Toca disfrazarse de Adam Savage y Jamie Hyneman (de uno sólo, con los ambos no podré) para atacar de lleno a los mitos de un componente básico para los smartphones: las baterías. ¿Cuánto es cierto de todo lo que circula sobre ellas? Muy poco, ya te lo avanzo: en ellos hay menos verdad que en el decorado de una película. Aunque no ocurre con todos.
Conocerás la mayor parte. Que si hay que dejar cargando el móvil por completo antes de desconectarlo, que si debe agotarse la batería en la primera carga tras la compra, que si pueden explotar… Vale, esto no es exactamente un falso mito, pero mejor dejo las explosiones para el final. Como en las películas.
No hay que dejar cargando el móvil por la noche
Empiezo fuerte. Éste es un mito muy extendido que va contra la manera habitual en la que cargamos nuestros smartphones. Si llegamos a casa por la tarde, con la batería a punto de decir «hasta luego», ¿no es lógico que lo dejemos cargando mientras dormimos para tenerlo a punto para la mañana siguiente? No sólo es lógico, también puedes hacerlo sin problemas.
Las baterías de ion litio (las más habituales en los dispositivos) se degradan con cada ciclo de carga y con el sobrecalentamiento. Teniendo estas premisas sobre la mesa, es cierto que con una noche de carga la batería sufre más «estrés», pero no es algo que pueda ser determinante a la larga.
Durante la noche no existe la sobrecarga de la batería: el sistema dejará de cargarla cuando esté llena para protegerla
El dispositivo, la batería y el cargador se comportan de manera inteligente. Una vez la batería está completamente cargada, el sistema deja de suministrarle energía; recargando de nuevo en cuanto pierde mAh. ¿Resultado? Este comportamiento inteligente, y una temperatura que se mantiene dentro de los límites normales, logra que la batería se mantenga en el estado óptimo.
Muchos siguen recomendando no cargar el móvil durante la noche, pero no es tan perjudicial como se empeñan en transmitir. De hecho, es recomendable realizar una carga profunda cada cierto número de cargas sucesivas (1 cada 20/30 cargas, cada semana…). Como será tónica en el resto del artículo, utiliza tu móvil según tus propias necesidades.
La primera vez que se enciende hay que dejar que la batería se descargue
Falso. Otro de esos mitos que procede de la generación anterior de baterías para el consumo, las NiMh y NiCd. Dicha generación poseía el llamado «efecto memoria» mediante el cual perdían capacidad si no se les realizaba el ciclo de carga y descarga completo. Hoy en día esto es cosa del pasado: las baterías de litio carecen del mal llamado «efecto memoria».
Puedes cargar tu móvil como te dé la gana y dejar que se descargue de igual manera, incluso la primera vez. Aunque eso sí: es recomendable que la descarga no baje del 20 %. Para maximizar la vida útil de una batería de litio (LiOn y LiPo) su carga debería mantenerse siempre entre el 40 y el 80 %. Como decía antes, no hay que obsesionarse con los porcentajes, pero sí tener cierto cuidado.
No tienes que dejar que la batería se descargue por completo cuando compras el móvil; tampoco cargarla al 100 %
Otro dato útil dentro de este mito es el mantenimiento de la carga durante largos periodos sin usarse. Jamás aparques una batería descargada durante mucho tiempo porque te quedarás sin ella. Si crees que no usarás un dispositivo durante un tiempo, déjalo con su batería cargada entre el 40 y 60 %: optimizarás su vida útil. Ésta es la razón por la que cada móvil suele salir de la tienda con esa cantidad de carga.
Las baterías se estropean si se cargan continuamente
Un falso mito que viene ligado a los dos puntos anteriores: las baterías de litio actuales están preparadas para las cargas continuas sin necesidad de que sean completas, por lo que puedes realizarlas siempre que las necesites. Lo que sí que no es recomendable es dejar que la batería se descargue por completo; tampoco mantener constantemente su 100 % (el propio sistema se encarga de ello por más que muestre ese 100 %).
Es mejor realizar pequeñas cargas que una completa del 0 al 100 %; aunque de vez en cuando es recomendable hacerlo
Las baterías modernas miden su efectividad en ciclos de carga. Por lo general, las de tipo litio (aquellas que se usan en dispositivos móviles) tienen una vida útil que oscila entre los 600 y 1.000 ciclos. Para calcular un ciclo debe contarse toda la suma de las descargas, no cada vez que se conecta el cargador. Así, si un día descargas un 67 %, cargas y otro día gastas un 33 %, habrías utilizado un ciclo completo, no dos.
Lo de los ciclos de carga también es una medida que está en entredicho, sobre todo por el interés de los fabricantes en que se utilicen sus repuestos. Algo incontestable es que las baterías se degradan con el uso y también con la temperatura, perdiendo capacidad con el tiempo.
