Estas son las recomendaciones para evitar las estafas por correo electrónico, llamadas o SMS este verano
La vida digital tiene ciertos riesgos, sobre todo en herramientas de comunicación, y las crecientes estafan son uno de los principales.
6 agosto, 2024 02:26En las dos últimas décadas la comunicación personal ha cambiado enormemente. La popularización de aplicaciones de mensajería, del uso de los SMS en algunos países (no en España, que siempre han sido caro y por eso WhatsApp triunfó como lo hizo) y la normalización de la conexión a Internet en movilidad de manera ilimitada ha hecho que muchas de las conversaciones que se tienen con amigos, familiares o compañeros de trabajo sean mediante herramientas informáticas. Esto también ha hecho que los intentos de estafa hayan evolucionado y se hayan adaptado.
Ya hemos normalizado que, en el día a día, se reciban intentos de fraudes de diversas fuentes, porque la ciberdelincuencia está creciendo a nivel mundial. Es normal. Se puede hacer de forma deslocalizada, es mucho más compleja de rastrear y ni siquiera se tiene que estar en el mismo país para delinquir.
Por eso hay que tener mucho cuidado cuando se reciba un mensaje o una llamada que no estamos esperando. Los intentos de estafas son muy variados, pero en ocasiones se pueden detectar ciertos patrones que pueden hacer que nos escapemos de un intento de robarnos nuestros datos o nuestro dinero.
Llamadas telefónicas
Lista Robinson. Lo primero que tenemos que hacer para minimizar las posibilidades de sufrir una estafa por teléfono es apuntarnos a la Lista Robinson. Esta lista lo que hace es decirle a las empresas que es ilegal ponerse en contacto con nosotros para fines comerciales. Obviamente, un estafador no va a cumplir con la normativa por voluntad propia, pero nosotros sí que sabremos que si alguien nos llama para vendernos algo, puede ser una estafa, porque las empresas legales no deberían hacerlo.
Doble llamada. Pese a todo, si recibimos una llamada hay que estar pendiente de si se presentan como "nuestra comercializadora del gas" o de la luz, o de telefonía. Muchas veces se intentan que un usuario cambie de empresa llamándole primero para decirle que van a subir sus cuotas para, después, llamar desde una empresa de la competencia para hacer una oferta llamativa. Si una oferta nos parece atractiva lo mejor que podemos hacer es colgar y llamar nosotros a la empresa para confirmar que la oferta es así y, si queremos, contratarla.
Nada de datos sensibles. En una llamada no solicitada jamás hay que dar datos personales, ni bancarios. Tampoco hay que dar detalles como el CUPS, que es el número de suministro de la instalación eléctrica. Siempre que se vayan a dar este tipo de datos es mejor que sea en una llamada que hemos empezado nosotros.
Correo electrónico
Correo basura. Las estafas por correo electrónico han mejorado mucho en los últimos tiempos. Atrás quedaron los intentos de un estafador de hacernos creer que somos los herederos de un príncipe nigeriano. Es muy importante tener bien configurada la bandeja de correo basura o SPAM. En los principales servicios, como Outlook o Gmail es así, pero también hay que hacerlo en correos corporativos que usan servidores propios.
Ortografía. Cualquier propuesta comercial, cualquier correo electrónico que llegue de una entidad que parece oficial puede ser una estafa. Una de las formas más rápidas de saberlo es por las faltas de ortografía. Muchas veces no se usan los signos de apertura de exclamación e interrogación, otras veces la redacción es extraña por haber sido usado un traductor automático, etc.
Los enlaces. Nunca hay que pulsar en un enlace de un correo que pueda ser sospechoso. Muchas veces esos enlaces llevan a página que simulan ser la de nuestro banco, o la de nuestro proveedor de correo electrónico. Siempre que queramos hacer una interacción con estas webs hay que escribirlas manualmente en el navegador.
Dominios y URLs. También hay que fijarse en el dominio desde el que nos llega un mensaje. Es prácticamente imposible recibir un correo estafador desde una dirección real de un banco o de otra empresa. Normalmente, usan direcciones mucho más largas en las que, en algún lado, tienen el nombre de la empresa. Si dudamos es mejor buscar en internet la forma de contacto y llamar o escribir nosotros a la compañía. Lo mismo pasa con los enlaces que hay en los correos. Llevan a direcciones web (URLs) muy extrañas que demuestran que no provienen de las entidades oficiales que dicen ser.
SMS
En el caso de los SMS hay que tener en cuenta las mismas cosas que en el caso de los correos electrónicos. Es decir, nunca hay que abrir un enlace que venga en uno de ellos, hay que tener en cuenta la ortografía y comprobar si el número desde el que recibimos la comunicación es el normal de la entidad cuando nos escribe. Pero esto último es fácil de fingir, así que hay que estar muy alerta.
Números españoles. Otro de los aspectos a considerar es el origen del SMS que se ha recibido. Si empieza por un número diferente a +34, que es el prefijo de España, hay más posibilidades de que sea una estafa. Lo mismo pasa si tiene una cantidad de dígitos mayor o menor que los números españoles.
Planificación. También es normal recibir mensajes de empresas de paquetería, o de Correos, que nos informan de que tenemos un paquete en aduanas y que hemos de pagar una cantidad para retirarlo. Para empezar hay que tener en cuenta si realmente hemos comprado algo ya que muchas veces no es así. Y en el caso de que sea, mejor ponerse en contacto con el vendedor antes de pagar. Porque el problema no es solo el dinro dado, sino que se le dan también datos bancarios como la tarjeta de crédito o el nombre del titular.