Las cuatro sencillas acciones para que otra persona no pueda cotillear tu móvil cuando no lo tengas
Gracias a estas sencillas acciones tu smartphone será menos accesible a ojos y manos de personas ajenas, manteniendo tu privacidad.
7 marzo, 2024 01:27La privacidad es algo muy importante en un dispositivo como el móvil. A diario, este gestiona una enorme cantidad de información de los usuarios en España, que puede ir desde correos electrónicos recibidos hasta notificaciones de la app del banco. Por ello, mantenerlo alejado de miradas indiscretas es muy recomendable.
Desde el móvil se pueden acceder a todo tipo de plataformas y apps, pero también se incluyen algunas funciones relacionadas con la privacidad y la seguridad que pueden contribuir a que nadie mire tu móvil sin tu permiso. De hecho, incluso aunque alguien consiga desbloquear tu smartphone, hay algunas maneras de hacer que no puedan acceder a tu información más importante.
Por desgracia, eso sí, no todos los smartphones Android cuentan con las mismas posibilidades en cuanto a restricciones de privacidad. Sin embargo, la gran mayoría serán capaces de hacer cosas como bloquear una aplicación u ocultar las notificaciones que llegan en la pantalla de bloqueo.
Desactiva notificaciones flotantes
Hay muchas ocasiones en las que cuando se le deja el móvil a alguien, justo llega una notificación en la que puede aparecer información que no queremos que cualquier persona vea. Para evitar que el contenido de esta notificación se muestre en grande se recomienda desactivar las notificaciones flotantes. Estas son aquellas notificaciones que aparecen en forma de carta en la parte superior de la pantalla y que muestran tanto el remitente como parte del texto o de la información que se haya recibido. Lo mejor es que Android permite activar o desactivar este tipo de avisos para cada aplicación.
De esta manera, es posible dejarlas encendidas en aquellas aplicaciones en las que sepamos que no vamos a recibir información sensible, como en los juegos. Por su parte, otras aplicaciones como las del banco o alguna aplicación de mensajería pueden permanecer apagadas para que su contenido sea algo más privado.
Bloquear aplicaciones
Otra buena opción para evitar que otras personas puedan acceder a las aplicaciones que tenemos instaladas es bloquearlas utilizando un código o un patrón de desbloqueo. Esto supone un paso intermedio adicional, que además brinda un mayor nivel de seguridad a la hora de abrir algunas de ellas.
Ocultar archivos
Es posible que la información sensible en cuestión que se quiera ocultar no sea el contenido de alguna de las aplicaciones que hay instaladas en el dispositivo, sino que sea un archivo o varios archivos en particular. En este caso, es mejor apostar por ocultar dichos archivos.
Muchas capas de personalización permiten crear una especie de carpeta segura en la que se pueden introducir archivos para que no aparezcan en el explorador o en otras aplicaciones capaces de ver el contenido del dispositivo. Esto puede ser de gran ayuda a la hora de guardar documentos importantes en el móvil, como un contrato bancario, por ejemplo.
Esta opción se suele encontrar dentro del explorador de archivos nativo de la compañía, o incluso en las aplicaciones de galería de esta. Sin embargo, si no existe esta opción de forma predeterminada, será necesario descargar una aplicación externa para llevarlo a cabo, aunque en este sentido, siempre es mejor confiar en la funcionalidad nativa. Una alternativa recomendable es Google Files, en la que se pueden mover todo tipo de archivos a Carpeta segura con solo mantener pulsado sobre ellos.
No utilices contraseñas obvias
A la hora de configurar un método de bloqueo para un móvil o una tablet se pueden elegir diferentes maneras de hacerlo. Es posible establecer un pin numérico de cuatro o seis dígitos o incluso una contraseña alfanumérica o un patrón de desbloqueo. Quizá la más recomendable sea la contraseña alfanumérica, aunque es cierto que es la que requiere más atención a la hora de desbloquear el dispositivo.
Es por eso que, si se utiliza alguno de los otros métodos, lo más recomendable es que no se establezcan contraseñas demasiado obvias. Por ejemplo, poner como pin de cuatro dígitos el año de nacimiento puede ser la peor idea del mundo, puesto que es extremadamente fácil de deducir.
Cuando menos obvia sea y menos sentido tenga, más difícil será de adivinar y protegerá de mejor manera el dispositivo. Lo mismo sucede con las contraseñas que siguen cierta estructura a la hora de introducir los números.