Las casas en España han cambiado mucho en los últimos años. Es cierto que su tamaño no ha aumentado, al menos de forma general, y sobre todo en las grandes ciudades. Pero sí que se han introducido muchas mejoras, muchas relacionadas con el ahorro energético. Incluso hemos visto ayudas económicas para cambiar los elementos que más penalizan el consumo de energía, como las ventanas.
El ahorro de energía, así como la autoproducción mediante el uso de paneles solares (o molinos de viento para particulares), se ha convertido en uno de los elementos más importantes cuando se va a reformar una casa, sea de manera completa o parcial. Pero hay otros aparatos que pueden ayudar a ello.
Un buen ejemplo son las ventanas, que han mejorado mucho en los últimos años y ahora aíslan no sólo del ruido, sino también de los fuertes cambios de temperatura entre el exterior y el interior. Y junto a las ventanas están las persianas, un elemento clásico en las casas de España que no se suele ver en otros muchos países de occidente, seguramente porque la incidencia solar en ellos no tenga nada que ver con la de este país.
La domotización de las persianas, es decir, el poder controlarlas de forma remota desde un mando, el móvil o un asistente inteligente, conlleva muchas ventajas, y no es en absoluto un proceso costoso, aunque sí que deberemos contar con persianas motorizadas, algo que sí que conlleva un gasto mayor. La instalación de un controlador domótico significa sólo sustituir el controlador convencional de las persianas motorizadas.
Comodidad. El primer motivo es el más sencillo. Tener las persianas domotizadas nos permite controlarlas desde cualquier lugar y a cualquier hora, ya sea desde un smartphone, tablet o incluso con comandos de voz, haciendo que se puedan abrir o cerrar las persianas de cualquier parte de la casa desde donde estemos, sin necesidad de levantarnos. Además, no hace falta fuerza física para moverlas, lo que es importante cuando se trata de elementos grandes y pesados o cuando tienen que moverlas personas mayores o niños. Incluso puede alargar la vida útil de las persianas al no verse sometidas a esfuerzos puntuales mayores de los necesarios ya que el sistema siempre las mueve a la misma potencia, sin tirones.
Ahorro energético. El segundo motivo es menos obvio pero igual de interesante. Gracias a la domotización es posible programar el movimiento de las persianas para que se abran y cierren automáticamente según la hora del día o la luz solar que incida en la casa, optimizando la iluminación natural y reduciendo el consumo de energía. De esta forma, si la temperatura interior alcanza ciertos grados es posible hacer que las persianas se bajen parcialmente, haciendo que el calor no entre en la casa y tengamos que poner el aire acondicionado antes de la cuenta. Esto mejora el aislamiento térmico de tu casa, manteniendo tu casa más fresca en verano y más cálida en invierno. También permite que se abran solas cuando hace frío y empieza a dar el sol, para que entre por la ventana.
Seguridad. Uno de los consejos que da la policía cuando vamos a irnos de vacaciones es no dejar todas las persianas de la casa bajadas, para que los ladrones no confirmen que no hay nadie en la vivienda. Esto es lógico porque en ninguna casa se vive con las personas bajadas por completo. Ya hemos contado cómo la domótica puede hacer que parezca que hay gente en casa incluso cuando no la hay. Las persianas inteligentes llevan esto a otro nivel, ya que se pueden programar para que suban o bajen a diferentes horas, e incluso es posible moverlas en remoto desde el teléfono o la tablet, para que no siempre el sistema siga el mismo patrón.
Protección contra el sol. Si vivimos en una zona de España en la que el sol da especialmente fuerte y entra por la ventana es posible que los muebles, o el propio suelo, acaben dañados por los rayos ultravioletas. Con un sistema inteligente de persianas se puede hacer que no sea así, bajando las mismas en los horarios más incidencia solar.
Automatización. Una de las funciones más potentes de la domótica es integrar diferentes dispositivos para que trabajen juntos. De esta forma, es posible integrar tus persianas con otros dispositivos inteligentes de tu hogar, como termostatos o televisores, para crear un ambiente completamente personalizado. Por ejemplo, es posible crear un comando en Alexa o el asistente de Google que haga que se encienda la tele, se abra una aplicación en la misma y se bajen las persianas si queremos ver una película en el salón como si estuviéramos en un cine.
Eso sí, para poder garantizar que todas las persianas funcionan bien hay que tener una red WiFi de buena cobertura en toda la casa, porque cada persiana tiene su propico receptor y si está muy lejos del router es posible que la señal no llegue todo lo bien que debería. Si hiciera falta es posible instalar repetidores o crear un sistema en malla como los de Google o Amazon.