Podemos definir Android de muchas formas, hablar sobre sus inicios, su núcleo y su funcionamiento. Pero en el centro de todo esto, alrededor de lo cual gira todo, se encuentra la cuenta de Google. Esta cuenta es una de las cosas más importantes, y con el paso del tiempo vamos acumulando más y más información en esta, siendo cada vez más arriesgado perderla.
Fijaos que nos referimos a esta como cuenta de Google y no de Gmail, porque aunque sea una dirección de correo electrónico, eso es sólo uno de los servicios que enlaza. La cuenta de Google, representada por una dirección de Gmail, es la llave de acceso a todos los servicios de Google y a los que damos permiso para que guarde nuestros datos.
Hay muchas aplicaciones que usan esta cuenta de Google, ya sea dentro de Android o en aplicaciones web, para almacenar datos, contraseñas y muchas más cosas. Los usuarios de Android hemos ido confiando gran parte de nuestra vida digital a esta cuenta de Google, y conviene que conozcamos un pequeño truco que nos puede ayudar en muchas cosas.
Por ejemplo, con Google Play Music algo que podemos necesitar es compartir nuestra cuenta de Google con nuestro padre, hermano, mujer, amigo… para que tengan acceso a nuestra música. Recordemos que tenemos hasta 20.000 canciones para subir y a las que pueden acceder 10 dispositivos, por lo que esto es sencillo y fácil de hacer. Simplemente tenemos que loguearnos con la misma cuenta de Google y podremos acceder a toda esa música. Pero esto es solo un ejemplo, ya que lo podemos hacer con muchas más cosas como aplicaciones, cuentas de una aplicación que no sea de Google para tener datos sincronizados entre diferentes personas (aplicación de viajes, finanzas…), etc…
¿Y cuál es el problema de dar acceso a nuestra cuenta de Google? Efectivamente, que tenemos que dar la contraseña. No se trata de si confiamos o no en la persona a la que se la demos, si no de que multiplicamos las posibilidades de que se vea comprometida por tantas veces como la hayamos compartido, y eso es un riesgo que no merece la pena correr.
La solución, como en parte indican en Lifehacker, pasa por crear subcuentas de Google para compartir servicios. Volviendo al ejemplo de Google Music, si nuestra cuenta es micuenta@gmail.com, simplemente tenemos que crear una nueva musica.micuenta@gmail.com. Si esa cuenta de Google se ve comprometida será un problema, pero menor que si ocurre con la principal, ya que ahí el problema será enorme, y posiblemente nos toque hacer un reset de fábrica y solucionar demasiadas cosas. Estas mismas subcuentas las podemos crear para todas las cosas que queramos, luego solamente hay que añadirlas a los dispositivos que queramos que tengan acceso y todo estará solucionado.
Es una solución parcial a un problema que nunca puede dejar de desaparecer, y posiblemente en muchos casos ya tengamos tantas cosas en nuestra cuenta principal que nos de demasiada pereza crear cuentas alternativas para otros servicios, pero merece la pena tenerlo en cuenta.
Y vosotros, ¿compartís vuestra cuenta con otras personas para acceso a datos? ¿Usáis algún truco como este? No dudáis en contarnos vuestras soluciones.
Idea original: Lifehacker