El segmento de los teléfonos gaming crece a buen ritmo, con cada vez más modelos entre los que poder elegir, recientemente se presentaban los nuevos Black Shark de Xiaomi, que están ya en su tercera generación. Más marcas en Android se animan a lanzar un teléfono de este tipo, permitiendo que la selección disponible sea mayor, lo que puede dificultar la elección de un teléfono.
A la hora de comprar un teléfono Android, hay ciertos aspectos a considerar. En el caso de un móvil gaming, los aspectos a tener en cuenta son algo diferentes, ya que este dispositivo se lanza con una finalidad diferente. Por eso, os dejamos con los principales aspectos a considerar.
Tasa de refresco
La tasa de refresco es un elemento que ha cobrado especial relevancia en Android, algo de lo que os hemos hablado anteriormente. Pero es algo que determina de manera notable la experiencia de juego en un móvil gaming, así que es un aspecto en el que hay que fijarse, ya que nos encontramos con diferencias claras entre marcas y modelos.
Cuando la pantalla del teléfono muestra imágenes, como al reproducir vídeo, la pantalla pregunta de manera constante a la GPU qué es lo que debe proyectar. La frecuencia a la que cada pantalla carga una nueva imagen recibida desde la GPU queda indicada en la tasa de refresco. Se trata de una frecuencia que se mide en Hercios (Hz). Nos dice cuántas veces se completa este proceso en un segundo. Por tanto, si nos encontramos con una tasa de refresco de 60 Hz, quiere decir que se realizan 60 actualizaciones en un segundo. Si es 120 Hz, lo mismo, 120 actualizaciones en un segundo.
Para una mejor experiencia en un móvil gaming, nos interesa una mayor tasa de refresco. Esto es así, porque una mayor tasa de refresco contribuye a tener una mayor fluidez a la hora de jugar, que es justamente lo que nos importa en una situación como esta.
Tamaño y resolución de la pantalla
El tamaño de la pantalla es algo relevante en cualquier teléfono, pero en un móvil gaming cobra especial importancia, ya que en la mayoría de juegos tendremos que usar la pantalla del teléfono para jugar y para controlarlo. Un panel más grande puede contribuir a una experiencia inmersiva cuando estemos jugando. Las pantallas en este tipo de teléfonos se han ido aumentando, llegando incluso a las 7.1 pulgadas del Black Shark 3 Pro, que permitirá disfrutar de los juegos.
La mayoría de modelos en este segmento presentan pantallas grandes, que en general suelen diferir poco en cuanto a tamaño entre unas y otras. Un aspecto que puede ser interesante a tener en cuenta es si la pantalla tiene zonas sensibles para poder realizar determinadas acciones o un motor háptico de vibraciones, como vimos en el IQOO 3.
La resolución de pantalla es otro aspecto a tener en cuenta en un móvil gaming, ya que necesitamos una resolución que permita aprovechar al máximo la reproducción de contenidos multimedia. La resolución puede variar entre teléfonos, algunos presentado Full HD+ y otros QUAD HD+, aunque una resolución que sobre el papel puede ser peor no significa que vaya a serlo y puede permitir una buena experiencia a la hora de jugar. En este caso es bueno tener en cuenta la calidad del panel y su resolución, aunque muchas veces es mejor probar el teléfono para ver si cumple con lo deseado.
Sistema de refrigeración
Jugar partidas largas, sobre todo en juegos que demandan una gran potencia del teléfono, acaba provocando un aumento de temperatura en el dispositivo. Es por ello que un móvil gaming suele contar con un sistema de refrigeración, que permita que dicha temperatura se vaya a reducir. Aunque el tipo de sistema que se usa puede variar entre marcas y modelos, así como la efectividad del mismo. Comprobar qué tipo de sistema y cuánto consigue bajar dicha temperatura es algo importante.
La refrigeración líquida o el uso de algún ventilador son los más comunes, para reducir la temperatura del teléfono. Hay modelos como el ASUS ROG Phone II que tienen un ventilador externo, que simplemente hay que acoplar al dispositivo para reducir su temperatura. Todas estas son opciones válidas, que ayudarán a reducir dicha temperatura. Puede que tengas preferencia por algún sistema en concreto, aunque lo importante es que sean efectivos a la hora de cumplir con su cometido.
Batería y carga rápida
La batería es algo a tener en cuenta en cualquier teléfono, más aún en un móvil gaming. Jugar de manera intensiva es algo que va a consumir mucha batería, por lo que necesitamos una batería con una gran capacidad, que suele ser el caso en este tipo de teléfonos y que nos de una buena autonomía que nos permita jugar durante varias horas se hace imprescindible por tanto. Junto a la batería, la carga del teléfono es otro aspecto a tener en cuenta.
La carga rápida es algo muy común en los teléfonos Android, con diversos tipos y potencias, y cobra especial relevancia en un móvil gaming. Una carga ultrarrápida, que permita cargar el teléfono en menos de una hora, como podemos ver en los Black Shark o en el nuevo IQOO 3, es un elemento a tener en cuenta. Ya que esto permitirá que vayamos a poder disfrutar del teléfono y de poder jugar con pocas interrupciones.
Soporte para controladores
Los móviles gaming cuentan con soporte para controladores, de manera que vas a poder usar un mando de alguna consola con el mismo, para una mejor experiencia a la hora de jugar. Dicha compatibilidad puede variar, sobre todo si tienes interés en jugar con Google Stadia, por ejemplo. Así que es bueno comprobar con qué controladores va a funcionar este teléfono, para elegir el que se ajuste mejor a tu uso habitual.
En las especificaciones de los teléfonos se muestra dicho soporte a controladores, además de especificar con cuáles funciona. Así que podrás tener una idea clara sobre qué soporte da cada uno de los teléfonos, lo que te ayudará en el proceso de elección de este teléfono.