Si queremos bloquear aplicaciones sin necesidad de usar patrones o contraseñas os explicamos cómo bloquear tus aplicaciones con la cara.
El smartphone se está convirtiendo en una herramienta tan omnipresente que el que alguien tenga acceso a ella sin nosotros quererlo puede ser un problema. Es cierto que para evitar eso tenemos métodos de seguridad clásicos, como los patrones o las contraseñas y también algunos más modernos como los sensores de huellas.
Sin embargo quizás en alguna ocasión no queramos poner un bloqueo a todo el móvil o incluso si lo hacemos queremos que ciertas aplicaciones, por lo sensible de sus datos, tengan un nivel extra de seguridad.
En esos casos tenemos opciones para bloquear estas apps, con un pin, una contraseña o algo más cómodo: nuestra propia cara.
Bloqueo por reconocimiento facial
Para hacer uso de esta opción tenemos que instalar la aplicación IObit Applock – Face Lock, que tiene una versión gratuita que se puede usar aunque tenga publicidad y otra de pago con algunas características mejoradas y sin anuncios.
Cuando la instalemos nos pedirá permiso para correr encima de otras aplicaciones, algo lógico ya que literalmente aparecerá encima de las mismas para impedir el acceso.
Para aumentar la seguridad estableceremos un patrón en la propia aplicación, de forma que nadie pueda entrar en la app y cambiar la configuración. También podremos establecer un correo electrónico al cual se enviará una foto de la persona que está intentando acceder a las apps bloqueadas.
Podremos elegir qué aplicaciones queremos bloquear y también el método, si por patrón o por reconocimiento facial.
Este reconocimiento facial puede ser estática, simplemente poniendo la cara delante de la cámara, o en tiempo real, con el que se nos pedirá que nos movamos, evitando que simplemente con una fotografía se conceda acceso.
Bloqueo falso
Otra opción interesante de esta aplicación es la posibilidad de establecer una imagen de bloqueo que no es real pero sirve para disuadir a la persona que está intentando entrar en la app.
De este modelo podemos hacer que en cualquiera de las aplicaciones que tenemos con el patrón o el desbloqueo facial aparezca una pantalla indicando que la app se ha detenido, o que hay que usar el reconocimiento de voz o una imaginaria huella dactilar.
Algunas de estas opciones son de pago pero otra como la de cierre forzoso están en la versión gratuita y es bastante convincente siempre que la persona a la que queramos disuadir no sepa mucho.