España vive una excepcional presencia de polvo del Sáhara en suspensión. Este fenómeno que no se producía con esta intensidad desde hace varias décadas y que ha teñido de naranja los cielos en muchos puntos de la península afecta a Madrid desde la noche de este lunes al martes. La presencia de esta especie de tormenta de arena se ha incrementado con el paso de las horas y ha dejado una instantánea que nunca se había visto sobre el Santiago Bernabéu.
Las obras de la reforma del coliseo merengue se han despertado cubiertas por el polvo que cubre la capital. Se espera que la concentración de polvo sahariano descienda a partir del jueves, pero seguirá siendo perceptible unos cuantos días más. El fenómeno seguirá avanzando hacia el norte y podría llegar incluso a los países escandinavos. Mientras tanto, la maquinaria, los avances en las estructuras y el mismo hipogeo se han despertado este martes cubiertos de polvo.
La conjunción con los chubascos está provocando también que las precipitaciones se conviertan en una lluvia de barro, algo que ha afectado especialmente a las obras. El color sepia que tiñe el cielo madrileño anuncia la llegada de chubascos con barro, así como el color anaranjado y rojizo de otras ciudades. En Madrid, el polvo ha cubierto a los coches aparcados en la calle por la lluvia de barro caída, que es cuando confluye la lluvia y la calima.
Ese aire de aspecto opaco se da por la presencia en la atmósfera de numerosas partículas sólidas muy pequeñas en suspensión. En algunos lugares está calima suele llamarse "lluvia de sangre". El polvo en suspensión es como una nube que se cierne sobre Madrid que hace que incluso sea peligroso trabajar por lo resbaladizo que es. El polvo va a continuar este miércoles y la lluvia también, así que el barro seguirá cayendo.
[Más información: Un año para el nuevo Santiago Bernabéu: el estado de las obras y una mirada al futuro]