Cerrar aplicaciones y matar procesos alarga la batería y su vida útil
Las baterías de los móviles, tablets y demás dispositivos se degradan con el uso, hasta aquí nada que extrañe. Ergo, si se cierran procesos, aplicaciones, si cortamos los servicios de conexión para que la batería aguante más… También alargaremos la vida útil de la misma ¿no?. Error.
Acabemos de una vez con el mito de los «task killers», que sigue arrastrándose por más que Android gestione de forma eficiente cualquier dispositivo. No se consigue nada cerrando aplicaciones que no se usen y matando procesos del sistema: seguramente vuelvan a abrirse de manera automática porque el sistema los seguirá necesitando. Por lo que el gasto será doble: cerrarlos y volverlos a abrir.
Hazte un favor a ti mismo (y a tu móvil) y deja de utilizar aplicaciones para limpiar la RAM y mejorar la batería
Además, dejar una aplicación en segundo plano no tiene por qué consumir batería: la mayor parte de las ocasiones dicha app se queda guardada en la memoria RAM para no ejecutar de nuevo la carga una vez vuelva a utilizarse. Sí que hay aplicaciones que pueden lastrar la autonomía en segundo plano, pero ahí deberás ser tú el que autorice su funcionamiento y conexión (generalmente son redes sociales y otras apps que necesitan descargar datos de manera continua).
Se debe cargar el móvil con el cargador específico de la marca
Otro falso mito que es bastante habitual, sobre todo por el hecho de que a los fabricantes les interesa que compres sus accesorios originales. Bien: puedes cargar tu móvil o tablet con cualquier cargador que admita una entrada USB (por lo general, siempre tendrás este cable suministrado). El móvil y la batería se adaptarán al voltaje y a la potencia suministrados.
No te preocupes por cargar el móvil con un cargador diferente del suyo: no se estropeará la batería por ello
No hay problema en utilizar cualquier cargador, simplemente tardarás más o menos dependiendo de sus características y de las del móvil. Eso sí: debes tener en cuenta que el cargador tiene que ser de calidad, puedes tener un problema si usas uno deficiente. Y si quieres carga rápida, necesitas que tu móvil sea compatible con el cargador a utilizar.
La carga rápida acorta la vida de las baterías
Esto es cierto en parte, aunque también depende de la tecnología: los métodos actuales de carga rápida optimizan el flujo de energía dependiendo del estado y carga de la batería logrando que ésta no se sobrecaliente en exceso. Más allá del estrés que sufre el componente que da vida al smartphone, su degradación se acentúa por encima de los 40 ºC.
Usar la carga rápida calienta más la batería de lo habitual, por lo que su degradación es mayor; también su estrés
Que el móvil se caliente más con una carga rápida es común, pero no todas producen la misma temperatura. Por mi propia experiencia, he tenido smartphones más calientes (el Vodafone Smart 7 Platinum, por ejemplo) y otros menos (el OnePlus 3 con DASH, como muestra la foto inferior). Debes valorar: si tienes un móvil que cargándolo rápido se calienta en exceso (con CPU-Z puedes medir la temperatura de la batería, no debería subir de 40 ºC), reserva dicha carga para situaciones puntuales.
Aunque un móvil se cargue de manera rápida, dicha carga no se aplica a todas las fases de la misma. Así, el sistema regula la potencia dependiendo de la cantidad que tenga la batería para inyectar más en las primeras fases volviendo a una carga lenta alrededor del 70-80 % para optimizar la vida útil de las baterías. La carga rápida actual es bastante segura para las baterías.
Las baterías de litio pueden explotar
Desgraciadamente, esto es cierto. Y lo es por los componentes de las baterías: aparte de las sales de litio que componen su electrolito, en el interior se encuentra un líquido orgánico altamente inflamable (en el caso de las baterías de polímeros de litio, las sales de litio están contenidas en un compuesto polimérico). Jamás hay que perforar una batería o arrojarla al fuego. Y si notas que se hincha, recicla inmediatamente la batería o el dispositivo entero.
Lo peor que puede pasar es que el móvil explote en las manos, éste es el principal miedo de este mito. Dado que se han dado casos, siempre en baterías con defectos de fabricación o manipuladas, debes estar al tanto de las comunicaciones que haga el fabricante en torno a lotes defectuosos. Y jamás manipules una batería.
Consejos prácticos sobre cómo cargar y alargar la vida útil de las baterías
Hasta aquí he comentado los mitos más habituales resolviéndolos por su verosimilitud y añadiendo múltiples datos, consejos y mejoras sobre la carga de las baterías. Pero, como hay mucho texto, ¿qué tal resumirlo todo en una infografía? Dicho y hecho: aquí la tienes.
¿Tienes algún otro mito relacionado con las baterías que te gustaría desmontar? ¿Consejos, dudas? Ya sabes, los comentarios están abiertos para ello.
Más información Wikipedia, LifeHacker, Battery University