Cualquiera que haya usado un ordenador Windows durante una mínima cantidad de tiempo se ha encontrado con el problema de siempre: el equipo no responde. Aunque las últimas versiones del sistema son más estables que nunca, siempre hay alguna aplicación que deja de responder o un programa que se queda 'pillado'.
En ese caso, existen varias opciones. La más común es intentar reiniciar el ordenador, pulsando en el menú inicio y buscando la opción de reiniciar; sin embargo, si el problema está en una app que no quiere cerrarse, es muy posible que eso no sirva para nada, o que no podamos ni siquiera abrir el menú inicio.
En ese caso, el truco habitual consiste en pulsar la combinación de teclas CTRL + ALT + SUPR en el teclado; en ese instante, la pantalla se vuelve negra y aparecen varias opciones que ofrecen control sobre el ordenador, como cerrar la sesión, o acceso al administrador de tareas. En la esquina inferior izquierda se encuentra el botón que nos permite reiniciar o apagar el ordenador.
El truco para reiniciar Windows
Pero ¿y si ni siquiera eso es suficiente? Es muy posible que en alguna ocasión nos hayamos encontrado con que el ordenador intenta reiniciar, pero no puede. Se queda 'pensando', con el icono dando vueltas y el mensaje de que se está reiniciando; pero podemos dejar el ordenador así toda la noche, y no ocurrirá nada. Y el problema es que Windows es demasiado 'amable'.
Cuando un usuario indica que quiere reiniciar el ordenador, la prioridad de Windows es no perder ningún dato; así que deja tiempo a las aplicaciones para que salven la información de manera automática y se cierren por si solas. De esta manera, si el usuario pide el reinicio por error, no perderá los archivos que está usando y podrá recuperarlos cuando el sistema se vuelva a encender.
Esa normalmente es la decisión correcta, la que puede salvarnos en muchas situaciones; el problema llega, por supuesto, cuando realmente queremos reiniciar el ordenador sea como sea, y no nos importa perder los archivos o los datos con los que estamos trabajando. En ese caso, el reinicio normal no sirve de nada, porque prefiere esperar a las apps antes que cumplir la tarea de reiniciar.
Pero resulta que eso no tiene por qué ser así. Windows tiene un método secreto para reiniciar el ordenador, que se salta todas esas salvaguardas y directamente reinicia el sistema sin esperar a las aplicaciones, cerrándolas de manera forzosa. Y la verdad es que no es una función nueva precisamente, ya que está presente desde el lanzamiento de Windows Vista a principios de 2007, pero no ha sido hasta que PcWorld la ha revelado en un artículo que se ha vuelto viral por lo útil que es.
El truco es muy sencillo. Primero, hay que pulsar la mencionada combinación de teclas CTRL + ALT + SUPR en el teclado para que aparezca el menú. A continuación, vamos al botón de apagado que está en la esquina inferior derecha, pero en vez de pulsarlo tal cual, lo pulsamos mientras mantenemos la tecla CTRL presionada. En ese momento, en vez de aparecer la opción normal de apagar o reiniciar, aparecerá una nueva pantalla de "Reinicio de emergencia", y sólo tenemos que pulsar en "Aceptar" para que el ordenador se reinicie por la fuerza.
Hay que tener en cuenta los avisos que muestra esta opción. Para empezar, los datos no guardados se perderán completamente, ya que Windows no esperará a ninguna app para que se cierre por si sola. Microsoft confirma que esta opción es el último recurso que deberíamos usar, sólo en el caso de que no podamos reiniciar de manera convencional. En las pruebas de EL ESPAÑOL – El Androide Libre, los ordenadores se han reiniciado inmediatamente, y todos los programas abiertos se han cerrado; una vez iniciado el sistema, los programas no han podido recuperar los archivos que estaban abiertos. Por lo tanto, es importante tenerlo en cuenta para evitar posibles pérdidas de datos.
Si esta opción no es suficiente, por ejemplo si el ordenador está tan bloqueado que no podemos ni llegar a esa pantalla, la única opción que tenemos es la clásica: pulsar el botón de apagado o el de reinicio de la caja de nuestro ordenador para apagar el sistema por la fuerza.