Viajar era hasta hace unas décadas algo que, o se hacía dentro del propio país, o estaba reservado a gente de gran poder adquisitivo. El alza de los vuelos low cost ha conseguido que sea muy común ir a diferentes países, normalmente, cercanos pero cada vez más lejanos, desde casi cualquier parte del mundo. En España las escapadas a Italia, Marruecos o Portugal no son para nada extrañas, y tampoco las de Inglaterra o Alemania.
También hasta hace unos años era muy caro mantenerse conectado en esos destinos, tanto para realizar o recibir llamadas como para estar conectados a Internet. Sin embargo, en Europa el roaming entre los países de la unión es gratuito desde hace unos años, aunque tenga ciertos límites.
El problema surge cuando viajamos a países donde este roaming no está incluido en las tarifas nacionales. Y no es necesario irse a China o Japón, que también estarían en esa lista, sino a otros como Noruega o Suiza, que están muy cerca pero que no se integran en la Unión Europea.
En el caso de querer estar conectados una opción es pagar las tarifas de roaming de nuestra operadora normal, pero suelen ser caras. La mejor opción es comprar una SIM de otra operadora, y es ahí donde empiezan las ventajas de una eSIM. La primera es obvia: suelen ser más baratas que otras opciones físicas. Esto es así porque la logística se reduce a un correo y un par de mensajes de WhatsApp, no teniendo que recibir paquetes.
La otra ventaja es la velocidad, dado que es posible comprarla y activarla en minutos, incluso en el propio aeropuerto si es que hemos decidido adquirirla a última hora. Esto es un salvavidas en muchas ocasiones.
Por último, es posible instalar varias en un mismo móvil, sin tener que quitar la principal y sin correr el riesgo de perderla. Los móviles con eSIM, que son muchos, permiten la instalación de varias. El número depende de cada modelo, pero suelen permitir instalar más de tres, lo cual suele ser más que suficiente para casi cualquier viaje. Esto es así porque hay eSIMs que permiten tener Internet a un precio ajustado no sólo en un destino, sino en toda una región. Así, es posible comprar una eSIM para China o comprar una para Asia, que incluya también otros países como Japón o Hong Kong por muy poco más dinero.