El hardware de un smartphones es tremendamente complejo, mucho más de lo que imaginamos. Solemos fijarnos en la pantalla, el procesador, calculamos si la RAM puede o no ser efectiva en relación al resto del móvil, nos fijamos en el almacenamiento y lo comparamos con nuestro propio uso… En definitiva: existen características de primera clase que, a pesar de no conocer con exactitud cómo funcionan, sí que las estimamos por su aplicación práctica. Pero otras..
Hablemos del giroscopio. ¿Sabes qué es el giroscopio de un móvil, cómo funciona y, lo más importante de todo, qué implica para un móvil tenerlo instalado o carecer de él? A pesar de que no resulta imprescindible porque el uso del smartphone será casi el mismo incluso aunque no lo tenga, estamos hablando de un componente que sí posee aplicaciones prácticas y muchas implicaciones. Veamos cuáles son empezando por lo básico.
El giroscopio, ¿qué es y por qué se utiliza en smartphones?
El giroscopio o giróscopo (puede utilizarse ambas acepciones) utilizado en los smartphones es un componente electrónico equipado con diferentes elementos:
- Uno o varios brazos en constante vibración.
- Un brazo de detección.
- Un estátor central fijo al que van conectados los brazos, tanto el de detección como los de vibración.
- Sensores capaces de determinar el movimiento en base a las fuerzas de Coriolis que actúan sobre el conjunto.
Al estar vibrando los brazos siempre en el mismo sentido, la velocidad angular que recibe el giroscopio (o el dispositivo donde va colocado) cuando lo movemos incide sobre los brazos alterando el sentido de la vibración. Estos cambios, por mínimos que sean, pueden detectarse por los sensores alojados en el giroscopio traduciendo a impulsos eléctricos la rotación en el espacio.
Con el giroscopio el móvil sabe si está totalmente horizontal (se calibra de serie para que ésta sea la posición base), si lo movemos a la izquierda, a la derecha o si, por el contrario, le damos la vuelta. También es capaz de registrar la aceleración del movimiento para así actuar en consonancia.
Es la combinación del osciloscopio y de los acelerómetros (sensores capaces de captar la inclinación del dispositivo y la aceleración de dicho movimiento) lo que permite al smartphone saber en qué plano del espacio se encuentra, cuál es su aceleración con respecto al punto de partida y si el dispositivo está girando sobre el plano o inclinándose. Combinados, detectan el movimiento en sus seis ejes.
Aquí tenéis un vídeo que explica muy bien cómo funciona un giroscopio electrónico.
¿Cuáles son las aplicaciones prácticas de integrar un giroscopio en smartphones?
Un dispositivo comercial con pantalla ha de detectar en qué posición se encuentra para así ofrecer la mejor orientación de visionado. Ésta es la aplicación más práctica, aunque se trata de una función que cumplen de sobra los acelerómetros (todos los móviles y tablets disponen de ellos). Pero otra cosa distinta es cuando hace falta calcular la posición en el espacio y no sólo la inclinación.
La realidad virtual y el visionado de la misma (también imágenes y vídeos en 360 grados) es la función clave para apreciar el trabajo que realiza el giroscopio. Gracias a él podemos movernos ampliamente por el mundo virtual mientras el móvil sabe perfectamente cómo cuadrar la imagen en pantalla con la posición y movimiento del jugador. De este modo la inmersión es total ya que el mundo falso reacciona tal y como debería reaccionar el verdadero.
En este vídeo se puede comprobar a la perfección en qué se diferencia un móvil con giroscopio de otro que sólo incorpora acelerómetros.
Otro de los aspectos clave para el uso del giroscopio en un smartphone es el juego. Célebre fue la presentación del iPhone 4 con Steve Jobs donde el móvil incluía por primera vez el giroscopio. Gracias a él, y a que permitía la detección de movimiento en seis ejes, podía jugar a Jenga desplazando la pila de ladrillos en todas direcciones sin tocarla: el móvil reaccionaba incluso a la rotación. El efecto conseguido es tan fácil de entender como de trasladar a otros juegos donde se haga uso de las capacidades de rotación.
Aquí está el vídeo de Steve Jobs. Más allá de la curiosidad, es un ejemplo perfecto de cómo los móviles utilizan el giroscopio.
¿Cómo saber si mi móvil tiene giroscopio?
Por lo general, todos los móviles actuales vienen con el giroscopio integrado, al menos aquellos dirigidos como mínimo a la gama media/baja. Los fabricantes suelen especificar la integración o no del giroscopio en el grupo de sensores, por lo que el primer paso antes de comprar un nuevo móvil es acudir a la ficha técnica y asegurarse de que el giroscopio se encuentra dentro de las especificaciones. Existe hardware mucho más importante (mejor procesador, más memoria…), pero siempre es un dato a considerar.
Si ya tenemos un móvil, y queremos comprobar cuáles son los sensores que tiene integrados, basta con que descarguemos la aplicación de Sensor Box.
Tras arrancarla, Sensor Box mostrará un recuadro con los sensores marcando con una señal de prohibido aquellos que no encuentre en el móvil. Si el «Gyroscope Sensor» no se encuentra marcado y, tras entrar en el ajuste, el cubo reacciona a los movimientos, podrás aprovechar por completo la realidad virtual y todas las apps que hagan uso del giroscopio.
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