El ahorro de energía suele ser una manera de extender la batería cuando desciende de manera peligrosa. Alarga la vida del móvil, sí, pero a costa de sacrificar muchos aspectos. ¿Cuáles?
Cada persona es un mundo y cada móvil también lo es. Elegimos con cuidado nuestro smartphone fijándonos en los detalles que nos parecen importantes. Que si el diseño, la potencia, que tenga radio FM… Y, a poder ser, que la compra no nos arruine. Estos son factores importantes, pero hay uno que determinará nuestra futura satisfacción: la batería.
No hay duda: hablar de batería en un smartphone es airear la polémica más arraigada en tecnología móvil. ¿Por qué los móviles modernos aguantan cada vez menos lejos del enchufe? La razón principal es el diseño, el exterior se ha vuelto uno de los valores que con más fuerza influyen en la compra. Y claro, muchos son los que no quieren un móvil grueso, por más que con esta elección se vea rebajada la autonomía.
Estamos condenados a cargar diariamente el smartphone y a rezar por que no se nos agote la batería al terminar la jornada. ¿Y cuando descienden los mAh sin que tengamos un enchufe a mano? Uno de los «trucos» que poseen los teléfonos es el ahorro de batería. Este modo (o modos, dependiendo del modelo) promete extender varias horas la vida de la batería para que así podamos usar el teléfono durante más tiempo. Suena bien, pero necesitaremos sacrificar prestaciones por el camino.
¿Cómo se activa el modo ahorro de energía en un móvil Android?
Empecemos por el principio, que es encontrar la manera de activar el economizador de batería. Cada smartphone puede disponer de modos de economización propios, pero todos se centralizan en un mismo lugar: el ajuste del uso de la batería.
Para ahorrar batería en tu móvil realiza el siguiente proceso:
- Ve hasta los ajustes de tu Android.
- Desciende hasta «Batería«, «Uso de la batería«, «Ahorro de batería y energía«… El nombre del menú puede variar.
- Entra en los ajustes de dicho menú y busca el modo de economización.
- Dicho modo puede encontrarse en esa misma pantalla o en los tres puntos de opciones, en la esquina superior derecha.
- Pulsa sobre «Ahorro de batería» para economizar mAh. Verás que la barra de estado se vuelve de otro color para indicar que está activada la economización. Quizá tu móvil no cambie el color, puede darse el caso.
De esta manera resulta posible extender la autonomía en varias horas, siempre dependiendo del uso y del porcentaje que le quedase a la batería. Eso sí, todo tiene su lado malo: el móvil restringirá sus prestaciones para no gastar tanto. Qué restringe o no depende de cada smartphone, pero podemos generalizar en los siguientes factores.
Qué implica activar el modo ahorro de energía: reducción de prestaciones a cambio de más duración
Tener un móvil activo implica que va a gastar batería, esto ocurre en cualquier dispositivo tecnológico. Como es obvio, el uso influye directamente en el consumo: si utilizamos juegos de grandes gráficos el smartphone consumirá más que si solo navegamos por Facebook. Y esta es la clave: lo que hace el modo de ahorro de energía es reducir las prestaciones de nuestros móvil mientras permanece activado.
El ahorro de energía resta prestaciones al móvil para que gaste mucho menos
Android trae de serie un sistema de economización propio, pero cada fabricante después utiliza el suyo. Stamina en los Sony, por ejemplo; o sin nombre propio en la gran mayoría de fabricantes, como Samsung o LG. Eso sí, el funcionamiento suele ser el mismo: restricción de rendimiento por niveles según el ahorro sea moderado o agresivo.
Como no todos los componentes del smartphone gastan lo mismo, no todos se ven restringidos de igual manera cuando activamos el ahorro de batería. Por lo general, los cambios que se producen son los siguientes:
- Limitación del brillo máximo. La pantalla es lo que más batería consume, por lo que limitar su brillo mejora la autonomía.
- Detención de la sincronización de aplicaciones. Las notificaciones consumen mucha energía ya que el móvil se ha de conectar para descubrir si tiene algo nuevo de lo que avisar. Cuando activas el modo ahorro lo más habitual es que pierdas notificaciones por el camino. Esto es importante, quizá no te lleguen mensajes de WhatsApp, por ejemplo.
- Reducción de la potencia del procesador. El ahorro de energía suele limitar la potencia máxima del procesador para que así no se pase consumiendo batería. Si intentas jugar con el ahorro conectado verás que el rendimiento del juego desciende.
- Menos aplicaciones en segundo plano. El móvil suele volverse más agresivo a la hora de cerrar aplicaciones cuando no se usan: con el ahorro activado comprobarás que se recargan con más frecuencia las apps al volver a ellas.
- Apagado de conexiones inalámbricas. A menudo suelen desconectarse el WiFi, el Bluetooth, la localización precisa por GPS y hasta la conexión de datos. Todo depende del fabricante y de lo restrictivo que sea el modo.
Aparte de todos los cambios anteriores, suele haber un modo ultra extremo que convierte el smartphone en un teléfono y poco más. Sin datos, sin acceso a las aplicaciones, a los menús… Solo el reloj, los SMS y las llamadas telefónicas. Como es lógico, activando este modo de ahorro ultra extremo se puede extender el uso en varias horas. A costa de tener un pisapapeles, claro.
Cómo conseguir un modo de ahorro de energía personalizado
Sabiendo lo anterior, puedes hacer que tu móvil ahorre batería activando o desactivando los ajustes a tu gusto. Según mi experiencia, esto es lo que te aconsejo hacer para exprimir un poco más tu batería.
- Utiliza el móvil lo menos posible. Sé que es de perogrullo, pero vale la pena llevarlo a cabo. En lugar de encender la pantalla de vez en cuando, hazlo de manera esporádica.
- Quita el brillo automático y ponlo al mínimo posible. Siempre sin tener que forzar la vista para distinguir la pantalla, que tampoco es cuestión de sufrir por ahorrar unos pocos mAh.
- Administra manualmente la conexión de datos. De esta manera el móvil solo se sincronizará cuando lo conectes a la red de datos. Combínalo con el primer punto y extiende más tiempo la autonomía. Además, desconecta el WiFi y el Bluetooth si no los estás utilizando.
- Desconecta la localización de Google Play Services. Con esto ahorras mucha batería, pero, como pierdas el móvil, será difícil que lo recuperes. Para desactivar la localización ve hasta los ajustes de tu móvil, entra en «Google», ve hasta «Ubicación» y desciende hasta «Historial de ubicaciones de Google». Desconecta el historial y listo; aunque te aconsejo que lo reconectes cuando tengas batería de nuevo.
- Desinstala aplicaciones que consuman en exceso, como Facebook. No sabes lo que llega a consumir esta aplicación en Android. Y sin que la uses, que es lo peor: el gasto en segundo plano es desorbitado. Desínstalala, puedes vivir sin ella.
No se consigue magia ejecutando los consejos anteriores, tampoco al activar el ahorro de energía: por más que se extienda la autonomía, un smartphone está destinado a consumir más de lo que desearíamos. Eso sí, vale la pena saber cómo funciona el dispositivo que llevamos siempre encima: cuanto más lo entendamos mejor uso le daremos.