Cuando alguien me habla de problemas en la pantalla de su móvil, siempre digo lo mismo: mira primero en los ajustes de pantalla. Parece sorprendente, pero no son demasiados los usuarios que se van de vez en cuando a los ajustes a revisar que todo esté bien; hay veces incluso que dichos usuarios ni entran ahí.
Pero de los ajustes, quizás los de pantalla sean de los más importantes. Revisarlos a fondo y cambiar cosas puede ser muy beneficioso y cambiar por completo la experiencia de uso de tu dispositivo, y no es para menos. Te contamos por qué.
No todas las pantallas son iguales
Empecemos con un ejemplo práctico. Hoy en día, mi dispositivo personal es el Sony Xperia XZ1, un teléfono top que tiene un panel que, aunque es pequeño (5.2 pulgadas) tiene una muy buena calidad. No es para menos; Sony sabe tratar muy bien sus pantallas.
Como algunos sabréis, Sony tiene diversas tecnologías en sus paneles para potenciarlos, como serían TRILUMINOS. Pero además, Sony nos deja editar detalles como el balance de blancos, la calibración del color de la pantalla… he aquí una imagen para mostrarlo.
Dentro de este apartado podemos editar el modo de color, y en esta nos deja 3 modos: el estándar, el súper vívido y el modo profesional. 3 modos con formas completamente distintas de interpretar la saturación del color y la calibración de este.
Decimos esto porque lo mismo pasa en el Huawei P20 que analizamos; su panel IPS estaba estrictamente calibrado para que fuera súper vívido, y si lo calibrabas en modo normal, la pantalla perdía muchísimo color. He aquí el análisis para exponerlo.
Decimos esto porque en la gran mayoría de dispositivos de gama alta y media nos permiten editar estas configuraciones. Parte de la importancia de estos ajustes es debido a que en estos paneles se pueden calibrar los colores de la pantalla a gusto del usuario, y con la mano en el corazón: la experiencia cambia hasta niveles insospechados. Por ello, revisad si podéis cambiar dicha calibración, ya que puede que estéis viendo la pantalla de una forma no idónea.
Lo mismo pasa con otros ajustes, como el tamaño
Esto depende fuertemente de la capa de personalización que lleve el teléfono, pero en capas como la de Xperia, EMUI o MIUI sí te lo permite. Otro detalle es el tema del tamaño en la imagen. Por defecto, el tamaño del contenido de la pantalla es enorme, con una densidad de píxeles de 360 aproximadamente.
Para aprovechar mejor este tamaño podéis ir al os ajustes y cambiarlo a una cantidad algo más normal. Os recomendamos superar los 400 dpi de densidad, ya que ese tamaño es idóneo para la mayoría de los usuarios. Si no encontráis la opción, podéis ir a los ajustes de desarrollo, ir a la opción «Ancho más pequeño», en el que podréis editar manualmente este valor.
Es por este tipo de cosas por las que hay que revisar los ajustes de pantalla, ya que podéis cambiar desde cómo interpreta los colores tu pantalla hasta el tamaño de las cosas que véis en ella. Por ello os recomendamos encarecidamente revisarlos; encontraréis más de una sorpresa en ellos.