Localización con smartphones: así funciona el rastreo de móviles

El rastreo de móviles es un tema que sigue siendo de actualidad, sobre todo ahora que en la Unión Europea se usará en la lucha contra el coronavirus. Aunque desde hace tiempo que la gente tiene miedo a la geolocalización, el que se pueda saber dónde están en cada momento y estos datos sean usados sin su permiso. Pero es también un tema sobre el que se conoce poco, y en el que hay más mitos que hechos.

¿Cómo funciona realmente la localización con smartphones? Este es un tema sobre el que Fernando Cuenca, fundador de Panoramio, la primera startup española comprada por Google. En un hilo en Twitter ha explicado mejor el funcionamiento del rastreo de móviles, mostrando los métodos que se usan.

Hay varios métodos principales que se usan para el rastreo de móviles, como el uso del GPS, la triangulación de antenas, el WiFi y otros. El funcionamiento de cada uno de ellos es diferente, además de variar en la precisión con la que son capaces de medir o detectar dicha ubicación del usuario. Un tema que tuvo relevancia estos pasados meses.

Triangulación de antenas

Este es un método que permite saber dónde se encuentra un móvil sin necesidad de aplicaciones. Simplemente se consulta a qué antena se encuentra conectado este teléfono. El operador va a poder ver qué móviles están conectados a dicha antena, además de lo bien o mal que reciben la señal. La intensidad con la que se recibe dicha señal ya da información sobre su ubicación en ese momento.

Gracias a esto resulta posible saber la ciudad en la que está. Además, en ciudades grandes es posible tener datos sobre la zona o barrio en la ciudad en la que se encuentra dicho teléfono. En función de la intensidad de dicha señal, se puede saber también la distancia a la que se encuentra de la antena en cuestión. Si hay varias antenas en dicha zona, como ocurre en muchas ciudades grandes, se sabe con mayor precisión la ubicación de este dispositivo. Este método es normalmente más efectivo en ciudad que en zonas rurales, aunque no es el más preciso.

GPS

El GPS es un método conocido para la mayoría, y que anteriormente os hemos explicado cómo funciona. Para poder determinar la localización de un móvil, el GPS hace uso de satélites, que permitirán establecer dicha ubicación. Aunque este método funciona muy bien en exteriores, como ya sabemos, en interiores es donde tiene claros problemas de funcionamiento, pudiendo ser impreciso en muchas ocasiones o directamente no funcionando.

Aunque el GPS tiene una clara ventaja frente a las antenas, por ejemplo, y es que es más preciso. En su caso la precisión es de unos 10 metros, lo que permite tener información muy clara sobre la ubicación de dicho móvil. Por eso no es de extrañar que aplicaciones como Google Maps se basen en este método.

WiFi

Otro método que se puede usar para determinar la posición de un móvil. Cuando activas el WiFi en tu teléfono, para ver la cantidad de redes que hay disponibles, el listado suele ser amplio. Si bien no te puedes conectar a la mayoría de ellas, porque están protegidas por una contraseña, este listado sirve como un indicador para determinar tu ubicación, porque estás en el radio de todas estas redes.

Además, Google usó en su día el coche con el que fotografiaba las calles para almacenar las redes WiFi en cada zona, algo por lo que fueron multados en su día, pero permite tener datos bastante precisos sobre la ubicación. Puede dar datos con una precisión de entre 40 y 50 metros, que es menos preciso que el GPS, pero sigue siendo mejor que las antenas. Además, es un método que consume poca batería.

Bluetooth

Los llamados Bluetooth LE Beacon, que lo que hacen es emitir una señal a corta distancia (unos dos o tres metros) y de esta manera se puede establecer la ubicación de los móviles de manera precisa. Además, una de las grandes ventajas es que este tipo de aparatos son baratos, lo que facilita su aplicación para poder determinar la ubicación de los móviles.

Este tipo de aparatos se pueden usar en muchas acciones diferentes, como el entrar en tiendas y recibir promociones de las mismas, que sin duda incitaría al gasto por parte del usuario. Además, el teléfono puede actuar como emisor y receptor en este caso. Es un método barato, que da datos bastante precisos debido a la poca distancia en la que estos dispositivos se sitúan.