El Mundial de Qatar se encuentra en su recta final. Las semifinales ya se ven muy cerca en el horizonte, un lugar al que tan solo llegan unos cuantos elegidos, cuatro selecciones y muy pocos futbolistas. Tres de ellos son del Real Madrid, y de hecho los tres podrían incluso llegar a cruzarse en la final, algo que vuelve a demostrar el nivel de la plantilla que dirige Carlo Ancelotti.

Tchouaméni y Camavinga pelean por Francia, mientras que el incombustible Luka Modric lucha en el bando de Croacia. Los tres, tan parecidos y tan distintos a la vez. Similares por su posición en el terreno de juego, centrocampistas que sostienen a sus equipos, y diferentes sobre todo por la edad, porque mientras que los galos apenas sobrepasan la veintena, el croata está más cerca de cumplir los 40 que de la treintena.

En la primera semifinal, la que tendrá lugar el próximo martes, Luka se medirá a la Argentina de Leo Messi, una selección que ha ganado muchos puntos en el ranking de favoritos después de la eliminación de Brasil. En el otro lado del cuadro, los franceses se enfrentarán a la ilusión de la revelación del torneo, Marruecos y el exmadridista Achraf Hakimi.

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Comenzaron 12 madridistas

De los más de 800 futbolistas que en el inicio se dieron cita en el Mundial de Qatar, un total de 12 pertenecían al Real Madrid. El conjunto blanco se convirtió en el segundo equipo de La Liga que más jugadores aportaba a la cita mundialista tan solo por detrás del Fútbol Club Barcelona, y a estas alturas, cuando la competición está a las puertas de la final, todavía sobreviven tres de ellos con las opciones de ser campeones intactas.

Algunos de ellos se marcharon para casa a las primeras de cambio, en la fase de grupos y de manera sorprendente. Fue el caso, por ejemplo, de Thibaut Courtois y de Eden Hazard. Bélgica ha sido una de las grandes decepciones de esta Copa del Mundo y, en un grupo con Croacia, Marruecos y Canadá, finalizó tercera y cogiendo el avión de vuelta a casa muy pronto.

También dijo adiós de forma prematura y casi inexplicable Antonio Rüdiger. Su selección, Alemania, se quedó fuera en el grupo de España, Japón y Costa Rica, por lo que firmó un gran batacazo pese a las buenas actuaciones del central. Fede Valverde, por su parte, tampoco pudo evitar que Uruguay se quedara en la fase de grupos pese a que siempre fue una pieza fundamental desde el centro del campo, eso sí, en una posición más anclada que la que desempeña en el Real Madrid.

Hansi Flick y Antonio Rüdiger Reuters

Algo más consiguieron avanzar los dos jugadores españoles que fueron convocados por Luis Enrique. Tanto Marco Asensio como Dani Carvajal lograron superar la fase de grupos en la segunda posición, aunque se toparon con Marruecos en los octavos de final antes de regresar al Santiago Bernabéu. El balear se convirtió en el falso delantero de confianza del seleccionador e incluso llegó a marcar un gol, mientras que el defensa solo fue titular en el segundo partido contra Alemania.

Los favoritos

La eliminación más dolorosa de este Mundial seguramente haya sido la de Brasil. La Canarinha partía como la principal favorita para proclamarse campeona del mundo gracias a una plantilla impresionante y a un ataque terrorífico del que formaban parte Vinicius y Rodrygo Goes. Sin embargo, Croacia se cruzó en los cuartos de final para apear a los sudamericanos del torneo y romper todas sus esperanzas.

Aquel partido se fue a la prórroga y posteriormente a la tanda de penaltis. Allí, el destino fue muy cruel con uno de los dos jugadores del Real Madrid. Rodrygo asumió la responsabilidad de lanzar el primer penalti, pero su disparo se encontró con la respuesta de Livakovic, el portero croata, algo que pesó mucho a Brasil en el resto de los lanzamientos. 

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Rodrygo no partía con el rol de titular para Tite, pero aún así tuvo minutos en todos los partidos del Mundial y hasta llegó a repartir una asistencia. Su velocidad y frescura en las segundas partes fue una buena arma que explotar para la Canarinha. Vinicius, por su parte, fue una pieza indispensable del equipo y se marchó de esta Copa del Mundo con un gol y dos asistencias.

Los que quedan

En este ejercicio de pura supervivencia que es el Mundial de fútbol, todavía quedan a flote tres representantes del Real Madrid en las semifinales. Tchouaméni y Camavinga quieren revalidar el título con Francia, mientras que Luka Modric busca la venganza con Croacia tras el subcampeonato de la anterior edición.

Tchouaméni está siendo uno de los pilares del juego de la selección de Deschamps. Ha sido titular en todos y cada uno de los partidos que han disputado los bleus hasta el momento, y sus actuaciones están siendo para enmarcar. Por si fuera poco, en el partido de los cuartos de final contra Inglaterra, un choque muy disputado, abrió el marcador con un impresionante golpeo desde más de 25 metros que se coló en la portería inglesa.

Tchouameni, felicitado por su gol en el Inglaterra - Francia REUTERS

Camavinga, por su parte, está teniendo un protagonismo menor. Con mucha competencia en su puesto natural, jugó el último encuentro de la fase de grupos contra Túnez pero fuera de su posición, como lateral izquierdo. Se le vio algo desencajado, pero sigue siendo un buen recurso si Francia tiene que desatascar algún encuentro.

En Croacia, por Modric siguen sin pasar los años. Le da igual que la exigencia de un Mundial sea máxima, también que los partidos se puedan ir a la prórroga o a la tanda de penaltis. De hecho, ahí es donde mejor ha demostrado desenvolverse la selección balcánica en los últimos años. Luka aporta pausa cuando hace falta, ritmo cuando se necesita, además de precisión, calidad y control. Sigue siendo indiscutible y tiene una gasolina inagotable.

Tres madridistas, por lo tanto, que siguen vivos en este Mundial de Qatar 2022 y que pelean en dos bandos diferentes por hacerse con la Copa del Mundo.