Los dispositivos Android cada vez están más presente entre los más pequeños. Tablets, un smartphone o directamente nuestro smartphone cuando es la única forma de mantenerlos tranquilos. El problema está en la gran cantidad de aplicaciones que existen en Google Play. Algunas, obviamente, no aptas para los pequeños de la casa.
Para prevenir que nuestro hijo/a acabe con una aplicación indebida hay dos opciones. La primera, tener siempre un ojo encima mientras ellos lo usan o la segunda, activar el control parental incluido en Google Play. De este modo, se creara una forma de controlar lo que los pequeños descargan en cualquier Android al que tengan acceso.
Los pasos a seguir para activar este Control Parental son muy sencillos. Coged el dispositivo Android y vamos a ello.
Activar el Control Parental en Google Play: Paso a paso
En primer lugar, tendréis que acceder a la aplicación Google Play. Una vez aquí, desplegáis la barra lateral o pulsáis en el botón situado en la parte superior izquierda. Aquí accedemos a Ajustes y de ahí, a Controles Parentales y lo activáis. Os pedirá un PIN que se tendrá que ingresar siempre que se quiera descargar una aplicación que no cumpla con el filtro parental establecido. Intentad recordarlo bien, en caso contrario podréis deshabilitar el código de acceso accediendo a Ajustes > Aplicaciones > Google Play > Borrar Datos. Este código PIN se pide cada vez que queramos activar el Control Parental, así que podemos ir cambiándolo.
Pasos a seguir:
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Acceder a Google Play
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Desplegar barra lateral
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Acceder a Ajustes y luego a Control Parental
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Establecer un PIN por primera vez para permitir la descarga de contenido o para habilitarlo/deshabilitarlo.
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Elegir qué contenido filtrar
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Listo
El filtro parental te permitirá marcar un umbral de nivel de madurez, función nueva incluida en Google Play, que recomienda tener para usar cierta aplicación, juego, etc. Así puedes evitar que descargue contenido inadecuado para su edad. También permite bloquear la compra/descarga de contenido de películas o música explícito.
Una vez establecido todo, ya los más pequeños no tendrán acceso a contenido indebido para su edad. Ya no tendrás que tener un ojo encima del dispositivo cuando tu hijo/a lo esté usando.