preguntas. Google Assistant fue capaz de responder a ellas de forma correcta en el 88% de los casos. Siri se quedaba en segunda posición con un 75%, seguida de Alexa con un 72% y en última posición Cortana de Microsoft con un porcentaje del 63% en este caso. Unas diferencias notables entre un asistente y otro, como se puede ver. Pero es el de Google quien se erige con el puesto de honor.
Este tipo de pruebas son las habituales, que hemos visto en más de una ocasión. Los porcentajes que se obtienen en las mismas suelen ser similares, con Google Assistant con porcentajes superiores a un 80% en la mayoría de las ocasiones. Esto es algo positivo, que deja claro que es un asistente que funciona bien. Pero al mismo tiempo, quiere decir que en un 20% de los casos no ha sabido dar respuesta a las preguntas de los usuarios, algo que puede ser peligroso para su futuro.
Sin respuesta
Esto seguro que nos ha pasado a la mayoría, le hacemos una pregunta a alguno de estos asistentes virtuales, pero no lo entienden bien o no dan una respuesta acertada. Puede pasar sobre todo con ciertos nombres, que en algunas ocasiones no entiende de manera correcta. Cuando esto pasa, podemos repetir la pregunta o la palabra en cuestión un par de veces. Si esto sigue sin funcionar, entonces acaba resultando molesto y genera irritación.
¿Qué pasa si nos acabamos enfadando? Tomamos la decisión de dejar dicha búsqueda y lo hacemos nosotros mismos. Acabamos con una sensación de que el asistente no nos sirve en esta tarea concreta, por lo que preferimos hacerlo nosotros mismos en este caso. Una sensación desagradable, pero que seguro ha pasado en alguna ocasión. Esto es algo relativamente común, si pasa en más o menos un 20% de los casos con los asistentes virtuales.
Es posiblemente el mayor problema al que se enfrentan en la actualidad. Esta falta de precisión a la hora de llevar a cabo determinadas tareas o búsquedas puede resultar frustrante. Pero también provoca que en un momento determinado no usemos el asistente en alguna acción, porque preferimos hacerlo nosotros mismos, porque será más simple y rápido de dicha manera. Y ya sabemos lo que pasa con aplicaciones que no funcionan de la manera que nosotros deseamos, que acabamos dejando de usarlas.
Nuevos estudios sobre asistentes virtuales
A mediados de junio se publicaba un nuevo estudio en Wired. En este caso se centraba sobre todo en hacer compras o búsquedas de productos usando los asistentes virtuales, como Google Assistant, Alexa, Siri y Cortana. En el mismo se pudo detectar que en un 65% de las ocasiones, los asistentes no eran capaces de dar respuestas acertadas a peticiones relacionadas con compras. Ya fuera la compra del producto, añadirlo a la cesta o apuntarlo en una lista de compra, por ejemplo. En algunas de las búsquedas los resultados no tenían nada que ver con lo que el usuario había pedido.
También la firma de software Elastic Path ha analizado este tipo de asistentes virtuales y los dispositivos smart home. Comentaban que solo un 6% de los consumidores han usado alguno de estos productos para comprar algo en los últimos seis meses. La principal razón por la que esto pasaba era para evitar la alta cantidad de errores en este proceso. Unas cifras que muestran con claridad los problemas a los que los usuarios se enfrentan.
Por eso, no es una sorpresa tampoco que la mayoría usen los asistentes virtuales para acciones realmente sencillas, como preguntar el tiempo, saber algo sobre las noticias o alguna pregunta simple para buscar en Internet. Es posible que haya una relación entre el uso tan limitado que se da de estos asistentes y el funcionando algo inconsistente que dan en algunas ocasiones. Probablemente muchos consumidores han probado en alguna ocasión a hacer alguna acción algo más compleja, pero han tenido una mala experiencia, que les lleva a usarlo solo en acciones simples.
Sin duda, es un reto de importancia para empresas como Google, Amazon o Apple. Los asistentes virtuales son una parte esencial de su estrategia, cada vez con más funciones y presencia en sus productos. Pero también necesitan mejorar en todo tipo de acciones, para que cumplan realmente con todo su potencial, algo que de momento no ocurre. Un problema de cara al futuro, que les puede terminar afectando en el largo plazo. Por suerte, hay tiempo para introducir todos estos cambios y mejoras en los mismos.
Todo esto sin entrar en aspectos relacionados con la privacidad, que darían para otro artículo.