Pocos complementos para el móvil, con permiso de las omnipresentes fundas, han tenido tanto éxito como las pulseras inteligentes, primero y los relojes inteligentes después. Aunque en España las primeras empezaron a tener más tracción debido a sus precios bajos, poco a poco muchos usuarios han dado el salto a los relojes por su mayor tamaño de pantalla, versatilidad y su capacidad para hacer más funciones en el mismo espacio.
En el fondo el uso que se requería de ambos era el mismo. La idea era tener un dispositivo con el que controlar en ocasiones el smartphone, que evitara que tuviéramos que sacar el móvil al recibir una notificación, que permitiera responder a esas notificaciones de manera rápida o responder una llamada desde la muñeca.
Pero hay muchas funciones que los relojes y pulseras tienen que no dependen del propio teléfono. Y no nos referimos a las aplicaciones que algunos permiten instalar, y que muchas veces usan la conexión de internet que tiene el móvil (salvo en los pocos casos en los que el reloj tiene una eSIM). Nos referimos a funciones sencillas que son útiles aunque no tengamos el móvil cerca.
Alarmas
La primera de las funciones es una de las más usadas. Los wearables suelen tener runa aplicación de alarma, que usa el sonido o la vibración para despertarnos cuando se lo hayamos indicado. De esta forma, es posible evitar por la mañana el sonido de un móvil o de un despertador.
Esto es especialmente importante si dormimos en la misma cama que otra persona, que se levanta más tarde que nosotros y tiene el sueño ligero. La vibración en la muñeca despierta a la persona que lleva el dispositivo puesto, pero no a la que está al lado.
Lo único a considerar es que, si esta función es importante, no podemos dejar el reloj cargando por las noches, algo que mucha gente hace dado que modelos como el Apple Watch, a duras penas aguantan más de un día sin tener que ser recargados. Esto no es problema con las pulseras inteligentes o relojes como los de Amazfit, cuya autonomía supera la semana.
Temporizadores
Otro de los usos independientes del propio smartphone es el de los temporizadores. Al igual que los que se usan en los teléfonos o en los altavoces inteligentes, permiten controlar el tiempo concreto que necesita una acción para terminar. En este caso es muy práctico, por ejemplo, cuando estamos en la calle.
Si un niño pequeño pide acceso a un móvil y queremos dejárselo, pero solo 10 minutos, es más fácil controlar ese tiempo desde el reloj que desde el propio móvil, que tendrá el niño. De esta manera, no cabe la posibilidad de que nos olvidemos, que el niño pause el temporizador sin que nos percatemos, etc.
Linterna
Otra de las ventajas de no quitarse el reloj de noche es que, si hay que levantarse, se puede usar como linterna. Obviamente la potencia no es la misma que la del móvil o la de una linterna de verdad, pero aún así es suficiente para salir de la habitación, ir al baño...
Además, al no tener que andar buscando el móvil ni otro aparato, haremos mucho menos ruido, y al tener menor intensidad lumínica habrá menos posibilidades de despertar a otra persona, si es que dormimos con alguien. Algunos modelos incluso tienen cierto control sobre el color o la intensidad de la luz.
Calculadora
Una característica similar a la anterior en tanto que la tiene el móvil pero a veces es más fácil de usar desde la muñeca es la calculadora. Sobre todo para cuentas rápidas, para no tener que sacar el smartphone. Eso sí, quizás no sea lo más cómodo para cuentas complejas, por el tamaño de la pantalla.
Por supuesto, hablamos de cuentas con operaciones matemáticas básicas, como sumas, restas, multiplicaciones y divisiones. Operaciones más complejas mejor hacerlas con el móvil. O con el iPad ahora que por fin tiene una app de calculadora.
Sueño
La medición de la calidad del sueño es uno de los cálculos que se pueden hacer casi exclusivamente con relojes y pulseras. Hay algunas alternativas, como altavoces inteligentes o auriculares, pero los más comunes y económicos son los wereables.
De la misma manera que pasa con las alarmas, esto implica que no podamos quitarnos el relojes de noche, por lo que la autonomía del mismo es importante, para que no sea necesario recargarlo cuando estamos durmiendo. Además, es importante llevarlo apretado, porque si durante la noche nos movemos y se aleja el sensor de la piel podríamos perder información.
Datos de salud
El último uso del reloj es posiblemente uno de los más comunes, pero no por ello menos importante. La medición de parámetros de salud es uno de los motivos por los que muchas personas compran este tipo de aparatos. Los móviles pueden contar los pasos, las calorías y más, pero es mucho más cómodo y eficaz hacerlo con un dispositivo de muñeca.
El motivo es que el móvil no siempre lo tenemos encima, a no ser que estemos fuera de casa, de viaje o paseando. Si queremos contar los pasos, toda la actividad que realicemos, o si vamos al gimnasio o a hacer algún deporte al aire libre, llevar un wereable siempre es más conveniente.