Gatetes, lattecchiatos, famosos y un sinfín de contenido similar es lo que podemos encontrar por la red y, en concreto, en una plataforma como Instagram. Esa es la visión que solemos tener sobre esta red social, la exposición superficial.
Pero parémonos unos segundos, reflexionemos en esta época en la que estamos viviendo. Disponemos de una de las plataformas de comunicación más potentes que nunca ha existido, en nuestro bolsillo. Hablamos de nuestro smartphone, que unido a una red como Instagram, nos brinda mucho más de lo que imaginamos.
¿Qué es Instagram?
El leitmotiv inicial en el que se basó la red social era el compartir fotografías con los demás. Además del añadido de disponer de filtros que en su día causaron sensación. Como plataforma visual que era, aquellos usuarios que disfrutan de la fotografía estaban en su salsa.
Pasó el tiempo y la popularidad de la red social creció, luego vino la adquisición por parte de Facebook y la filosofía inicial se empezó a distorsionar un poco. Se amplió el espectro de lo que podíamos encontrar, perdiendo cierto atractivo para algunos usuarios.
Con el tiempo ha ido evolucionando, incorporando vídeo, texto, las historias, etc. Un abanico de grandes herramientas que, bien usadas, pueden ser ese simple detalle que marca la diferencia. Ahora, vamos a intentar darle otro ángulo a Instagram. ¿Nos acompañas?
Instagram visto desde otra perspectiva
El potencial que tiene una red social como Instagram es importante. Si además ha ido evolucionando con nuevas opciones, el potencial aumenta exponencialmente. Lo que en un principio estaba pensado para compartir e interactuar con las fotografías y sus filtros, esconde mucho bajo su superficie.
Vamos a intentar ver Instagram desde otro ángulo, desde el que podremos aprovechar ese potencial en nuestro beneficio. Aprovechar las distintas opciones que pone a nuestra disposición, para llevar a cabo objetivos como:
- Buscar nuevas oportunidades
- Currículum personal
- Promoción de un negocio
Las herramientas están ahí, solo debemos darle un nuevo uso y quizá no consigamos un giro radical, pero sí los pasos necesarios para realizar aquello que deseamos. Nunca se sabe, los caminos de la red son inescrutables.
Microblogging, la oportunidad perfecta para expresarte
Todos pensamos en Instagram como una red social de fotografía, que lo es, pero pocos caen en la cuenta que también puede ser usado como un blog. En lugar de llenar la descripción con millones de etiquetas, todo por conseguir el mayor número de Me gusta, ¿por qué no reenfocarlo?
La fotografía que publiquemos es el elemento principal, pero si además lo acompañamos de un breve texto, refuerza el propósito original de la publicación. No es necesario escribir el Quijote, solo un texto en el que se exprese la idea que tienes al darle al botón de publicar.
Etiquetas, un arma de doble filo
Hay un hábito de llenar de etiquetas cada publicación con el deseo de obtener más visibilidad y más Me gusta. Pero ¿por qué no reflexionar a qué o quién queremos llegar? Tenemos nuestra fotografía, nuestro texto y partiendo de ahí… ser más eficaz.
Si somos diseñadores gráficos por ejemplo, hacer una búsqueda sobre contenido relacionado y analizar las etiquetas que se usan. En lugar de 100 etiquetas, usar solo 5, 10 o 15, pero bien enfocadas. Quizá no lleguemos de primeras a mucha gente, pero si damos con la puerta correcta puede que sí.
Galerías, un escaparate al mundo
Llegamos a una de las novedades que se implementaron en la plataforma hace un tiempo, las galerías dentro de cada publicación. Una serie de fotografías que el usuario puede ir pasando, como páginas que tiene un libro.
Concentrar contenido relacionado en una publicación, es una manera de mostrarnos a los demás. ¿Quieres mostrar que tu tienda ha recibido nuevos vinos? ¿Quieres enseñar el diseño de la última web que has realizado? La galería está esperándote.
Stories, refuerza tu mensaje y trato con los demás
Una de las grandes revoluciones de Instagram, las Stories, fragmentos de vídeo o fotografías que se comparten durante 24 horas. Una herramienta que unido a la opción de enlazar contenido al deslizar hacia arriba, abre un enorme mundo de posibilidades.
Ya tienes tu fotografía o galería publicada, unida a un buen texto y una selección de etiquetas. Si quieres reforzar el mensaje que quieres proyectar a los demás e interactuar con ellos, las Stories tienen un gran potencial de uso.
Desde promocionar tu última publicación, destacar algún evento especial o simplemente crear un corto cinematográfico que dura 24 horas. Todo un arte efímero que sólo disfrutarán aquellos privilegiados que hayan abierto tus historias.
Las propias historias han evolucionando, incorporando stickers y encuestas. Siendo importantes estas últimas, ya que son un granito de arena más que aportar a la interacción entre usuarios. Recibiendo información que podemos usar en nuestro beneficio.
Compras, cerrando el circulo
Unido a todo lo anterior, la última herramienta que Instagram pone a nuestra disposición, la de poder comprar dentro de la misma aplicación. Está especialmente indicada para aquellos que dispongan de una tienda online, a la que enlazar dentro de sus publicaciones.
La persona que ha visto tu publicación, quizá le guste lo que enseñas y en ese instante tenga ese click de querer adquirir un producto. Si tiene la opción de llevar a cabo esa tarea, a tan solo una pulsación… las probabilidades son mayores que la venta online tradicional.
Tenemos el potencial, solo debemos enfocarlo para nuestro beneficio personal
Hemos visto como de lo que inicialmente podríamos considerar una hoguera de las vanidades se ha convertido en una grandísima herramienta para nosotros. No quiere decir que sea el único uso que se pueda hacer de dicha red social, pero sí ampliar la visión que tenemos de ella.
Hoy en día disponemos de una gran variedad de posibilidades para expresarnos, tanto personal como profesionalmente. Solo debemos encontrar nuestro objetivo y hacer buen uso de aquello que disponemos. ¿Ha cambiado tu visión sobre Instagram?