Estás viendo tranquilamente una película en el móvil por la noche, y de pronto aprecias un pequeño y ligero destello en una escena en la que los protagonistas atraviesan un lugar de noche… siento decírtelo pero, en la gran mayoría de los casos, lo que acabas de descubrir es probablemente un pixel muerto en la pantalla. Todavía a día de hoy los móviles siguen sufriendo este problema (no se libran ni los buques insignia), y en muchas ocasiones el desconocimiento de los usuarios hace que las personas sigan con un móvil que, en realidad, está defectuoso.

Por norma general, los píxeles muertos en un móvil vienen así de fábrica. En otros casos aparecen con el paso del tiempo, y en los menos también pueden dejarse al descubierto tras un fuerte impacto del teléfono contra el suelo. Tanto en el primero como en el segundo caso, la garantía del móvil es la responsable del coste de reparación que suponga el cambio de la pantalla.

Para empezar, ¿qué es un píxel muerto?

La pantalla de tu móvil está formada por píxeles, concretamente por cientos de ellos. Si te acercas mucho a la pantalla mientras está encendida, lo que verás son minúsculos cuadrados divididos por líneas; cada uno de ellos corresponde a un píxel, y a más alta gama pertenezca tu móvil, mayor será el número de cuadraditos que verás en el panel (un móvil como el Galaxy S7 tiene más de 500 píxeles por pulgada, mientras que el Moto G de 2015 tiene menos de 300).

En el momento en el que alguno de estos cuadritos deja de funcionar (es decir, no se ilumina o lo hace con un color diferente al que debería), lo que tenemos es un píxel muerto. También puede darse el caso de que se trate de un píxel vago, que es la denominación que reciben estos cuadrados cuando funcionan de forma errática. En cualquiera de los casos, la realidad es que la pantalla de tu móvil está defectuosa.

¿Y cómo se detectan?

Los servicios técnicos oficiales de las marcas de móviles disponen de aplicaciones que permiten detectar píxeles muertos en la pantalla a través de una simple prueba. En nuestro caso, no nos queda más remedio que afinar la vista utilizando aplicaciones que dejan al descubierto los problemas con los píxeles en la pantalla.

Primero, la forma más sencilla de detectar un píxel muerto consiste en descargarnos en el móvil una imagen completamente blanca (por ejemplo, ) y otra imagen completamente negra (por ejemplo, esta). Una vez nos encontremos en un lugar casi a oscuras (es recomendable hacer la prueba de noche), tenemos que abrir cada imagen a tamaño completo y fijarnos en la pantalla en busca de minúsculas manchas.

Si la mancha es de color negro en la imagen de fondo blanco, o de color azul en la imagen de fondo negro, lo más probable es que tengamos un píxel muerto (o, como mínimo, un píxel vago). También es recomendable que probemos a realizar la prueba con fondos de otros colores, y para ello podemos utilizar aplicaciones como Dead Pixel Detect and Fix.

¿Se puede solucionar?

A grandes rasgos, un píxel muerto en la pantalla de un móvil tan solamente se soluciona cambiando por completo la pantalla. Existen aplicaciones que en teoría ayudan a solucionar este problema, pero rara vez funcionan ya que están orientadas hacia los píxeles vagos, que son aquellos que, sin llegar a dejar de funcionar del todo, no siempre están iluminados con el color que corresponde.

En cualquier caso, en la tienda de Google Play podéis encontrar diferentes aplicaciones para probar suerte tratando de hacer volver a la vida al píxel problemático:

Por otra parte, en la red podemos encontrar remedios de dudosa fiabilidad que no deberíamos seguir a no ser que tengamos conocimientos avanzados en la materia. Es mejor un píxel muerto que un móvil convertido en un pisapapeles.

¿Y lo cubre la garantía?

Y aquí llega el apartado más complicado de la situación. Una vez descubierto el píxel muerto de nuestra pantalla, lo que comienza es una interminable batalla en la que, por desgracia, partimos con desventaja. Por norma general, la garantía no cubre una sustitución de la pantalla por un píxel muerto, y los fabricantes se agarran a la normativa UNE-EN ISO-13406-2 para alegar que como mínimo han de aparecer tres píxeles muertos en la pantalla para poder hacer uso de la garantía.

Si echamos un vistazo a la normativa en materia de píxeles muertos a la que se remiten los fabricantes (PDF), veremos lo siguiente:

Debido a la complejidad de la tecnología empleada en la fabricación de las pantallas TFT y PDP es posible que alguno de los píxeles que componen la pantalla pueda estar defectuoso. […]  Por ejemplo, las pantallas con una resolución de 1024768 y de clase II no alcanzan el millón de píxeles (786.432) por lo que se aceptarían 2 pixels defectuosos de tipo 1, 2 y grupo de tipo 3, así como 5 píxeles de tipo 3.

En cambio, en las pantallas con una resolución de 1280 x 1024 y de clase II, al pasar de un millón de píxeles (1.310.720), se aceptarían hasta 4 píxeles de tipo 1, 2 y grupo de tipo 3, así como 10 píxeles de grupo 3.

Los tipos de error que menciona el documento se dividen tal que así:

  • Error de píxel de tipo 1: el píxel está siempre encendido en blanco.
  • Error de píxel de tipo 2: el píxel está siempre encendido en negro.
  • Error de píxel de tipo 3: un subpíxel (cada píxel está formado por tres subpíxeles) no funciona correctamente.

Aunque esta normativa hace referencia a los monitores, los fabricantes de móviles suelen agarrarse al «requisito» de que nuestro panel tenga un mínimo de tres píxeles muertos para tramitar la garantía. De no alcanzar ese mínimo, la empresa se lava las manos y lo más probable es que no acepte cubrir los gastos de reparación o sustitución del teléfono.

Pero también se dan excepciones. Si el píxel muerto lo hemos encontrado en un móvil que acabamos de comprar hace escasos días, raro sería el caso de una tienda que se negara a sustituir inmediatamente el teléfono por una unidad nueva, especialmente sabiendo que en el peor de los casos por ley disponemos de 14 días para «devolver el producto por cualquier motivo y sin justificación alguna» (europa.eu).