Hoy toca explicar un truco nuevo para Android. Bueno, más que truco podríamos calificarlo de “fallo”, “glitch” o #nomecreoquefuncione que va a cambiar bastante nuestra visión de Android y de sus aplicaciones. Hoy os vamos a explicar como volver a instalar aplicaciones de pago que has comprado en cualquier teléfono. Vamos a ello.

El fallo

Un gran lector nuestro, Dr Plaga (no se su nombre verdadero, si nos lo comunica, lo cambio) nos comentaba una cosa que nos parecía increíble no haberla pensado: si tu te compras una aplicación con tu cuenta de Google y a continuación introduces dicha cuenta en otro teléfono (el de un amigo, un familiar o un conocido), podrás descargar la aplicación comprada de nuevo. Luego puedes borrar la cuenta del teléfono y la aplicación se mantendrá.

Por descontado, la primera reacción es pensar: pues puede funcionar. Y efectivamente, funciona sin problemas. No sabemos si se trata de un error, si realmente está permitido o qué, pero el hecho es que puedes hacerlo. Repetimos los pasos:

  • Compras una aplicación con tu cuenta de Google.
  • En otro teléfono (el de un amigo, un familiar o un conocido), en Ajustes -> Cuentas y Sincronización -> Añadir cuenta de Google añades tu cuenta.
  • Accedes a la Play Store de este otro teléfono, cambias de usuario y te descargas tus aplicaciones por las que has pagado.
  • Borras tu cuenta, dejando las aplicaciones perfectamente funcionales en el nuevo teléfono.

Problemas

Por supuesto este truco no funciona el 100% de las veces. Algunas aplicaciones disponen de un sistema de control y de seguridad extra que comprueba cada vez que lanzas la aplicación si tienes la cuenta de Google funcionando. Si no es así, no te permitirá utilizar la aplicación.

Por descontado, tampoco podremos actualizar las aplicaciones aunque tampoco creo que sea un gran problema. Si hay una actualización muy interesante se repite el proceso y ya está.

Por otro lado no sabemos hasta qué punto está permitido legalmente hacer esto. Nosotros os informamos de este hecho que existe y realmente eso no se puede obviar. Utilizadlo con cautela hasta que sepamos más sobre el tema.

El debate

Y con este caso, entramos en la eterna discusión. Cuando compramos una aplicación, ¿qué estamos comprando? ¿Un producto o una licencia para usar un producto? Es decir, si yo me compro un libro, lo puedo leer yo y luego dárselo a quien quiera, incluso fotocopiarlo en mi casa para mi uso personal. Si me compro un programa de software, en teoría puedo usarlo yo en cualquier ordenador de mi casa. Lógicamente, si lo que estoy comprando es una licencia para usar una aplicación en una única cuenta, aquí ya no está todo tan claro.

El debate está servido, pero de momento la cosa está clara: actualmente podemos utilizar este truco para instalar todas nuestras aplicaciones de pago en diferentes terminales.