El calor puede ser un elemento extremadamente perjudicial para los aparatos electrónicos. En España, son bastante las regiones en las que en verano experimentan temperaturas bastante altas, y esto puede hacer que nuestro móvil rinda peor e incluso que se estropee, y si estamos de vacaciones, esto puede ser una muy mala noticia.

Los dispositivos electrónicos pueden calentarse en función de su uso, y la temperatura ambiente también les afecta. Cuanto mayor trabajo tenga el dispositivo, más se calentará, y cuando esta temperatura llega a los 40 grados, sus componentes pueden empezar a deteriorarse, haciendo que, a la larga, el dispositivo dure menos tiempo.

Los móviles Android, en concreto, tienen sensores que son capaces de monitorizar la temperatura interna del móvil, haciendo que, si se llega al extremo, este se apague automáticamente para enfriarse y evitar daños. Esto es un mecanismo de defensa gracias al cual el móvil se puede proteger, pero no asegura que no se  haya dañado.

Llegar a este punto ya puede hacer que el smartphone o la tablet en cuestión funcionen peor y que corra riesgo de estropearse. Por ello, lo mejor es evitar que el móvil se caliente de más, algo que se puede conseguir evitando algunos usos y tomando ciertas precauciones.

Para saber si el móvil está a una temperatura muy alta, solo habrá que quitarle la funda y tocar su parte trasera. Sin embargo, para tener un conocimiento preciso de su temperatura, lo mejor es descargar una aplicación como CPU Monitor, que será capaz de ofrecer información detallada sobre su uso y temperatura.

El entorno es importante

La temperatura del móvil, además de por sus componentes, se puede ver incrementada —o reducida— en función el entorno al que está expuesto, y esto es importante de tener en cuenta. Lo primero que hay que evitar, a toda costa, es dejar el móvil al sol. Al fin y al cabo, la pantalla, apagada, es de color negro, y este es el que más luz —y calor— absorbe del Sol. 

Independientemente del color del que sea su trasera, siempre absorberá algo de calor, por lo que, cuanto menos tiempo esté al sol, mejor. Tampoco es recomendable dejar el teléfono en lugares cerrados, sin ventilación y en los que haga calor, como por ejemplo en un coche cerrado.

Samsung Galaxy Z Flip 4 al sol Álvarez del Vayo El Androide Libre

También hay que tener en cuenta que si esto pasa y el dispositivo se calienta, no es nada recomendable meterlo a una nevera o congelador, ya que la humedad que hay dentro de estos dispositivos también podría dañarlo. En este sentido, lo mejor es dejarlo sobre una superficie que no esté expuesta al calor, de manera que, progresivamente, la temperatura del smartphone se vaya reduciendo poco a poco.

Usarlo con moderación

Cuando un smartphone o una tablet alcanzan altas temperaturas, lo mejor es dejar de usarlo, siempre que se pueda. Cuando esto se note, apagarlo es un gran método para hacerlo, puesto que, sin que ninguno de sus elementos internos funcione, será más sencillo que no esté demasiado caliente.

Usando localización en Google Maps Álvarez del Vayo El Androide Libre

Hay ocasiones en las que apagarla no es posible, y en estos casos hay que tener en cuenta que hay algunos procesos que pueden hacer que consumen más que otros. Tener el GPS encendido mientras se navega o se mira una ruta, poner el brillo máximo a la pantalla o utilizar la cámara son algunos de ellos.

Es por eso que, a no ser que sea imprescindible, lo mejor es pasar un rato sin utilizarlo. El modo de ahorro de batería puede ser una buena opción para hacer que haya menos procesos en segundo plano corriendo que puedan hacer que su temperatura aumente, aunque esto hará que algunas apps no reciban todas las notificaciones al momento.

Funda y el cargador

No todas las fundas para el móvil disipan el calor correctamente, y esto es algo a tener en cuenta si se lleva una puesta. Hay veces en las que esto puede provocar que el calor se acumule en la parte trasera del smartphone —que es la que suele ir cubierta—, por lo que si se quiere bajar su temperatura rápidamente, lo mejor es quitarla, o cambiar a una que lo permita transpirar mejor.

Con esto, se eliminarán las "barreras" que impiden que el calor que desprende el smartphone salga al exterior. En situaciones cotidianas quizá no se note demasiado, pero es cierto que en algunos momentos, la diferencia entre tener funda o no puede ser determinante.

3 trucos para ahorrar batería en verano

Cargar el móvil también es un proceso en el que este puede calentarse bastante. La gran potencia de la carga rápida tiene como desventaja que puede adquirir una mayor temperatura. Si no es estrictamente necesaria, es mejor evitar la carga rápida, que supondrá un mayor incremento de temperatura que la carga convencional.

En este sentido, es de vital importancia utilizar cables compatibles y, a ser posible, que sean de buena calidad. Y es que, hay algunas alternativas no certificadas que se compran a bajos precios que pueden provocar daños irreversibles en el móvil o tablet. Para cargar, lo mejor es siempre utilizar accesorios de buena calidad para no dañar el  móvil a largo plazo.

Ventilador móvil

Otra buena opción, en especial si se quiere hacer un uso intensivo del smartphone, es la de comprar un accesorio que pueda rebajar su temperatura, como los ventiladores para móvil. Estos son pequeños ventiladores acoplables a cualquier dispositivo que, básicamente, funcionan pegándose a su trasera y extrayendo el calor de esta.

Existen bastantes modelos disponibles en Amazon, y una de sus grandes ventajas es que son universales. Dentro de cierto tamaño límite, serán capaces de acoplarse fácilmente a cualquier dispositivo para enfriarlo de forma rápida. Suelen contar con su propia batería, por lo que no consumirá la del smartphone.

Ventilador Trilink Trilink El Androide Libre

El modelo de Trilink, por ejemplo, puede usarse tanto enchufado a la red como utilizando una pila, y permitirá que lo utilicemos en cualquier parte. Es un accesorio muy recomendable si suele utilizarse el smartphone para jugar.