Con la llegada del Black Friday llega el escepticismo. ¿Son el aluvión de ofertas reales? ¿He comprado el chollo de mi vida? ¿Me están timando? ¿Cómo puedo saber si es una buena compra?
Todas estas son preguntas que en este tipo de eventos uno tiende a pensar. La compra por impulso ante cualquier cosa con el cartel de «Oferta especial Black Friday» es tentadora. Hay grandes descuentos, pero también exageraciones en productos que quizás no están en su mejor precio, o que incluso cuestan más dinero.
Hemos creado una pequeña guía con consejos para evitar que os timen en el Black Friday. Son consejos que en más de alguna ocasión nos han evitado el impulso de caer en falsas ofertas. No vamos a contaros un secreto milagroso, sino algunas conclusiones que hemos sacado en nuestra experiencia como consumidores.
¿Tienes claro lo que quieres? ¿Realmente es una oferta?
Esta es quizás la más aburrida, la que va más contra el espíritu consumista, pero creemos que es la más útil. ¿Lo que vas a comprar es realmente útil para ti? ¿Le vas a sacar partido? ¿En qué va a mejorar tu vida?
como ejemplo.
Muchas son las ocasiones en las que un conocido me ha hablado del ofertón que se acaba de comprar. Si, el descuento realmente era jugoso, pero al final ha sido más el impulso de comprar barato una cosa que o no es buena, o no la vamos a utilizar. Por muy barata que sea, si va a terminar en un cajón es un despilfarro.
Olvídate de los condicionales, de los «y si» o «por si acaso». Rara vez se cumplen, y muchas veces estos condicionales son una excusa para dar tarjetazo. No te engañes, sabes que va a acabar en un cajón. Ya si realmente lo necesitas en un futuro te lo compras, pero si no es algo a lo que inmediatamente le vas a sacar provecho, mejor pasa.
Los «por si acaso» son una excusa que sabes que no se va a cumplir.
No queremos decir que compres solo productos de necesidad (si realmente necesitas algo, lo vas a comprar en cualquier época del año). Más bien sería un «compra lo que quieras, pero estate seguro que lo quieres realmente».
¿Lo comprarías si no estuviera de oferta? En caso afirmativo, la compra ya ha pasado el primer filtro.
Aunque te guste mucho una tienda, no te confíes únicamente en ella
«Yo soy muy fan de Amazon, tienen precios bajos, y también del Mercadona» – alguien que seguramente conozcas.
Para muchos, las tiendas son casi un equipo de fútbol. Una vez estás encantado con uno, te cuesta comprar en cualquier otro lugar. Incluso llegas a dudar de ofertas externas, sobre si son tan buenas, aunque sea exactamente el mismo producto.
No te ciñas ni confíes únicamente en una sola tienda, incluso si al final solo piensas comprar en ella. Cuando veas un precio apetitoso, lo más razonable es hacer una comparativa. Busca en otras páginas los precios de referencia. Con esto consigues un claro beneficio, comprobar que realmente es una oferta:
- Si está notablemente más barato: es una oferta.
- Si ronda el mismo precio: lo más sensato es pensar que no es una oferta, aunque te la están vendiendo como tal.
- También puede ser que esté de oferta en todos lados. Vaya, ya es casualidad.
- Si está a más precio que en tiendas de la competencia, te están timando:
- Al menos, no es tan buena oferta como en otros lugares. Puedes considerar comprarlo allí.
Los historiales de precios: una herramienta imprescindible para saber si es una oferta
Lo más inteligente antes de comprar en la maravillosa semana del Black Friday era tener una lista de deseos anotada, con las cosas que querías comprar. Más razonable aún es tener anotados los precios de referencia antes del inicio del Black Friday, para así, tener una constancia realista de cuanto estamos ahorrando.
¿Y si no hemos sido previsores? ¿Qué podemos hacer?
Para este tipo de ocasiones, Amazon suele ser un excelente eje central. Al ser la mayor superficie online, existen aplicaciones que en base a la información de Amazon, nos permiten conocer el histórico de precios de un producto concreto. Existen muchas webs dedicadas a esto, aunque la que yo utilizo es Camelcamelcamel.
Buscas el producto en Amazon, introduces la URL y ya tienes un histórico de precios para ese producto. Sí, es el histórico de precios en Amazon, pero si mirar en otras tiendas es un punto de referencia en el espacio, el histórico es una medida en tiempo.
Para el comercio físico: Google Lens y la realidad aumentada
El Black Friday no solo se encuentra en las tiendas online, sino también en comercios físicos. Ve a cualquier centro comercial durante esta semana y lo verás inundado de carteles.
Aquí, la realidad aumentada de Google Lens nos permite tomar una fotografía, analizarla, y buscar inmediatamente el producto, o similares, en Internet. Puedas comprarlo o no en la tienda física, es otra herramienta útil para saber si el precio de la tienda es o no honesto.