Las baterías son uno de los componentes más importantes en nuestros dispositivos electrónicos: sin energía serían pisapapeles muy caros, y esas baterías están ahí para dar energía al conjunto cuando estamos alejados de los enchufes. Unos verdaderos héroes de la tecnología en pleno siglo XXI, aunque no las valoramos tanto como deberíamos.
Esas baterías, aunque ponga que se han acabado con un 0%, nunca se vacían por completo, una batería necesita un mínimo de energía para poder realizar la carga. Y nuestras baterías tienen una vida útil, es decir, aguantan un determinado uso hasta dejar de funcionar como al principio, algo que contamos a través de los ciclos de la batería.
¿Qué son los ciclos de carga?
Llamamos «ciclo de carga» al proceso de descargar una batería de ion-litio llena, y volver a cargarla una vez se ha vaciado. Para que sea un ciclo de carga completo tiene que usarse toda la capacidad de la batería, según este artículo para Mac relacionado con las baterías.
Citando su ejemplo, un ciclo de carga completo sería dejar que la batería vaya del 100% al 0%, para cargarla por completo después. Si cargamos la batería cuando está al 50% dos veces sería un sólo ciclo de carga, y así sucesivamente.
Esto es importante porque nuestros smartphones ven muchas cargas que no son completas, en comparación a otros dispositivos como los portátiles. Por ello, una carga completa en nuestro dispositivo Android puede equivaler a muchas cargas intermedias que hayamos hecho. Y por eso cambiar la batería de nuestro Android pasado un tiempo puede ser una buena idea.
¿Cuándo -y cuánto- debo cargar el teléfono?
El consejo básico es no dejar que la batería se descargue por completo si puedes evitarlo. No va a pasar nada por hacerlo, no te preocupes si no tienes el cargador cerca, pero sí es recomendable hacer cargas pequeñas en vez de hacer cargas completas.
De esa forma estamos reduciendo el número de ciclos de batería mientras mantenemos el nivel de la batería alto. Y otra vez, no te preocupes si no puedes hacerlo y gastas la batería de una vez, están preparadas para ello.
Otro consejo igual de importante es controlar que la batería no alcance temperaturas ni demasiado altas ni demasiado bajas, aunque de eso hablaremos más abajo.
¿Cómo los puedo consultar en Android?
Mientras que sistemas operativos como iOS, Windows y OS X llevan la cuenta de los ciclos de carga, Android no cuenta con ningún mecanismo para contabilizar los ciclos de carga. En otras palabras, es imposible saber con exactitud cuántos ciclos de carga se han producido, lo único que podemos sacar son estimaciones.
Lo que sí podemos hacer es instalar aplicaciones de terceros que lleven la cuenta por sí mismas, «externalizando» esta función a una aplicación de Google Play. No es la solución perfecta y sólo va a contar desde el día que instalamos la aplicación, pero menos da una piedra.
¿Es bueno cargar el teléfono por la noche?
La respuesta es que sí, es seguro cargar el teléfono por la noche y no estaremos desgastando la batería. Los circuitos de carga, al detectar que la batería está cargada, cortan el suministro de energía y no dejan pasar más corriente hacia la batería. Incluso, en algunos portátiles, se deja de alimentar la batería cuando llega al 100% y el ordenador comienza a recoger la energía sólo del cargador, dejando así tranquila a la batería.
Cuando el teléfono pierde un cierto porcentaje de carga, inferior al 1% en la mayoría de los casos, vuelven a dejar pasar un pequeño chorro de corriente hasta llegar al 100%, y vuelta a empezar. Además, el 100% que muestra el contador tiene muchas probabilidades de ser falso, igual que no podemos dejar una batería a un 0% absoluto.
¿Y si la batería ya está tocada?
Si la batería se ha descompuesto parcialmente, se ha roto por alguna parte, o si se ha hinchado como la que tenéis sobre estas líneas, lo que tienes que hacer es dejarla en un lugar seguro y aislado (como una campana de metal), localizar un extintor y leer el siguiente artículo. Ni se te ocurra usarla. Nada de peros.
¿La carga rápida es buena o mala para la batería?
Cuanto más rápido carguemos una batería, más se va a calentar, punto. Y el calor es uno de los grandes enemigos de las baterías actuales, hace que se deteriore mucho más rápido de lo habitual. En casos extremos, sobrecalentar una batería puede hacer que sea peligroso volver a utilizarla, aunque se vuelva a estabilizar la temperatura después.
¿Por qué los ciclos de carga no son tan importantes?
Porque los llamados «ciclos de batería» no sólo tienen en cuenta las cargas; factores como el voltaje empleado o la temperatura son igual de determinantes. Es más, diferentes estudios demuestran que la temperatura es uno de los mayores causantes de la degradación de la batería, después de que los fabricantes hayan optimizado al máximo los ciclos de carga.
Otros motivos que pueden acortar la duración de nuestra batería, además del sobrecalentamiento de la batería, son los cargadores defectuosos o no revisados que no cumplen con los requisitos de la batería.